Capítulo 4: Un Nuevo Desafío

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Furina se apresuró por las calles de Fontaine, la prisa latente en cada paso mientras se dirigía hacia el teatro. Habían pasado ya tres meses desde que había dejado el palacio celestial y se había sumergido por completo en su nueva vida entre los mortales. Aunque la memoria del beso compartido con Neuvillette seguía jugando en su mente de vez en cuando, sin embargo Furina se había prometido a sí misma mantener el enfoque en su carrera como actriz.

Al llegar al teatro, se sumergió de lleno en los preparativos para la próxima obra. Era una producción ambiciosa que estaba generando gran expectación en Fontaine, y Furina había conseguido un papel principal. Mientras se cambiaba en el vestuario, los murmuros de los otros actores y el bullicio del equipo de producción llenaban el aire.

"Furina, ¿estás lista para la escena del segundo acto?", preguntó el director desde la puerta. Ella asintió con determinación y se preparó mentalmente para sumergirse en su papel. La actriz en ella tomó el control, dejando atrás por un momento las dudas y las emociones personales que la habían atormentado en los últimos días.

Durante los ensayos, Furina se encontró envuelta en la magia del teatro. Cada línea, cada gesto, la transportaba a un mundo distinto, lejos de las responsabilidades divinas que una vez había llevado. Recordó las palabras de Neuvillette, la comprensión silenciosa que compartían, pero sacudió la cabeza para apartar esos pensamientos. "No le daré tanta importancia", se dijo a sí misma con firmeza. "Debo concentrarme en mi trabajo como actriz."

Sin embargo, durante los últimos días de ensayos, Furina comenzó a experimentar un malestar persistente. Náuseas matutinas, cansancio constante y cambios en su apetito la preocupaban. Trató de ignorar estos síntomas, atribuyéndolos al estrés y la intensidad de su nueva vida. Pero conforme pasaban los días, los síntomas se intensificaban

Una mañana, mientras se preparaba en el camerino antes de la función, el malestar se hizo abrumador. Se sintió mareada y corrió al baño, apenas llegando a tiempo antes de vomitar. La mirada preocupada de una compañera de reparto la encontró mientras se limpiaba la boca con un pañuelo.

"¿Estás bien, Furina?", preguntó su compañera con voz suave. Furina asintió débilmente, sintiendo que su mundo se tambaleaba

Al finalizar la función esa noche, Furina se retiró temprano a su apartamento. Se sentía agotada y confundida. Mientras se recostaba en la cama, los síntomas de malestar no la dejaban en paz. Una voz en su mente susurró una posibilidad que había ignorado hasta ahora.

"¿Podría ser...?", murmuró para sí misma, dejando la pregunta sin respuesta. El pensamiento de estar embarazada la llenaba de un torbellino de emociones contradictorias. Si era cierto, significaba un nuevo desafío en su vida ya cambiada

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Será que esta? O no lo estará? Eso se verá en el próximo capitulo ☺️

El Conflicto de Furina: Neuvillette y los Mellizos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora