Viaje 🪶

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Entre las  gotas que derrama el cielo en mi cara, recuerdo con intensidad aquellos sentimientos que hacen que mi estómago se vuelva una piedra, recuerdo con tristeza todos aquellos momentos que me lastimaron y me hicieron dudar de mi existencia, todas aquellas personas que se habían ido de mi lado sin tener un motivo coherente para decir adiós, dejar ir buenos momentos que se quedaron en el pasado, dejar ir  heridas, miedos y tormentas que lleva arrastrando desde bastante tiempo, la lluvia era como el agua de sanación, el agua del olvido que me ayuda a dejar ir con la corriente del agua todo aquello que no es bueno seguir cargando en el bolsillo, pero aún mejor la lluvia en la noche me regalaban silencio tan auténtico que para mi oído era oír la gloria en el silencio, todo aquello que había duda se convertía en una certeza segura, todo aquello que hacía tambalear mi ser y lo quería quebrar le daba firmeza y gentileza para seguir adelante, todo aquello que me lastimó en el pasado y me dejó heridas y hacían que mi ser ardieran llamas la lluvia la calmaba y me enseñaba que viviera en llamas con todas las ideas del pasado era solo una prueba de mi existencia de lo que era capaz ¿quién era? Y si las llamas que lleva puestas dentro de mí eran dignas de la persona a quien las cargaba, todo esos miedos que me atormentan día y noche al no saber qué hacer en ciertas acciones en ese abismo que en consecuencia de todo el mal que me han hecho eran como palas que entraban y se quedaban en mi cuerpo creando una lenta y segura victoria, pero la lluvia llegaba justo a tiempo para dejar caer todo aquello que no era bueno era el agua que canalizaba las heridas y las dejaba ir con el viento y la corriente del agua, corría a toda prisa todo aquello que ya no me pertenecía desde hace mucho tiempo, sentimientos, personas, palabras que nunca dije, miedos, caos y heridas que no sólo estaban en la piel sino hasta dentro del alma, me gusta ver más allá de lo que la vida nos plantea, para mí la vida es como un danzón en el mar, no todas las olas del mar son iguales unas son calladas y ligeras, otras son un torrento de agua pero te toca suave como la brisa y hay otras que son un fin de agua con una locura inmensa, nos sentimientos alocantes, con miedos en donde te pegan con fuerza y sientes como tu ser y tu alma se tambalea, crees perder el control, pero veamos más allá del danzón de las olas que es un olaje tan inmenso y sin fin así es la vida es un danzón con calma y con fragilidad, pero siento que el danzón de la vida no es el problema, ni siquiera los miedos, las tormentas, las heridas ni el mal trago del pasado, somos nosotros mismos que no sabemos decir adiós cuando el danzón nos ha enseñado que ya se acabó la canción nos aferramos a un recuerdo que ya no existente, queremos repetir el mismo disco de acetato que ya terminó que ya no tiene coherencia con nuestro presente, a veces es difícil decir adiós algo que nos hizo sentir maravillas en nuestra vida, pero claro es momento de que el danzón nos enseña nuevas cosas y nos muestre que aún hay algo mejor más allá de las olas, si nos atrevemos a nadar en la profundidad de nuestro ser y nuestra alma nos daríamos cuenta que somos un ser de luz un ser tan frágil, vulnerable y a la vez tan fuerte, con una certeza increíble, pero digamos que el danzon nos quiera calcomer y  seguimos viviendo en el pasado, dejando que las heridas nos quieran quebrar, pero seamos como las alas de un colibrí se ven frágiles, débiles y sin ninguna pizca de certeza de que no se quebrarán, pero cuando el colibrí se danza sobre el aire nos muestra que no hay  fragilidad y solo son nuestros miedos que nos quieren evadir y nos quitan valentía al querer construir, así que emprendamos el vuelo siendo tan frágiles pero tan fuertes a la vez del vuelo que enfrentaremos en el aire, seamos bichitos, animales y  cosas raras que la gente pensará que nunca llegará a volar tan lejos, al paso del viaje dentro del aire dejemos caer todo aquello que no nos ayuda en el danzón......

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