ONE-SHOTS MAXLEY

Estoy bien

Advertencia: angst, abandono familiar, homofobia.

En un departamento en el centro de spoonville, se encontraban los hombres, ya graduados, Max Goof y Bradley Cremana....perdón, Bradley Goof.

Si, como ustedes queridos lectores se habrán dado cuenta, los anteriormente enemigos, están actualmente casados, luego de muchos años y haber formalizado su relación, Bradley le propuso matrimonio a su novato. No había muchos invitados, solo Bobby, Pj y Mocha, el señor Goof, Sylvia y Tanque, el único amigo de Brad que luego de tanto esfuerzo, volvieron a amigarse.

Fue algo sencillo pero íntimo, perfecto si le preguntan a los enamorados. Habían conseguido trabajos de sus respectivas carreras, y gracias al dinero que recaudaron consiguieron un departamento.

Hace 4 años atrás, adoptaron a su hija, Stella, una niña tierna, con pelo castaño como el de Brad y extrañamente, los dientes característicamente separados de Max.  Si ellos se encontraban contentos, imagínense Goofy. Su reacción era puro llanto de felicidad, mientras que Sylvia los felicitaba y consolaba a su esposo para que se calmara.

Ahora mismo la familia Goof se encontraba decorando para Navidad, específicamente el departamento de Max y Brad. La pequeña Stella chillaba de emoción, saltaba de aquí para allá, tomando a sus papás de las piernas con esa sonrisita infantil tan tierna de ella.

— ¡PAPÁ PAPÁ! —

— ¿Si cariño?— Consultó Bradley

— ¡Ya hice mi carta! — Le mostró a Brad orgullosa — Le puse brillo y estrellitas, ¿Crees que a Santa le va a gustar?

— Para mi le falta brillo — Acotó Max — Con tan poco, Santa no la va a poder leer bien

— ¿QUE? — Se preocupó la pequeña —

— Pero como has sido una niña tan buena este año — La cargo en sus brazos Max — Seguramente te perdone y te de los regalos más bonitos

—¿ Enserió? — Movía la cola feliz la niña

— Por supuesto— La beso Max en el cachete.

Bradley simplemente miraba a la escena encantando. No podía imaginar otra familia que no fuera esta. El se iba a asegurar que su pequeña jamás pasara por las navidades solitarias y con poco cariño que el experimento.

— Oye Stella — Llamo Max

— ¿Si papi? —

— Recuerdas lo que te dije el otro día—

Bradley estaba confundido. ¿Qué estaban planeando?

— ¿Que co-......OHH eso— La sonrisa cambio a una malévola — Estoy lista pá

¿Lista para que exactamente?

— ¿De qué ha-?—

— ¡Bradley ataja! —

Max derepente lanzó a su hija, la cual se reía sin parar. Esto asusto a Brad, lo que hizo que rápidamente atrapará a Estella en brazos.

— ¡Max que diablos te pasa, no ves que se puede lasti-! — El mayor frena en seco cuanto es tacladeo por su esposo en el sillón.  — ¡Hey que ocurre!

Un ataque de besos por parte de Max y Stella sorprende a Bradley, el cual transforma su confusión en una carcajada alegre.

— Pff ¿que les pa-? — Recibe un beso en el cachete por parte de Stella — Cariño que — Uno en la frente por parte de Max — JAJAJA, ya ya, me rindo.

Brad mira a los otros dos esperando respuesta.

— Te vimos distraido papá —

— Oh, solo los miraba cariño — Acaricio la cabeza de su niña