Habían pasado algunos días, Alan apenas había regresado de un viaje que tuvo y estaba en su departamento, así que decidí ir a llevarle el desayuno y quedarme un rato ahí.
Llegué y toqué el timbre. Salió él con cara adormilada lo cual me causó una pequeña risa.
- ¿Te desperté? - Le preguntó con humor.
- Estaba soñando con Karely Ruiz. - Dice soltando un bostezo y haciéndose a un lado para dejarme pasar.
- Que asco me das, Mozo. - Le digo con mala cara ante tal confesión.
- Así me quieres. - Afirma y yo solo le doy un Bombastic side Eye.
- Te traje waffles. - Le digo levantando la bolsa que tenía en la mano.
- ¿Los hiciste tú? - Me pregunta.
- Ehhh... Nou, pero los traje de un lugar donde venden comida muy rica.
- Ok, gracias amor, moría de hambre. - Dice y me da un beso en la frente.
- No creo que tuvieras mucha, estabas dormido. - Le digo.
- Estaba teniendo una lucha interna por eso. - Dice riendo.
- ¿Desayunamos? - Le pregunto.
- Claro.
Toma la bolsa y la lleva al comedor. Nos sentamos y comenzamos a degustar el desayuno que había llevado, aunque yo soy más team comida salada, amaba la comida dulce y esos waffles estaban de rechupete.
- ¿Y cómo va la situación con Daniel? - Le saco platica.
- Mejorando. - Dice levantando los hombros.
- Oh... - Ya no sabía que decir, era muy mala haciendo platica. - Oye...
- ¿Sí?
- En una semana semana será la graduación de mi hermano y quería saber si me quieres acompañar.
- La pregunta ofende, amor. Claro que quiero, esas fiestas se ponen con madre. - Dice con cierta emoción.
- Ese día te presentaré a mis papás. - Le doy una sonrisa.
- ¿Entonces no me puedo emborrachar? - Dice fingiendo decepción.
- Ehh... No creo que los problemas los tengas con mis papás, sino con tu DT. - Le digo levantando una ceja.
- Cierto, soy un profesional, no puedo estar por ahí emborrachandome.
Yo suelto una pequeña risa mientras niego con la cabeza. Terminamos de desayunar y recogimos la cocina.
- ¿Qué quieres hacer? - Me pregunta Alan.
- No lo sé, ¿tienes algún juego de mesa?
Se queda pensando un poco y niega, después de unos segundos su rostro expresó que se acordó de algo.
- Tengo una baraja. - Dice.
- Prefecto, ¿Qué sabes jugar? - Le pregunto emocionada.
- Ehh, nada. - Dice formando una línea con su boca.
- Bien, te enseño. - Le doy una sonrisa. - Trae la baraja.
El camina a su cuarto y regresa con el mazo de cartas en mano.
- Aquí está. - Me la entrega.
- ¿Qué quieres jugar?
- No sé jugar nada, lo que sea está bien. - Alzó los hombros.
- ¿Qué te parece "Con quian" ? - Sonrio ante la propuesta que yo hice, no es que sea una experta, pero lo sé jugar muy bien.
- ¿Cómo se juega? - Dice él acercándose a mi para explicarle.
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La curiosidad
FanfictionVarias decepciones han hecho que ella ya no confíe, pero un plan tranqui con su mejor amiga puede cambiar todo.