Las plantas nos dan todo para nuestro bienestar, nosotros no les damos nada a cambio, no las escuchamos, no las sentimos y mucho menos las conocemos, pero cuando deja de lucir hermosas todos las juzgamos y cuando ya no nos sirven más las desechamos como cualquier cosa, como si su valor se resumiera en su vida y en lo que es capaz de dar a la vista y al sentido de los demás...
Y la sociedad es así, eres hermosa y brillante si llenas lo que los demás piensan y quieren para que seas considerada y amada...
Ser como plantas en un jardín de exterminio es agotador y es vivir en una terapia intensiva todos los días es agobiante no ser considerada de por lo que eres y las maravillas que guardas, sino por lo que la gente cree que vales como persona, para después tu esencia y tus méritos se han olvidados y pases a ser una maravilla olvidada por el egoísmo y la inestabilidad de los perdidos del universo.
Es por eso que las plantas también son un ejemplo de nuestra ignorancia de las cosas simples pero bellas a pesar de ser imperfectas son esenciales para todos.
Y somos como las plantas, cuando estamos de maravilla somos brillantes, pero cuando la noche viene acompañada con la duda nos volvemos frágiles y somos completamente humanos por sentir y quebrarlos.
Somos como la naturaleza más de lo que pensamos ser o creer.
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Vuelta al abismo
PoesíaEncontrarás escritos que te llegarán al alma y entiendas que estar roto es completamente normal....
