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— No, solo espagueti, no tengo ganas de pollo — Jungkook se encontraba sentado en la sala de su departamento mientras jugaba con su teléfono, demasiado concentrado como para levantar la vista hacia su novio quien se encontraba haciendo el almuerzo. Eran las cuatro de la tarde de ese domingo aburrido, siempre pasaban ese día de la semana encerrados en su casa haciendo lo básico y follando, bueno era así antes de lo de Taehyung, así que solo hacían lo básico.

— Anda, ya está todo, vente o te traigo de las orejas, tú obsesión con Minecraft me va a venir matando. — Taehyung le miro parado desde la cocina colocando sus manos en sus caderas después de haber dejado servido los platos en la mesa, Jungkook rodó los ojos y apago el teléfono para ir con una pequeña risa hasta el moreno, donde dejo un beso en su mejilla.

— No te enojes que te arrugas

— Tonto.

Se sentaron a comer sin mantener una charla, no era necesario, tanto tiempo juntos era suficiente para que ambos supieran que con su sola presencia estaban más que satisfechos y tranquilo pero esa tranquilidad fue interrumpida por el sonido de notificación del menor, ambos voltearon a ver el aparato encima de la mesa, kook al ver que era un número desconocido lo tomo tan rápido que por poco que se le cae, Tae se acercó hacia él y ambos sonrieron al ver de quien se trataba.

— Dios, fui escuchado

Menciono el pelirrojo mientras se levantaba con una sonrisa y caminaba hacia su cuarto para cambiarse.

— Aún no cantes victoria, tete, puede que no acepte — le siguió por detrás yendo al mismo lugar, con el mismo propósito.

— Kook, en ningún momento se negó a nuestros toques cuando éramos adolecentes, menos lo hará ahora.

— Exacto adolecentes y Jimin estaba solo, aún así el no quisiera aceptaba por miedo. — Muchas de las veces a Jungkook no le parecía lo que hacían con el pequeño rubio, pero el tenerlo tan dócil y entregado a ellos no podía negarse a hacer todo aquello, pero a veces su remordimiento lo alcanzaba y la culpa le llegaba.

— Nunca ví que se quejara, además dijimos que si un día él decía que no íbamos a parar, nunca nos puso un alto o al menos lo intento, así que deja de comerte la cabeza y cambiante, que puedo y comamos otra cosa — le guiño uno de sus ojos y sonrió, para acercarse, ya cambiando y listo, hacia el alfa y plantar un beso sobre sus delgados labios.

🪷

El Omega vestía un pantalón de mezclilla roto holgado de las rodillas, su cabello rubio planchado, una camisa blanca dos tallas mas grandes que la suya y nos converse, se encontraba parado en la entrada del centro comercial comiendose las uñas y de vez en cuando rascando aquella urticaria por estres en su cuello, era una persona muy nerviosa y ansiosa a tal grado que su cuerpo soltaba sarpullido, alergia por estrés, es lo que tenía.

— Jimin

Al escuchar su nombre volteo a ver a la pareja venir con unas agradables sonrisas en su rostro, Jimin suspiro y un poco más relajado se acercó a ellos con la misma sonrisa.

— Hola, ¿No te hicimos esperar tanto verdad? — Pregunto el moreno mirando de pies a cabeza al otro, notando el enrojecimiento en su cuello.

— No para nada, llegué hace como tres minutos.

— Es lo bueno, ¿Qué te parece ir por unas malteadas? — fue turno del alfa para cuestionarlo y ganó un asentimiento de cabeza por parte del Omega y el trío se encamino hasta el lugar. Al llegar tomaron asiento en una de las mesas más despejadas y pegadas a la pared de cristal que daba la vista al centro comercial, Jungkook fue quien se paró para ir por los pedidos de los otros quedando solo el beta y Omega en la mesa, el último mencionado volvió rascar su cuello mientras miraba hacia todas partes menos al pelirrojo que tenía en frente.

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