Capítulo 4

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El silencio es cruel


El Demonio de la Radio volvió.

Aquellas palabras hicieron mella en su corazón, aplastándolo, pisoteándolo, hiriéndolo desde dentro.

—Repítelo

—Alastor, el demonio de la radio volvió, escuchamos rumores pero ya lo confirmamos, hizo todo un show con ese overlord de la tele-

—Con que Vox ¿eh?

—Estamos investi-

—No, deténganse, no averigüen nada más.

—¿Majestad?

—Es una orden, dejen de investigar, no quiero saber nada más. Ahora retírate.

Lucifer no escuchó más así que supuso que el sirviente se fue, se giró sobre su banco para ver una esquina del cuarto, aún en la obscuridad veía parte del aparato al que se aferró durante una temporada para después arrinconarlo y no volver a tocarlo en años.

Un viejo radio que le obsequió Alastor cuando estaban juntos.

Con pesar se levantó y fue por el para desempolvarlo, su mente fue abatida por los recuerdos de los días y noches que pasaba cambiando de frecuencia en un intento de oír una transmisión de su amado.

No lo entendió hace siete años y todavía no lo entiende.

¿Por qué Al se fue de la nada?

Que su aventura fuera descubierta no estaba en los planes de ninguno, ni siquiera se lo habían planteado, pero la manera en que simplemente desapareció fue totalmente abrupta.

Primero pensó que algo malo le pasó y de inmediato movió sus hilos para investigar. Dio órdenes de que le trajeran cualquier información del demonio de la radio, un indicio, lo que fuera.

Pero luego la realización fría y brusca lo golpeó.

Alastor lo dejó.

Sin una explicación, sin una rabieta luego de un pleito, sin haber dado señales. Simplemente Alastor ya no quería seguir con él y se fue sin importarle que destrozaría su corazón.

Dejó el radio en su mismo escritorio y lo observó con ojos cristalinos y una leve presión en el presión en el pecho.

Siguió buscándolo un tiempo pero al final entendió que Al ya no quería nada que ver con él.

Igual que todos.

Igual que sus hermanos.

Que el cielo.

Que Lilith.

Que Charlotte.

No es importante en la vida de ninguno.

Para nadie vale la pena.

El cielo lo vio como un alborotador.

Lilith lo vio como un salvavidas.

Charlie lo ve como alguien mediocre.

Y Alastor lo ve como alguien insignificante, miserable, una molestia más que un compañero de vida.

Tan poco le importa que no lo buscó por siete años y mucho menos ahora que se digna a aparecer ante la sociedad infernal. Y a lo grande eh, mira que involucrarse con la TV siendo opositor de esa tecnología...

Que patada.

¿De verdad su relación significó tan poco? ¿El tiempo juntos no fue nada? ¿Alastor nunca lo quiso?

Peligroso Anhelo | HH (Appleradio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora