22 ~

433 55 7
                                    

Era la guerra no era justo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era la guerra no era justo...

Un silencio abrumador inundado la Sala del Patriarca ante las duras palabras de Athena hacía su leal caballero; quién permanecía atónito ante sus palabras. - « Ella no quería que él luchará a su lado » -, lo cual hirió el corazón de Sísifo.

- Se lo ruego señorita Athenea... déjeme partir con usted a la batalla que se avecina.

Imploró el griego de rodillas frente a su diosa.
Quién le daba la espalda manteniéndose firme ante su desición; se negaba a que Sísifo arriesgará su vida por ella. Como lo hizo hace años cuando eran adolescentes llenos de sueños y anhelos; que más tarde se convertirían en recuerdos nostálgicos en los corazones de ambos.
De una u otra forma ambos nunca podrían estar juntos, uno de los dos moriría en la gran guerra santa que se avecinaba era inevitable su separación, y Sísifo lo sabía.

Lo que hizo que el castaño apretara sus puños en suelo con impotencia. Haruko noto ésto, y sonrió con tristeza sin voltear a mirarlo.

- Sísifo...

El corazón del caballero de aceleró cuando ella lo llamo por su nombre, sin ninguna formalmente ni ninguna barrera los separará.
Sólo ella y él.

- ¿Sí? ¿Haru?

- Yo quiero que tú vivas... necesito que estés aquí cuando la siguiente generación cruce por esas puertas.

Señalo sin voltearse las enormes puertas de la solitaria sala donde los dos se encontraban.

- Pero... y-yo -su voz se atoraba en su garganta ante su declaración; si ella quería eso significaba que.
No se negaba aceptarlo.

- Ambos sabíamos que nuestras promesas cuando éramos jóvenes eran imposibles de cumplir -dijo la azabache con vacilando-. Ya sea por la guerra santa o como diosa hay una enorme brecha que nos divide ahora.

Sagitario la miró incrédulo, Haruko no era capaz de decir semejante atrocidad. -¿Qué quiere decir con eso?

- Mi vida como humana termino hace mucho tiempo, Sísifo.
Es hora de que tomemos caminos diferentes.

Esas palabras penetraron tan fuerte su alma; su conmocionado llegó a tal grado que se levantó del suelo y tomó abruptamente la mano de la azabache obligándola a voltear confundida.

- No lo dice enserio... ¡Miente! ¡Usted miente!

Dijo alzando la voz algo que jamás pensó que haría en su vida mucho menos con su diosa; por lo cual soltó su mano y se hincó arrepentido de sus acciones.

- Lo siento no se que me ocurrió... pido su perdón señorita Athena.

Los iris azules de la chica lo miraron con pesar. -No, tienes porque disculparte.
Perdóname tu a mí, Sísifo, por todo.

𝐂𝐎𝐒𝐌𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑; Sísifo de SagitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora