Prólogo

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- Vamos Kelly, será algo tranquilo. - Insistió Iriz una vez más.

Llevaba más de dos días insistiendo que fuera con ella a un antro, que porque conoció a un chico e iba a ir con sus amigos y que no quería ir sola.

- La última vez que salimos a algo tranquilo. - Recalqué la palabra haciendo comillas con las manos. - Terminé con mi celular roto, mil llamadas perdidas y una cruda terrible.

- Ay, es que esa vez si nos pasamos. - Puso cara de asco al recordar todo el alcohol que ingerimos aquella vez. - Pero esta vez sí será tranquilo, lo prometo.

- Tengo que revisar exámenes. - Le dije sin ánimos.

Ella rodó los ojos, cruzó los brazos y respingó.

- Tus alumnos pueden esperar, además que tienes todo el fin de semana. - Se sentó a mi lado y me miró seria. - Kelly... No te puedes refugiar en tu trabajo después de lo que pasó.

Le desvié la mirada, aun me duele tocar ese tema. Me quedé callada un momento y después de pensarlo un rato acepté ir con ella.

- Está bien, voy contigo.

Puso cara de felicidad pura, pegó un salto y me abrazó.

- Kelly, te amooo, vas a ver que nos vamos a divertir.

- Sí, sí, pero ¿qué me pongo?

- Ahorita te ayudo a escoger algo, y nos conseguimos dos pa dos.

- ¿Qué no tú ya le eras fiel a uno?

- Por eso, yo con Fernando y tu con alguno de sus amigos.

- No me gustan los fifas, gracias. - Digo con sarcasmo.

- Su mejor amigo está guapo. - Dice levantando las cejas en modo coqueto.

- ¿Quién es su mejor amigo?

- Se llama Alan, y creo que está soltero.

- ¿Crees?, yo no me voy a arriesgar a que me desgreñen.

- Nah, tú tranqui.

- Bueno, pero yo no voy en plan de ligar, solo voy a acompañarte.

- Vas a ver que sí te consigo algo.

Solté una risa sin creer que esa noche saldría de mi zona de confort y comenzaría una nueva aventura en mi vida.

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