Conexión Inesperada

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Me sentía mareada y un poco abrumada por todo el bullicio del festival. Decidí que era mejor retirarme antes de que empeorara.
"Gente yo me voy que me encuentro un poco mal"dijé yo

"Voy a pedirme un Uber y me iré a la villa", les dije, tratando de sonar segura.

"Ni de coña tia ", insistió una de mis amigas con preocupación.

"No te preocupes. Disfrutar pero yo me voy ", respondí, tratando de mantener la calma.

Justo cuando pensé que me iría sola, Héctor intervino con determinación: "Espera un momento, tú te vienes conmigo no te voy a dejar que vayas por una ciudad a estas horas, encima en Ibiza te vienes al hotel conmigo."

Dudé por un momento, pero la mirada preocupada y protectora de Héctor me convenció. Asentí con gratitud y acepté su ayuda.

Antes de partir, tanto los chicos como las chicas del grupo dejaron salir sus comentarios:

Lamine, con su tono bromista pero preocupado: "Héctor, cuídala bien y tráela de vuelta intacta eh machito"

Con un suspiro de alivio por el apoyo de mis amigos, caminé hacia la salida del festival, reconfortada por tener a Héctor a mi lado.

Mientras esperaban al Uber, Héctor la abrazó suavemente, sintiendo el temblor en su cuerpo. "¿Estás bien?", preguntó con preocupación.

Keyla asintió, mirándolo con gratitud. "Gracias por acompañarme Hector."

Él le acarició el cabello con ternura y luego la besó suavemente en los labios. Fue un gesto cargado de cariño y preocupación, que calmó un poco los nervios de Keyla.

Cuando el Uber llegó, Héctor la ayudó a entrar y se sentaron juntos en el asiento trasero. Durante el trayecto, siguieron dándose pequeños besos y caricias, buscando reconfortarse mutuamente en medio de la tumultuosa noche.

Al llegar al hotel, Héctor la condujo a su habitación con cuidado. Antes de entrar, se detuvieron un momento en el pasillo. Héctor la miró profundamente a los ojos y luego la besó apasionadamente, expresando su preocupación y afecto de una manera que las palabras no podían transmitir.

Keyla se sintió abrumada por la ternura de Héctor. "Gracias por estar aquí para mí", susurró contra sus labios.

Él la abrazó con fuerza. "Siempre estaré aquí, Keyla. Siempre."

Juntos entraron a la habitación, cerrando la puerta detrás de ellos.