Al entrar y ver a la doctora tan vulnerable me sentía triste, por meses la he admirado y querido de lejos. Tener ocasión de estar cerca de ella en una situación asi me gustaba y debía aprovechar al máximo.
Tenerla entra mis brazos, sentir lo cálido de su cuerpo y oler su perfume me volvían loca, tenerla ahí para mí me encantaba, sus lágrimas estaban humedeciendo todo su rostro, no podía evitar pensar que aún así era linda, su rostro conservaba el maquillaje intacto y aunque se sus ojos perecieron hincharse un poco no era tan obvio que llevan tanto tiempo llorando.
Al principio cuando comenzó a hablar conmigo respondí por inercia, sin poner atención hasta que pregunto.
-¿Me amas?.
Si le decía que no era mentira, además la haría llorar más y no quería. Así que debía decir la verdad aunque ella no lo supiera.
-Si te amo.
-Entonces besame, hazme el amor y hazme sentir deseada Min.
Caí en cuenta que no hablaba conmigo, no sabía quién era yo, porque con los ojos cerrados aún imaginaba a ese hombre con quién siempre estaba. Sentí dolor porque no me consideraba y aún así debía seguir fingiendo.
Hize lo que me pidió, bese sus labios, eran suaves y carnosos, pero sabía a salados por las lágrimas, debia hacer que sus lágrimas se detuvieran, que lo único que estuviera en su rostro fuera una sonrisa, no importaba si tenía que fingir ser alguien más.
No tuve control y los besos eran desenfrenados la puse contra el sillón y la bese metiendo mi lengua en su boca, mientras tocaba con mis manos por encima de su ropa, conserva sus ojos cerrados pero las lágrimas se han detenido.
-Tu no eres Min.-Dijo mientras se apartaba un poco.
-Lo se, fui atrevida. -Me quite y comenzé a hacer reverencias para pedir disculpas.
-Pero no importa, por favor continúa con lo que estabas.-Comenzo a mirarme con su mirada suplicante.
No lo resistí más y continúe, estaba sentada y yo me senté en sus piernas y con las mías rodee su pequeña cintura, quedo tan cerca de mi que podía observarla a detalle, la bese jugando con mi lengua primero en sus labios, lamia delicadamente por toda su boca para hacerla sentir algo más que solo un beso.
La sonrisa de su rostro de nuevo apareció, se quedó inmóvil y comenzé a quitar su ropa, primero su bata blanca, después su playera del uniforme, sedio y me dejó hacer lo que quiera con su cuerpo, se había quedado solo con la parte de arriba de su lencería roja, se veia lo bien proporcionados que eran sus pechos, comenzé a imaginar lo que pudiera hacerle, aunque era mejor comenzar a actuar y no solo imaginar.
Me quite de encima, fui al escritorio y abrí el café, saque un hielo y lo metí a mi boca, me fui directo a dónde estaba Scarlett, pase el hielo por sus labios y fui bajando de a poco, le causaba tanto placer que no podía evitar reflejarlo en sus gestos.
Desabrochó su brasier y lo quito, dejo al descubierto sus hermosos senos, sabía cómo provocarme y no me resistí, pase el hielo por sus pechos y no pudo evitar gemir al sentirlo, intento tapar su boca.
-No, por favor no te contengas conmigo.
No dijo nada y tampoco intento tapar su boca.
El hielo termino derritiéndose, el agua escurría desde su boca hasta su abdomen, mi lengua estaba helada y la pase desde su abdomen, con el contacto de mis labios y mi lengua de inmediato se erizo su piel, subí hasta llegar a su boca, le di un beso corto, sin embargo no le gusto y sujeto mi cabeza, me besaba desesperadamente como si fuera nuestro último beso, mordia ligeramente mis labios.
Me aparte del beso, para esta vez poder quitar toda la parte de abajo de su ropa, al verla desnuda la deseaba más y más, quería que por lo menos esa noche gritara que era mía, pero aún así nesecito su permiso.
