Cuando desperté Alan ya no estaba ahí, revisé mi celular y me quedé viendo Instagram, en todas mis redes tenía mil etiquetas y comentarios a cerca de las fotos y videos que nos tomaron ayer.
- ¿Por qué aún no estás lista? - Dice Alan entrando a la habitación.
- Me acabo de despertar. - Digo tallando mis ojos.
- Alístate, que vamos tarde. - Dice subiendo a la cama y dando un beso en mi frente.
- ¿Y si mejor nos quedamos aquí? - Digo volviendo a acostarme.
- Es una excelente idea. - Dice y me besa.
Fueron unos besos largos e intensos que ya estaban logrando calentar la situación, pero su teléfono comenzó a sonar. A él no pareció importarle, pero el sonido era demasiado molesto. Frustrado toma su teléfono y contesta.
- ¿Bueno?
Yo no lograba escuchar nada, solo me quedé expectante.
- Ya voy wey, es que me quedé dormido y estoy en camino para ir por Kelly. - Me ve y me guiña el ojo.
- En diez minutos llegó, bye. - Dice y cuelga.
- ¿Quién era?
- Era Nene, que ya tenía que estar ahí.
- ¿Por qué le mentiste?
- Porque no sabes la carrilla que nos espera si se enteran que dormiste aquí.
- Me imagino. - Digo con una sonrisa.
- Bueno, ahora alístate que vamos tarde. - Me sacude el cabello.
Me alisto y partimos camino a Verde Valle, una vez llegamos ahí me recibió Pocho dándome un abrazo.
- Ora, ¿Por qué tanto amor? - Pregunto yo.
- Es que te extrañé. - Me empieza a abrazar aplastándome toda.
- Hazteeee. - Digo tratando de liberarme de su agarre.
- Ay, te quiero mucho, Kelly. - Dice aplastándome aún más.
- Suéltame, pinche enfadoso. - Lo agarro del cabello para que me suelte, pero fue peor, me dejó de abrazar pero también me empezó a jalar el pelo. - ¡Pochooo!
- Ya déjala, la vas a dejar pelona. - Dice Alan.
- No la voy a soltar hasta que me suelte.
Lo suelto y ya me suelta, si me dolió un poco la cabeza, pinche Pocho.
- Neta que tú pareces cría chiquita. - Le dice Mariella, su esposa.
- Controla a tu bestia. - Le digo a Mari mientras arreglo un poco mi cabello y la abrazo.
- Bestia serás tú. - Dice Pocho y me saca la lengua, le devuelvo el gesto y le paro el dedo de en medio.
- Vente, acá están las demás. - Me dice Mari y me toma de los hombros.
- Espérate, déjame despedirme de ella. - Dice Alan con cierto tonito.
Me da un beso y se va junto con Pocho.
- Disculpa a Víctor, ya ves como es.
- Ay no te preocupes, me voy a vengar algún día, vas a ver.
Llegamos con las demás y déjenme decirles que si las miradas mataran, Iriz ya me habría mandado al concierto de Jenny Rivera.
Me acercó a ella y solo me ve de arriba a abajo y me voltea la cara.- ¿Qué pasó? - Le digo inocente.
- No me avisaste que estarías con Alan, ya andaba activando alerta amber.
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La curiosidad
FanfictionVarias decepciones han hecho que ella ya no confíe, pero un plan tranqui con su mejor amiga puede cambiar todo.