13.- pelea

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El tigre y luna iban a mitad de la jungla cuando un golpe casi golpea la cabeza del felino.

sueltala.

Camel siseo.

—la serpiente, de hecho estábamos buscándote...tenemos un trato.

Camel no escucho y siguió atacando, a diestra y siniestra, y el tigre con furia también comenzó a pelear con la serpiente olvidando por un segundo que luna iba en su espalda.

No fue hasta que es cucharón un ruido sordo y olieron la sangre que se detuvieron.

Luna estaba en el suelo, sus manos y sus brazos tenían cortadas y en su pierna derecha tenía una gran cortada que iba desde su tobillo al muslo, y por la caída ahora tenía un gran moretón en el lado izquierdo del abdomen.

—¡Luna!

El tigre y Camel intentaron tocarla pero al segundo una pequeña mano los golpeó, Luna estaba enojada y se sentía un poco traicionada al ver el resultado de los acontecimientos.

—¡¿es que solo saben actuar como estúpidos?!, ¡¿tienen que resolver todo con violencia?, ¡como si fueran...!

(Animales...cosa que en parte son...)

Luna suspiro y observo su cuerpo, en especial la herida de su pierna, estaba segura de que se podía ver el hueso y no le alegraba la cantidad de sangre que salía.

El tigre bajo sus orejas ante el regaño, pero se sentía aterrorizado al ver las heridas de luna había sido un estúpido al haberle seguido la corriente a la serpiente y ceder ante sus instintos.

Y Camel se sentía aún peor, intentaba acercarse a Luna pero ella lo miraba de mala manera.

Luna tuvo que pedir prestada piel mudada de Camel para hacer una compresa para la pierna, no resultando lo suficientemente bien para cerrarlo pero lo suficiente para llegar a la cueva y (a dolor de luna) cocer la herida.

La terminar escucho a Camel sisear hacia un lugar en específico de la selva, minutos después salió el zorro que al ver a luna tan herida la tomo en brazos y corrió a la cueva.

[...]

Al llegar a la cueva luna pidió un hueso pequeño y afilado ( que serviría como aguja) y cabello para cocer y herida, tomando aire, con un pedazo de tela en la boca comenzó a cocer la herida.

Lágrimas gruesas salían de sus ojos, el dolor era insoportable al momento en que la aguja atravesaba su piel y parte de sus músculos, tuvo que evitar desmayarse por el dolor y la perdida de sangre varias veces solo hasta que llegó a la mitad de la herida sucumbió a el dolor y se desmayo alertando a los tres hombres que, destrozados, veían como se retorcía de dolor.

Con rapidez el zorro la salvo de la pequeña caída al momento de desmayarse, pero sabiendo que era importante cerrar la herida le entrego a Luna al tigre que, con cuidado daba besos y caricias en su cara con ternura, mientras lloraba al pensar en el doloroso proceso.

El zorro se preparó, ahora mismo no podía sucumbir a sus emociones,no cuando su pequeña hembra lo necesitaba, así que con cuidado, rapidez y precisión termino de cocer la herida, no deteniéndose incluso cuando Luna gimoteaba en el inconveniente.

Al terminar suspiro y unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos.

—ya paso pequeño tesoro...

El zorro quitó a el tigre de su abrazo y tomo en brazos a Luna, el tigre comprendiendo la situación pero muy a su pesar dejo que el zorro tuviera su momento con ella, aún tenía una plática pendiente con la serpiente.

—...sabes que nos necesita a los tres para sobrevivir ¿No?

—...ahora lo se...

—si, me imagino...¿Cómo era tu vida antes de ella?

Camel vio con intriga al tigre.

—... vacía, solo viajando de un lado a otro sin rumbo, aunque eso ya lo suponías, no es diferente a cualquier otro salvaje.

—y como cualquier otro salvaje, la querías solo para ti... Yo no, yo a diferencia de ti crecí en una aldea pero por mis marcas huían de mi hasta que finalmente me echaron...yo tengo miedo de perderla, no tengo nada más que a ella...supongo es el caso contigo.

—¿a que quieres llegar tigre?.

— me llamo Dest, serpientita, si vamos a estar en contacto es mejor saber cómo nos llamamos, mi punto es, que ambos la jodimos allá, puede que ella nos rechaze...estaría en su derecho.

—no lo hará, no lo permitiré.

Dest pensó un poco, el también reaccionaria asi, estaba a punto de tomarla y huir lejos hasta que ella lo perdonará, pero pensó por un segundo que no sería justo para ella, ya no quería herirla y con un suspiro prosiguió.

—ese es el tipo de pensamientos que lastiman, serpiente, y no sé tú pero, yo ya tuve suficiente de eso por...toda mi vida... si la quieres, cambia de pensamiento.

Y sin más dejo a Camel con sus pensamientos.




Continuará.

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