Capítulo 12

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Una lágrima a la vez


Quiero conocerla

Esa frase le caló en el fondo, es una petición muy lógica que estúpidamente no consideró escuchar. ¿Cómo puede ser tan idiota al verse acorralado? No está usando la razón en estos momentos solo porque sus temores lo sobrepasan.

Al menos el temor de que Lucifer no creyera en sus palabras se quedó en eso, un temor.

—¿Me oíste, Alastor? Quiero conocerla.

«No»

El rey observó como su expresión se endurecía, dado el repudio que nota del venado hacia él no le sorprende que se niegue a cumplir lo que le pide.

—¡Alastor quiero verla! Es mi hija, no puedes seguir escondiéndola de mí. ¡Lo sabes! —aseveró acortando la distancia entre ellos a la vez que el nombrado miraba a otro lado.

Te estás quedando sin opciones.

Resonó la voz de Niffty en la mente del overlord, si algo bueno hay en que su secreto salga a la luz es que serán dos protegiendo a Bloom. Suponiendo que el rey no se desentienda más adelante, pero que quiera conocerla es una buena señal, ¿no? Maldijo en su mente mientras guardaba el dibujo en su saco, asegurándose de que no se le caiga otra vez.

—Sí... Pero dame tiempo —dijo con pesar en su voz, cosa que Morningstar no esperaba, supuso que los discutirían un poco más—. Ella no sabe nada de ti, no sabe quién eres, qué eres un ángel caído, ni que tiene una hermana. Apenas si conoce la diferencia entre los que caímos en el infierno y los que nacieron aquí.

Aunque el enojo que envolvió a Lucifer seguía ardiendo, fácilmente se dio cuenta de lo afligido que está Alastor por confesarle esto, el pecador no mantiene la rectitud que lo caracteriza, se ve abrumado con la mente en otro lado y se encaja las uñas en sus propias manos, hasta cree que puede desvanecerse en cualquier momento.

¡Porque tenía miedo Lucifer! Recordó sus palabras.

No imagina todas las emociones que está experimentando al verse descubierto, tanto es el peso de haber guardado semejante secreto y soltarlo de la nada, su cabeza debe ser un horrible lío justo ahora. Alastor tuvo una hija suya y la crió en soledad, sin el apoyo adecuado y con el corazón herido por sus idioteces

No puede evitar sentir compasión y mucha culpa, debieron ser días y noches pesadas, ¡años! en los que no estuvo a su lado, se portó como un patán y tanto fue el daño causado que el demonio no quiso volver a saber de él y se refugió en algún rincón del infierno.

—Está bien, necesitan tiempo...

Tiempo.

¡Tiempo!

Normalmente al ser inmortal el tiempo no podría importarle menos, pero puta madre esa niña ha estado creciendo sin él, ¿cuál fue su primera palabra?, ¿tiene un animal favorito?, ¿ya sabe nadar o aún puede enseñarle? La alberca del castillo no ha tenido mantenimiento en un tiempo, sin embargo, solo debe hacer un simple ademán y estará como nueva.

Sin duda el premio al peor padre es para él, pero si algo aprendió recién con Charlie es que no quiere pasar ni un día más alejado de su hija, de ninguna de las dos.

Ahora tiene dos hijas, apenas le cae el veinte.*

Bueno Charlie siempre quiso ser hermana mayor, fue difícil explicarle que no era posible, pero al crecer lo entendió mejor.

¿Cómo será su reacción cuando le cuente? No es como que sea tan fácil llegar con una niña totalmente desconocida y decir "hey Char Char quiero presentarte a Bloom, tu media hermana".

Peligroso Anhelo | HH (Appleradio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora