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Era ya de noche y la fiesta en Ibiza estaba en pleno apogeo. Keyla decidió ir a la barra a pedir un cubata. Mientras esperaba su bebida, un hombre visiblemente borracho se le acercó y comenzó a decirle cosas guarras.

"Que chica más guapa ", dijo el borracho, acercándose demasiado.

Keyla dio un paso atrás. "Aléjate de mí, no me interesa hablar contigo, gracias."

El hombre no le hizo caso y siguió acercándose. "Vamos, no seas así. Solo quiero divertirme un poco. ¿Qué dices si te invito a una copa?"

"¡Que te vayas de aquí viejo asqueroso, déjame en paz!" le gritó Keyla, intentando zafarse de él.

El borracho insistió, tratando de tocarle el brazo. "No seas tan aburrida, nena. Prometo que te lo pasarás bien conmigo."

De repente, un hombre apareció a su lado y le puso una mano en el hombro al borracho. "Si no te apartas ahora mismo, te rompo los dientes", le amenazó.

El borracho, sorprendido y desafiante, le preguntó: "¿Y tú quién eres?"

El hombre, mirándolo con dureza, respondió: "Soy su novio. Así que cuando la vuelvas a tocar, tendremos problemas."

El borracho, intimidado, se alejó murmurando entre dientes. Keyla se giró y se encontró con Héctor.

"¿Por qué has hecho eso?", le preguntó Keyla, aún sorprendida.

"Porque no podía quedarme mirando cómo te acosaba ese gilipollas", respondió Héctor con firmeza.

Keyla suspiró, aún recuperándose del susto. "Gracias, pero podrías haberle dicho algo menos... drástico."

Héctor sonrió. "Lo siento, me salió así en el momento. Solo quería que te dejara en paz."

Ella lo miró, intentando entender sus motivos. "Pero dijiste que eras mi novio..."

Héctor se rascó la nuca, algo avergonzado. "Lo sé, pero fue lo primero que se me ocurrió para que se fuese rápido."

Keyla sonrió un poco, agradecida. "Bueno, ha funcionado. Pero no me esperaba que dijeras eso."

"¿Te ha molestado?", preguntó Héctor, mirándola a los ojos.

"No, para nada. Solo me sorprendió. Pero... gracias. ¿Por qué te importa tanto?"

Héctor se encogió de hombros. "Porque me pareces una chica increíble. No iba a dejar que ese gilipollas te arruinara la noche."

Keyla se quedó en silencio por un momento, asimilando sus palabras. "Bueno, ya que estamos aquí, ¿quieres quedarte conmigo un rato? Podríamos hablar un poco más."

Héctor sonrió, aliviado. "Me encantaría."

Los dos se quedaron en la barra, conversando y riendo, mientras la música y las luces de la fiesta continuaban a su alrededor.

"Entonces, ¿de verdad te he parecido increíble solo por una foto de Instagram?" preguntó Keyla, sonriendo ligeramente.

Héctor se rió. "No solo por la foto. Bueno, la foto ayudó, pero también me ha gustado lo que he visto en tu perfil.Se nota que eres un chica con los pies en la tierra y con dos dedos de frente"

"Ayy jajajaj gracias" dije

¿Qué haces cuando no estás en Ibiza disfrutando de la vida?"

"Pues, estoy estudiando en la universidad. Quiero ser diseñadora de modas. Siempre me ha gustado la moda y crear cosas nuevas. ¿Y tú? Aparte del fútbol, claro."

Héctor sonrió, admirando la pasión en los ojos de Keyla. "Búa diseñadora de moda, a mi eso se me daría fatal jajajaj. Yo, bueno, el fútbol es mi vida, pero también me gusta mucho la música.

Keyla se rió.

Cambiando de tema.¿dónde están tus amigas ahora?"

"Están por ahí, seguro que están bailando. Nos separamos un poco cuando vine a buscar algo de beber. Pero seguro que las veremos más tarde."

Héctor asintió. "Entonces, ¿cómo es eso de tener a Raphinha como hermano? Debe ser algo surrealista."

Keyla suspiró. "Sí, es genial, pero también puede ser un poco complicado. Siempre he querido que me conozcan por mí misma, no solo como 'la hermana de Raphinha'. Por eso no lo menciono mucho."

"Ya. Debe ser difícil tener que lidiar con eso. Pero, ¿sabes qué? A mí me pareces increíble por quien eres, no por quién es tu hermano."

Keyla sonrió, agradecida por sus palabras. "Ay joder gracias, que mono que eres de verdad, en la tele se te ve así como mas egocentrico pero que eh que eres todo lo contrario, eres un amor de niño de verdad te lo digo."

En ese momento, las amigas de Keyla, Salma, Melody y Alexandra, aparecieron, buscando a Keyla. Cuando la vieron con Héctor, se acercaron con sonrisas curiosas.

"Keyla, te estábamos buscando. ¿Que? has hecho un nuevo amigo", dijo Melody, guiñándole un ojo a Keyla.

"¿Desde cuando estáis aquí en la barra tan juntitos?" preguntó Salma, con una sonrisa traviesa.

Héctor se rió. "Nos encontramos en la barra y, bueno, digamos que tuve que rescatarla de un gilipolllas."

"¡Oohhh !" exclamó Alexandra, riendo.

Melody se inclinó hacia adelante, interesada. "Entonces, ¿qué planes tienes para la noche, Héctor? ¿Vas a quedarte con nosotras?"

"Bueno, si no os molesta. Además, tengo a mis amigos por aquí, podríamos hacer un grupo."

Keyla asintió, mirando a sus amigas. "¿Qué decís , chicas?"

"Claro, cuanta más gente, mejor", respondió Salma, animada.

La conversación continuó fluida, con risas y anécdotas compartidas. La noche prometía ser larga y llena de sorpresas, mientras Keyla y Héctor, junto con sus amigos, disfrutaban de la vibrante fiesta en Ibiza.

Conexión InesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora