La obsesión del mafioso (izana x Tn)

2. El secuestro

Narra: Izana

Los últimos días había estado muy raro, desde que miré a aquella chica no dejo de pensar en ella, había investigado un poco sobre ella y era de buena familia, ya no podía dormir sin soñar con ella, mis únicos pensamientos estaban en ella estaba en mi despacho con dos de mis hombres a los cuales les tenía un trabajo.

X : Y bien, que quiere que hagamos jefe?—estos estaban parados rectos mientras yo estaba sentado mirándolos cerio.

—Quiero que busquen a esta chica—saqué un portafolio tirándolo en la mesa—la quiero sana y salva a más tardar mañana tiene que estar conmigo—dije cerio.

X : Esta bien jefe—sin más salieron de aquel despacho.

Solo me quedaba esperar por ella, por lo que pude sacarle a alguno de los empleados de su casa es que ella estaba aquí en Japón, sería fácil encontrarla.

Estaba en mi oficina con unos documentos en la mano, leía las cosas con detenimiento empecé a caminar por mi oficina leyendo los documentos hasta que la puerta se abrió dejando ver a mi novio entrar con un cigarro encendido.

Hanma : oye linda, te parece si vamos a un bar?—se acercó a mi.

—Ahora no puedo hanma, tengo que terminar esto—señale los papeles—Ve tú tal vez luego valla.

Hanma : Ohh vamos linda—apagó el cigarro—vamos por unos tragos...desde que llegaste a Japón solo estás metida en esta oficina—tomó mi cintura—Ya no tenemos nuestro momento a solas~

—Ya lo sé pero entiéndeme, ya no es como cuando ibas a filipinas y yo estaba sin hacer nada en mi casa, ahora estoy trabajando—me separé de él yéndome a sentar a mi asiento.

Hanma : Era más divertido cuando iba a filipinas, ahora pasas más tiempo en este lugar que conmigo—saco otro cigarro—entiende que también tengo necesidades.

—Tu también entiende, tengo que trabajar y darle cuentas a mi padre por nada del mundo quiero volver a mi casa en filipinas—guardé los papeles en un cajón.

Hanma : Está bien—le llegó una llamada—Me iré ya que tu piensas estar toda la noche mirando papeles—sin más se retiró casi corriendo.

Ese comportamiento se me hizo muy extraño, porque se fue tan rápido, rápidamente tomé mi abrigo y salí de mi oficina siguiendo a este sin que se diera cuenta de mi presencia.

Este entró a un bar y se sentó junto a otra chica mire mejor la cara de la chica y era una de mis amigas en ese momento sakura se sentó en las piernas de este y le dio un beso en la boca abrí los ojos como platos al ver esa escena, mis lágrimas empezaron a caer desesperadamente rápidamente me fui de aquel lugar empezando a vagar por las calles solitarias de Japón.

Hacía mucho frío y mis lágrimas estaban secas mi nariz roja y mi vista a la calle solitaria a lo lejos miré un auto completamente negro venir entre las calles misteriosamente solitarias rápidamente me di la vuelta empezando a caminar rápido disimuladamente, la camioneta aceleró poniéndose a mi lado y de esta bajaron dos chicos, al ver eso empecé a correr aunque no sirvo de nada me terminaron atrapado y poniendo algo en mi boca haciendo que caiga en un profundo sueño.

Narra izana

Estaba en mi oficina cuando la puerta se abre de golpe y entran los chicos a los que mandé hace un momento, uno de estos cargaba a_____rápidamente me levanté de si silla y fui directo a quitarla de sus brazos, la idea de que otro la tocara hacía que mi sangre hirviera.

—Bien echo—recosté a____en un sofá y me acerqué a una gaveta sacando un dos fajos de billetes—Tomen—le lance un fajo de billetes a cada uno.

X : Muchas gracias jefe—sin más se retiraron de mi despacho.

Me acerqué a____la cual estaba dormida la miré más de cerca y era hermosa había algo en ella que de solo verla me prendía, empecé a acariciar su rostro el cual era suave sus labios eran carnosos, la volví a cargar y esta vez la llevé a mi habitación  busqué entre la ropa que le mandé a comprar, le quité el vestido que utilizaba dejando ver su hermoso cuerpo se notaba el entrenamiento que hacía.

Tome la pijama y se puse con mucho cuidado, al terminar de vestirla salí de la habitación dejando guarda espaldas cuidando la habitación por si se le concurría escapar, tenía que terminar algunos trabajos y desacérame de algunos problemas.