21.- Pater Noster

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Elena Castañeda

Después de jalar el gatillo solté un grito eufórico, mierda, tenía 7 oportunidades más si es que había posicionado la bala correctamente —Suéltalo ya  

Note como rodaban lagrimas por las mejillas de mi chinito — Elena para ya, por favor — Me suplico con voz quebrantada, sus palabras hicieron que más lagrimas salieran de mis ojos. Pero yo tenía todo bajo control.

La cara de Dean era de asombro total, pero no soltaba a Han. Cerré los ojos y volví a jalar de el gatillo, escuché el grito del asiático. Dean soltó un grito de frustración — Bien, bien, lo soltare, pero nada de trucos si no está muerto — Asentí rápidamente limpiándome las lágrimas de mis mejillas.

El negro soltó un puñetazo a Han para después liberarlo y corrió rápido hacia mí.

Le dispare, pero no salió ninguna bala y le dio tiempo suficiente para que me golpeara el rostro. Mantuve el equilibrio y antes de que el tomara el arma se escucharon varios disparos.

Gire rápidamente a la dirección que provenía las balas, era Alex desde la entrada junto a Takashi que tenía una camisa amarrada en su pierna izquierda. Mi cuerpo se relajó y caí al piso, por fin había terminado, el infierno había terminado.

sentí como unos brazos me rodearon — ¿Estas bien bambi? — Solo asentí y lo abrace fuerte — Te amo — Me susurro al oído y mi miedo menguo. Sin más rodie su cuello con mis brazos para después besarlo, un beso suave que nos hacía sentir una chispa tan peculiar que al mismo tiempo transmitía tanta paz.

Escuche a Alex gritar mi nombre y camino hacia mi — En que mierda estabas pensado wey  — Me ayudo a ponerme de pie junto a Han.

Sonreí — Siempre si me animé a jugar eh — Le dije con sarcasmo. 

Me abrazo para después besar mi cabeza — No vuelvas a hacernos esto. — Su tacto me hizo sentir aún más calma.

Takashi me miro con una sonrisa en el rostro — ¿Estas bien? — le pregunte mientras cojeaba hacia mi.

—Un error lo comete cualquiera — Todos reímos cuando de repente una ráfaga de balas callo a nuestra izquierda. Han corrió hasta mi lanzándome detrás de un contenedor de basura.

Logre ver como Alex disparaba a varios hombres que llegaron con armas largas. A mi lado estaba el revolver que tenía hace un rato y lo tomé rápidamente — 1 bala — le dije a Han mientras el sacaba un Glock 17.

El asiático me dio unas cuantas balas — Okey bambi, tenemos que volver a entrar, en el suelo hay armas de alto calibre así que tendremos muchísima más ventaja.

Asentí y comencé a rezar —Pater noster, qui es in caelis  — Han me observaba con una cara que mezclaba perfectamente las emociones de miedo e incerteza  — sanctificetur nomen tuum  — y rápidamente salí un poco del contenedor para dispararle a dos hombres justo en el corazón

Volví a cubrirme y Han no me quitaba los ojos de encima, ahora estaba asombrado —Cúbreme — le dije y me puse de pie mientras volvía a recitar —fiat voluntas tua.

Dispare a otro hombre en la cabeza — sicut in caelo, et in terra.

Detrás de mi estaba Han disparado con precisión a otros hombres, teníamos que ser rápido para poder librarnos de esta. No sabía dónde estaba Takashi, solo veía a Alex cubierto detrás de una pared mientras soltaba una ráfaga de balas.

Por fin llegue a la puerta de la bodega, verifique que no había nadie y grite — ¡Corre! — Han corrió hacia mi mientras yo disparaba los hombres que cada vez se acercaban más a nosotros

El asiático comenzó a despojar de las armas a los cadáveres — Bien bambi, no sé dónde está DK pero tenemos que salvarnos — un mechón de cabello le cubría el ojo izquierdo, Dios, me quieren matar no sé cuántas personas y lo único que puedo pensar es lo atractivo que se ve — Tenemos que hacer un plan.

Estaba a punto de hablar, pero Alex callo con fuerza justo al lado de nosotros — Gracias por su ayuda — dijo mientras se levantaba.

Negue con la cabeza, sabía que él tenía el mismo entrenamiento que yo y no necesitaría ayuda — No seas dramático ¿Sabes dónde está Takashi?

Tiro el AK 47 para limpiarse el sudor de la frente —No se hacia dónde corrió, tenemos que buscarlo.

Mierda, justo cuando pensé que todo había terminado —Bien, tenemos que separarnos — Han rápidamente negó con la cabeza — Si no lo hacemos si alguien falla no podremos hacer nada. Yo busco en la bodega mientras ustedes buscan afuera.

Alex rio —Claro dejemos a la secuestrada sola para que la vuelvan a atrapar — se llevó las manos a la cara como signo de asombro —¿cómo no se nos ocurrió antes?

Puse los ojos en blanco — Hay que tomar riesgos — miré a mi chinito y tenía su mirada perdida

Tome su mano y también la de Alex — Voy a estar bien, tienen que admitir que mate a esos tipos con estilo.

Los dos soltaron una risa baja —Esta bien bambi, ten cuidado — me dijo Han y yo sonreí para después tomar una Thomson M1928 que estaba en el suelo

—si bambi cuídate — dijo Alex con una voz molestamente chillona mientras caminaba tambaleándose como una modelo.

Corrí y le di una patada en el culo.

Mi México || Han LueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora