CAPÍTULO 3

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Ténues rayos de sol se filtraban a través de las ventanas del despacho de Ørwen, iluminando sutilmente la habitación mientras él repasaba algunos documentos. En ese momento, el intercomunicador en su escritorio se activó, anunciando la llegada de Klarie para su entrevista programada. Mientras se preparaba para recibirla, Ørwen no pudo evitar reflexionar sobre el encuentro anterior en el herbolario.
Klarie se acercaba al despacho. Sus sensaciones y nerviosismos después de lo ocurrido el día anterior habían desaparecido. Rumbus abrió la puerta y la acompañó hasta la silla, echando un vistazo al estado de Ørwen antes de volver a su puesto, no sin antes mirar el reloj.
–Buenos días, señorita Dawson.– saludó Ørwen, dejando los documentos a un lado de la mesa. –Primero de todo, quiero disculparme por haberla hecho esperar hasta hoy para su entrevista.– dijo mientras vaciaba un poco de artemisa helada en su vaso. Klarie enseguida recordó las palabras de Phil, pero debía centrarse en ella ahora.
–Veo que su paso por Flyclouds es bastante amplio…
Klarie asintió mientras tomaba asiento frente a Ørwen. –Sí, he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes áreas dentro de la empresa. Me gusta mantenerme versátil y aprender cosas nuevas.– respondió con calma. Aunque su mente aún rondaba las experiencias de sus amigos, se esforzó por mantenerse enfocada en la entrevista. Ørwen ni siquiera hizo alusión a haberla visto la tarde anterior, por lo que supuso que ni siquiera la habría reconocido. Esbozó una leve sonrisa, apreciando la actitud profesional de Klarie.
–Eso es admirable– comentó, antes de sumergirse en una serie de preguntas sobre su experiencia y habilidades.
Ørwen escuchaba atentamente cada respuesta de Klarie, haciendo anotaciones rápidas en su libreta. La conversación fluía con normalidad, y cada pregunta era contestada con una confianza y claridad que impresionaban al entrevistador. Klarie no quiso dejar que lo personal afectase ese momento tan importante. Su trabajo iba antes que todo.
El reloj de Rumbus sonó pasado el tiempo cronometrado. Con delicadeza, se apresuró para ir al despacho y llamó a la puerta. Ørwen le cedió el paso sin perder atención a la voz de Klarie. Al entrar, el joven secretario disimuló recogiendo informes mientras observaba el estado de Ørwen y controlaba el aire acondicionado. Para su sorpresa, los grados del frío seguían como los había dejado. Ørwen le hizo una señal sutil, mostrando a Rumbus que todo estaba controlado. Antes de marchar de nuevo, el joven secretario miró el vaso de artemisa, dándose cuenta de que Ørwen no había tomado sorbo todavía.
Al salir cuidadosamente, su rostro confuso miró el reloj. "Tengo que resetear esto…" pensó para sí mismo, ya que el tiempo de alarma fue el incorrecto.
–Hábleme un poco más sobre su experiencia. ¿Cómo maneja el trabajo en equipo?– pidió Ørwen, observando a Klarie con interés genuino.
–Creo firmemente en la comunicación abierta y la colaboración. Durante el proyecto del suplemento, me aseguré de mantener reuniones semanales con mi equipo para discutir el progreso, resolver problemas y ajustar estrategias según fuera necesario. Siempre intento crear un ambiente donde todos se sientan valorados y motivados a aportar sus ideas.– respondió Klarie sin titubear.
La entrevista continuó durante un rato más, con Ørwen explorando diferentes aspectos del historial profesional de Klarie. Cada respuesta que ella daba mostraba no solo su competencia sino también una pasión palpable por su trabajo. Ørwen, que al principio había sido algo distante, comenzó a relajarse y mostrarse más abierto, incluso compartiendo algunas de sus propias experiencias dentro de Flyclouds.
Finalmente, tras una última pregunta sobre sus objetivos a largo plazo, Ørwen cerró su libreta y se recostó en su silla.
–Debo decir, que estoy muy impresionado con su trayectoria y su visión.
Klarie sonrió, sintiéndose satisfecha por cómo había transcurrido la entrevista.
Ørwen se levantó y le extendió la mano, que Klarie estrechó firmemente.
–Un placer, señorita Dawson.
Cuando Klarie salió del despacho, sentía una mezcla de alivio y emoción. Mientras caminaba por el pasillo, sus pensamientos volvieron a las palabras de Phil y a todo lo que había ocurrido en el herbolario. Aunque la entrevista había sido un éxito, sabía que todavía había mucho por descubrir y resolver en Flyclouds.
Al cruzar la puerta principal del edificio, Klarie respiró profundamente, dejando que el aire fresco despejara su mente. Sabía que el camino por delante sería desafiante, pero también estaba segura de que estaba lista para enfrentarlo, sin importar lo que viniera.
Ørwen se quedó en su despacho, reflexionando sobre la entrevista. Justo en ese momento, Rumbus volvió a entrar, con una expresión de preocupación en su rostro.
–¿Señor…?– preguntó el secretario con cautela, cerrando la puerta tras de sí. –¿Todo ha ido bien?
Ørwen levantó la mirada de sus documentos y esbozó una leve sonrisa.
–Curiosamente, no sentí nada por ahora– respondió Ørwen, sorprendido por sus propias palabras.
Rumbus frunció el ceño, claramente confundido.
–¿Nada en absoluto? Eso es bastante inusual.
Ørwen asintió, todavía procesando la situación.
–Sí, es extraño. Puede que hoy sea mi “día libre”– bromeó, levantándose de la silla para renovar el vaso helado.
–Quizás fue la conversación con la señorita Dawson– sugirió Rumbus. –Parecía muy concentrado y relajado durante la entrevista.
Ørwen se recostó en la mesa reflexionando sobre lo que Rumbus acababa de decir.
–Podría ser. Eso, y que el paseo nocturno de ayer fue relajante para mí– concedió Ørwen.
Rumbus asintió lentamente, pero la preocupación no desapareció de su rostro.
–Aun así, debería mantener la artemisa helada cerca, por si acaso– recomendó Rumbus. –No queremos arriesgarnos…
Ørwen asintió, agradecido por la preocupación de su secretario.
–Por supuesto. Agradezco tu atención. Mantendré la artemisa a mano, pero por ahora, tan solo necesito un buen plato de comida.
Rumbus soltó una pequeña risa, aliviado de ver a Ørwen en buen estado.
–Me alegra escuchar eso, señor. Prepararé todo para la hora del almuerzo.
Ørwen asintió una vez más y volvió a sumergirse en sus documentos mientras Rumbus se retiraba del despacho. A pesar de la extrañeza del momento, Ørwen no podía evitar sentirse optimista.
Klarie llegó a su puesto de trabajo. Había superado una etapa crucial, pero aún quedaban muchas incógnitas por resolver. Phil llegó a toda prisa.
–¿No piensas bajar a comer?– Klarie le miró confusa. A continuación miró la hora.
–¿He estado tanto tiempo ahí dentro?– dijo con impresión.
–Me sorprende que estés vivita y coleando, yo hubiera salido con hipotermia de la cueva del Jefe Ártico…–añadió con humor. –Venga, que nos tienes que contar demasiado por lo que veo…
Klarie no pudo evitar reír ante el comentario de su amigo y ambos se marcharon hasta el comedor, esperando a que Abby y Dean llegasen para contar su experiencia.

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⏰ Última actualización: Jun 26 ⏰

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