Capitulo.-24. Min estando débil.

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Jungkook estaba afuera esperando a Scarlett, sabía que esa visita iba a tardar bastante, así que aprovecho el tiempo para investigar acerca del pasado de ella, no lograba encontrar nada acerca de Scarlett en particular, sin embargo de su hermano había mucho contenido relacionado a su reciente compromiso, los logros que tenía tanto nacional como internacionalmente en su empresa y se extenso conocimiento de los negocios en Corea.

Estaba a punto de rendirse y no buscar más, no había nada que lo hiciera sospechar de cosas malas, o que pudiera tener que ver con Scarlett, sin embargo llegó a una noticia poco conocida, tenía que ver con el hermano de Scarlett, se le había involucrado en la universidad donde estudió con problemas de acoso estudiantil, al parecer él había sido el causante de que muchos de sus compañeros en la universidad se dieran de baja, ya que era uno de los principales agresores en esa universidad.

Ese tipo de cosas se le hicieron un signo de alerta, sin embargo no entendía porque eso estaba relacionado con ella, pregúntale no era una opción ya que seguramente no le diría nada. Mientras continuaba revisando en el celular le llegó una alerta.

Como él era parte del escuadrón de seguridad de Min, todas y cada una de las noticias importantes le llegaban a su celular, ya que él era el que cuidaba a Scarlet, había recibido de emergencia la noticia acerca de un cambio de domicilio, Min se mudaría más al sur de seúl con intenciones de despistar a las personas que en ese momento lo estaban buscando.

Comenzó a mirar para saber si Scarlett ya estaba a punto de salir, Ya que en cualquier momento todo parece indicar que Min abandonaría esa vivienda. Justo en ese momento se abrió la puerta y Scarlett subió a la camioneta.

—Vámonos de aquí. -dijo molesta.

—¿Pasó algo?

—No, solo quiero irme.

—Dime si paso algo.

—Carajo no.

—No me ocultes las cosas, acabo de recibir una alerta de que Min está en peligro. Así que si sucedió algo dímelo.

Scarlett lo miro sorprendida, las palabras de jungkook y las de Min ahora tenían otro sentido. Entendía las cosas diferente y no había motivo para estar triste.

—No sucedió nada, confía en mí me quiero ir porque no me siento bien.

—¿Que tienes?.

—Estoy cansada solo eso por favor vamos a casa.

Scarlett mintió descaradamente, pero era obvio que no le podía decir nada acerca de lo que había platicado con Min. Ahora no era momento, después volvera a buscarlo para que le ayude  con la venganza contra su hermano, era el único que tenía los recursos y los métodos necesarios para que Ho-Seok no pudiera defenderse. No disfrutaba de tener la amistad de Min por conveniencia, sin embargo después de todo lo sucedido era lo más adecuado.

....

Min se quedó en casa, la herida que tenía le dolían lo suficiente como para saber que no podía moverse de ahí por lo menos ese día, se quitó los vendajes y toda la curación que le había hecho la señorita Park, deseaba sentir ese dolor para volver a sentirse vivo, tener ese dolor constantemente era lo único que le hacía olvidar de Scarlett por un momento, ni siquiera se dio cuenta de que estaba ardiendo el fiebre.

Después de tantas horas sin comer y solo bebiendo alcohol, además de toda la sangre que había perdido, lo habían puesto muy débil, en otras circunstancias habría sido normal verlo dormir, lo disfrutaba y lo hacía constantemente para aislarse del mundo, sin embargo ese día estaba durmiendo más de lo normal por la fiebre que tenía.

Ninguna de sus empleadas, o guardias se atrevían a molestarlo aunque supieran que se encontraba en problemas, estaban acostumbrados a que si lo contradecían terminarían por ser despedidos o recibiendo toda la ira del señor Min. Sin embargo había alguien que no le tenía miedo, alguien que no lo conocía, así que no tenía nada de que preocuparse si entraba con, o sin el permiso de él.

La señorita Park estaba preocupada, después de la visita de esa mujer a la que no logró identificar, el señor Min se había encerrado en su habitación y no quería salir, sabía que no podía estar bien, así que sin preocupación alguna preparó la cena, aún no estaba familiarizada con lo que le gustaba a él, pero ahora eso era lo de menos.

En una charola subió, una cena ligera pero equilibrada, un poco de carne de res, acompañamientos como espárragos, verduras y arroz. No sabía si serían del agrado de él, lo importante ahora es que comiera. Tocó dos veces la puerta y no obtuvo respuesta, vuelve a intentarlo una tercera vez sin obtener respuesta nuevamente. Dejó la charola en el mueble que estaba cerca de la puerta y abrió.

El señor Min estaba tirado en medio de la habitación, de inmediato corrió auxiliar, al tocarlo se percató que estaba muy alta su temperatura, era obvio que no lo aguantaría así que intento llamar a uno de sus guardias.

—Por favor ayuda.

Min tomó su mano, apenas con un poco de fuerza logró apretarla.

—No llames a nadie.

—Pero señor, no voy a poder levantarlo.

Sin contestar nada Mim tomó las fuerzas necesarias, se levantó y fue directo a su cama, no pudo más y solo se acostó.

—No llames a nadie, te prohíbo que dejes que alguien vea que estoy débil.

—Tranquilo señor no lo haré

La señorita Park salió de la habitación se llevó de nuevo la charola a la cocina, Y tomó cualquier recipiente hondo que le sirviera para poder llevar agua caliente.

—Fue grosero contigo cierto. -Dijo una de las mucamas.

—No tranquila, tengo que hacer algo que me pidió.

Las mucamas la miraban sorprendidas, el señor Min no había sido grosero, era algo que las tenía impactadas. La señorita Park aprovecho eso para regresar a la habitación de Min.

El Señor Min estaba en la cama, no dejaba de temblar y ya se había cubierto con una manta.

Ella solo quería cuidarlo, así que como él no tenía la fuerza suficiente para defenderse terminó por quitarle la manta, traía puesto un traje negro y una camisa blanca que se veían costosos y era obvio que con tanta fiebre y tanto sudor no podía dejarle puesta la misma ropa.

No supo ni cómo ni porque lo hizo tan rápido, pero logró desvestirlo, después de eso intento buscar una pijama, aún no sabía bien dónde estaba todo en la habitación, así que para más rápido solamente le colocó encima la manta, tomo una toalla del baño y lo humedeció con el agua caliente para ponerla sobre la frente de él, la fiebre estaba tardando encender.

La señorita Park  no podía creer que en su primer día estaba pasando eso, verlo ahí tan vulnerable y tan débil, hacía que ella sintiera algo diferente por él, cuidarlo por ahora era suficiente para ella, aunque tal vez en un momento podía verlo como algo más que su jefe.

Peligrosa Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora