El camino hacia la felicidad

248 16 7
                                    

La mansión de los Ledger resplandecía bajo la luz de las velas, llena de la élite londinense que se congregaba para una noche de baile y conversación. En medio del esplendor, dos jóvenes damas se destacaban: Violet Ledger, de cabello negro y ojos azules como zafiros, y Portia Abernathy, pelirroja con ojos azules que brillaban como el mar en una tormenta.

Desde la infancia, Violet y Portia habían sido inseparables, compartiendo risas, secretos y sueños en los jardines floridos de la mansión Ledger. Pero esa noche, algo había cambiado en Portia. La joven de cabello ardiente observaba a Violet desde la distancia, sintiendo el peso de sus propios sentimientos.

Finalmente, reunió valor en un rincón apartado del salón, lejos de las miradas curiosas pero no de los susurros que flotaban en el aire.

"Violet...", comenzó Portia con voz suave pero firme, su corazón latiendo desbocado en su pecho. "He estado sintiendo algo que no puedo ignorar más."

Violet la miró con sorpresa, una ceja arqueada en expectación. "¿Qué sucede, Portia?"

Portia inhaló profundamente, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que había mantenido oculto durante tanto tiempo. "Desde que éramos niñas, siempre has sido mi confidente, mi amiga más cercana. Pero últimamente... mis sentimientos han cambiado. He empezado a sentir algo más por ti, algo que va más allá de la amistad."

El corazón de Violet pareció detenerse por un instante. Nunca antes había considerado la posibilidad de que Portia pudiera sentir algo más que amistad hacia ella. "Portia, yo..." tartamudeó, luchando por encontrar las palabras adecuadas para responder.

Portia dio un paso más cerca, tomando las manos de Violet entre las suyas con delicadeza pero con determinación. "Violet, no me importa lo que diga la sociedad. Lo que siento por ti es real y profundo. No puedo ignorarlo más."

Un susurro de incredulidad y esperanza se filtró en el corazón de Violet mientras miraba los ojos sinceros de Portia. La tensión entre ellas creció, cargada de emociones que habían sido reprimidas durante demasiado tiempo.

En un instante de valentía y deseo mutuo, Violet cerró la distancia entre ellas y sus labios encontraron los de Portia en un beso suave pero apasionado. Fue un breve momento de éxtasis y verdad, donde el mundo exterior pareció desvanecerse y solo existieron ellas dos, compartiendo un secreto prohibido y hermoso.

Pero antes de que pudieran sumergirse por completo en ese momento, la realidad los alcanzó de golpe. Violet se apartó con brusquedad, con los ojos llenos de miedo y angustia. "Portia, esto... esto no puede ser", murmuró, retrocediendo lentamente.

El corazón de Portia se hundió al ver la expresión de Violet, mezcla de amor y temor.

Antes de que pudiera responder, la puerta del salón se abrió con fuerza. Lady Ledger, madre de Violet, irrumpió en la escena con una sonrisa radiante que no dejaba lugar a la duda.

"¡Querida Violet! ¡Tienes un compromiso que anunciar!", anunció con una alegría desbordante, ignorando completamente la tensión en el aire.

El corazón de Violet se apretó con dolor mientras miraba a Portia, sus palabras de amor aún flotando en el aire. Sabía que la sociedad no toleraría su amor, y no podía permitir que la vergüenza cayera sobre su familia. Con una mirada de disculpa, se volvió hacia su madre y asintió con la cabeza, aceptando su destino.

Días después anunciaron el compromiso de Violet Ledger con Edmund Bridgerton, un matrimonio destinado a fortalecer la posición social de ambos linajes.

Portia y Violet se distanciaron, obligadas a enterrar sus sentimientos en lo más profundo de sus corazones.

A medida que los años pasaban, Portia cumplió con su deber y se casó con un hombre de su misma clase social. Aunque encontró cierta estabilidad, el amor que había compartido con Violet quedó como un recuerdo doloroso y prohibido, una llama que nunca se apagó del todo en su corazón.

Violet & PortiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora