Capítulo 3:Un Beso En La Oscuridad

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El vino había desatado una sinceridad inesperada en Furina. Después de su atrevida insinuación hacia Neuvillette, el silencio que siguió resonó en su mente con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Decidida a seguir adelante, se acercó a él con determinación y lo besó suavemente.

Neuvillette, sorprendido por el gesto pero no indiferente, devolvió el beso con una ternura inesperada. Los ojos de Furina se encontraron con los suyos, y en ese instante vio el leve rubor en las mejillas del dragón. Sin embargo, antes de que pudieran profundizar en el momento, Furina se apartó con una sonrisa juguetona y lo hizo sentar

Se instaló sobre él, la mirada fija en la suya mientras la noche los envolvía en un silencio cargado de emociones. Neuvillette, siendo un dragón, no sentía los deseos físicos de la misma manera que los humanos, pero el gesto de Furina había despertado en él una conexión y una comprensión más profundas de su compañera.

El amanecer llegó con su luz dorada filtrándose por las ventanas de la habitación. Furina despertó entre las sábanas, confundida por los recuerdos fugaces que se desvanecían rápidamente en la claridad de la mañana.

Me quedé dormida! ¡Voy a llegar tarde al trabajo!", exclamó Furina mientras se apresuraba a levantarse de la cama. Tres meses habían pasado desde que abandonó el palacio celestia , desde que había tomado la decisión de vivir entre los mortales, lejos de su papel como arconte divina

Muestras se vestía La brisa matutina traía consigo el rumor de la vida cotidiana de Fontaine. Furina se preguntó qué estaría haciendo Neuvillette en ese momento, si él también recordaba aquel momento compartido en la oscuridad. La pregunta flotaba en el aire mientras contemplaba el nuevo día que se extendía ante ella, lleno de posibilidades y preguntas sin respuesta.

El Conflicto de Furina: Neuvillette y los Mellizos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora