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La pelea por la armadura de Fénix, estaba apunto de comenzar. Lo más curioso era que todos los que habían estado participando eran hombres toscos y gigantes, era sorprendente mirara como una niña de 10 años estuviera participando y fuera la más fuerte entre ellos.
Haruko vendaba sus nudillos, lastimados. Que en algún momento comenzaron a sangrar, su siguiente combate le permitiría pasar a la ronda final donde enfrentaría a Aleot un chico de piel morena, ojos y cabello del mismo color. Uno de los contrincantes más fuertes después de ella. La fuerza de ese tipo se comparaba con la de un caballero de plata.
— Espero que no te lastimen, Haru .—hablo el caballero de Libra recargado en el marcó de la puerta. Estaba preocupado consideraba a la azabache como su hermana menor, no quería que saliera lastimada.
— Vera que saldré ilesa —sonrió detrás de la máscara. Señaló a si misma orgullosa—. Ganaré el combate por usted, mi maestro Albafica, Sísifo ¡Por todos mis amigos!
Dohko se mostró llevo de orgullo al ver a la joven aspirante a caballero. Pero notó la mirada de Haruko, aunque estuviera emocionada algo en sus ojos la delataba.
— ¿Sucede algo Haru?
— No es algo importante, pero últimamente e sentido algo raro dentro de mi —dijo viendo sus manos.
— ¿Cómo que cosa?
La azabache hizo una mueca—. Es como si un enorme universo estuviera creciendo dentro de mí —explico—. Es algo inexplicable, es raro. Pueden ser los nervios de competir ¿no?.
El Libra que se mantenía el silencio, salió de sus pensamientos ante lo último dicho—. Si todos, nos podemos poner nerviosos. Ante nuestro último enfrentamiento, no tienes porque temer. Todos nosotros estaremos apoyándote, incluso Asmita se tomó un tiempo para ver tu combate.
— Gracias de verdad.
✿ 🌙 人
Los gritos y bullicios empezaron a sonar por todo el Coliseo. Mientras los contrincantes se preparaban para salir desde sus respectivos lugares.
— ¡El combate por la armadura de Fénix a comenzado! —dijo el presentador teniendo frente a frente a los participantes.
Aleot miraba con una sonrisa burlona, era un gigante alado de la azabache. Quién en ningún momento bajo la mirada se mantenía firmé.
— ¡Comiencen! —grito el hombre dando la señal.
El moreno fue el primero en lanzar una patada. Haruko se cubrió con sus brazos enviándola a retroceder, a una velocidad increíble Aleot. Ya estaba a su lado para darle un puñetazo, la azabache lo esquivó. Dando una voltereta le proporciono una patada en la quijada. Alzando al chico por el aire cayendo a unos metros de ella.
Era un duro combate ninguno de los dos parecía querer seder. Sísifo veía con una mueca el combate, no le gustaba ver como la golpeaban y el no poder hacer nada.
— ¡Estoy hartó de ti! —la pateó en la canilla haciéndola sucumbir ante el dolor un momento. Aprovecho la oportunidad para tomarla de la pierna y arrojarla a otro, como una muñeca de trapo. Hasta mandarla a estrellar contra un pilar, la máscara en el rostro de Haruko cayó al suelo revelando su rostro sus orbes oceánicas se dilataron.
Se levantó del suelo tambaleándose. Hizo su cabeza hacía atrás viendo el cielo, sin alguna razón aparente de comenzó a reír fuertemente con las mejillas sonrojadas, llamando la atención de los presentes. Los caballeros dorados la vieron desconcertados.
— ¡¿De qué te ríes maldita?! —grito furioso el castaño.
Haruko lo miro de frente—. ¡Aunque sea lo último que haga! —su cabello se empezó a elevar. A cada paso que daba—. ¡No permitiré que la obtengas! ¡Yo tengo un sueño estoy dispuesta a cumplirlo!.
Empezó a trazar la constelación de fénix con sus manos. Dejando a los espectadores atónitos, no solo por eso su energía....
— Golpe del Ave Fénix... — susurro lanzando un ataque de su puño. De este salió una enorme ave roja que llevo a estrellar a Aleot contra una estructura.
Todo había acabado ella había ganado. Pero ninguno hizo ruido o bullicio solo la observaron, hasta que de un momento a otro todos se hincaron.