-¿Puedo hacer lo que quiera ?
-Si, por favor ya no te detengas.
Sujete el café, escurría agua del vaso, lo puse arriba de su boca y por cada gota que caía le daba un beso corto, para ella era casi un castigo por qué no le gustaban los besos cortos pero yo estaba satisfecha de verla así, tome un trago de café para que después le pudiera dar un beso de los que a ella le gustaban y así al menos probar por mis labios el sabor de su café favorito.
-¿Te gusta?
-Hazlo de nuevo, quiero probar el sabor de mi café favorito en tus labios.
No lo pensé dos veces, al hacerlo y volver a besarla ella no se contuvo más y comenzó a desnudarme, quedé con la parte de arriba completamente desnuda y sus manos tocaban mis pechos, el placer que sentía en ese momento era indescriptible, sus delicadas manos apretaban, sus labios no se contuvieron más y fueron directamente a mis pechos, lamia y subsionaba causando más y más placer, sus manos bajaron a mi zona intima y frotaban por encima de mi ropa causando que terminara humedeciendome.
Me quite de encima y me desvesti por completo, al verla ahí desnuda me sentía más excitada, ella no dejaba de ver mi cuerpo y me motiva más, tome un hielo más y lo sujete entre mis dientes, me arrodille justo frente a sus piernas y las sujete para ponerlas en el sofá, podía ver toda su zona intima, estaba tan húmeda y no había duda de que estaba deseando que continuará.
Puse el hielo en su clítoris y de inmediato soltó un gemido, lo movía en círculos y ella se estremecía por lo que el frío le causaba, antes de que el hielo se terminará lo introduje lentamente en su vagina y de nuevo ella gritaba, lo metía y sacaba, la temperatura de ella estaba derritiendolo, era pequeño y antes de que se terminará introduje mi lengua para jugetear con el dentro de ella, lo movía de atrás a adelante y de un lado a otro sin ser brusca para no cortarla, hasta que se terminó y con el frío de mi lengua jugeteaba dentro de ella, subsionaba y lamia hasta dejarla tan húmeda y deseosa de mi que incluso podía sentir como toda su zona intima palpitaba por la excitación.
El deseo de ambas era tanto, yo deseaba tanto que esa noche Scarlet gritara que era mía y solo mía, verla ahí sedienta de mi y después hiciéramos de esa la mejor noche.
Llegó ese punto donde no puede contenerme más, me puse encima de ella, comencé a frotar mi pelvis contra la de ella, con tanta humedad todo resbalaba naturalmente, Scarlet no paraba de gritar de placer y no podía borrar de mi mente su carita de placer.
.....
Jeon ya no quería estar distante de ella, comenzó a caminar directo al consultorio y estaba dispuesto a todo, no importaba si Min estaba ahí, quería tener de nuevo a Scarlett entre sus brazos. Al llegar escucho un grito y se preocupo. Tocó pero ella no contesto.
Entonces se dio cuenta que el traía una copia de la llave de su consultorio, entonces no dudo y abro, tenía que saber que ella estaba bien y que Min no la había vuelto a lastimar.
Pero al entrar estaba Scarlet, teniendo sexo con la empleada de la cafetería, lo disfrutaba y ni ese momento de escuchar la puerta abrirse las había distraído.
—Scarlet carajo que estás haciendo.
Ambas voltearon y lo vieron, pero Scarlet de inmediato noto que algo en la mirada él había cambiado, lágrimas imbadieron sus ojos y el tanto estaba a punto de brotar de sus ojos.
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Peligrosa Tentación
FanficLa historia de Scarlett (tu) y sus tres relaciones complicadas. Por una parte es la mejor amiga de Min Yoongi, quien la cela cuando ve que alguien más la pretende ya que está enamorado, pero decide quedarse callado y no confiesa sus sentimientos. E...