Conexión Inesperada

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El vuelo a Ibiza fue rápido y sin contratiempos. Después de aterrizar, recogimos nuestras maletas y nos dirigimos directamente a la villa que habíamos alquilado. Era perfecta: una casa blanca y moderna con vistas al mar, piscina y suficiente espacio para todas nosotras.

"Me encanta este sitio" exclamó Salma, dejando su maleta en el salón y corriendo hacia la terraza.

"Es precioso" dijo Melody, "nos lo pasaremos de puta madre."

Pasamos la tarde instalándonos, deshaciendo nuestras maletas y acomodándonos en nuestras habitaciones. Cada una de nosotras había traído suficientes vestidos, bikinis y zapatos para una fiesta diferente cada noche. Después de un rato, nos reunimos en la sala de estar para descansar un poco.

"¿Qué planes tenemos para hoy?" preguntó Alexandra, estirándose en el sofá.

"Podríamos ir a la playa que hay fiesta " sugirió Melody, mirando su teléfono.

"Sisisisisi" respondí, "necesitamos empezar estas vacaciones con el pie derecho."

Narrado por Héctor:

Nosotros, por otro lado, nos instalamos en un hotel cerca del centro. El lugar estaba lleno de turistas y el ambiente ya se sentía vibrante y lleno de energía. Después de dejar nuestras maletas en las habitaciones, nos reunimos en el lobby para planear la noche.

"Oye, escuché que hay una fiesta en la playa esta noche," dijo Lamine, mostrando su teléfono con información del evento.

"Perfecto," dijo Pau, "eso suena como la manera ideal de empezar nuestras vacaciones."

"Y quién sabe," añadió Marc, "tal vez nos encontremos con Keyla y sus amigas. La isla no es tan grande después de todo."

"Búa búa búa seguro que estarán" dije yo, sintiendo una mezcla de anticipación y nerviosismo. "Sería genial verlas por ahí."

Después de confirmar los detalles de la fiesta, pasamos la tarde explorando un poco la zona y preparándonos para la noche. La emoción era palpable; todos estábamos listos para disfrutar al máximo de nuestra primera noche en Ibiza.

Mientras nos preparábamos para salir, no podía dejar de pensar en la posibilidad de encontrarnos con Keyla. La isla, aunque pequeña, estaba llena de vida y oportunidades, y esta noche parecía prometedora. Al caer la noche, nos dirigimos hacia la playa, listos para lo que Ibiza tenía para ofrecernos.

Narrado por Keyla:

Una vez que nos sentimos descansadas y listas para explorar, nos cambiamos y salimos hacia la playa. La energía en el aire era contagiosa, y podíamos escuchar la música a lo lejos.

"Creo que esto va a ser una noche inolvidable," dijo Salma, ajustándose el vestido.

"Definitivamente," respondí, sonriendo.
Nos empezamos a vestir íbamos todas con vestido yo concretamente con uno corto y escotado de color blanco, acompañado con un bolso negro Saint Laurent.

Al llegar a la playa, la fiesta ya estaba en pleno apogeo. Las luces, la música y la gente bailando creaban una atmósfera mágica. Nos unimos al bullicio y comenzamos a disfrutar de la noche.

Narrado por Héctor:
Cuando iba llegando la hora nos empezamos a vestir yo me puse una camiseta Burberry blanca con unos pantalones a conjunto de la misma marca blancos, y por último las bambas Yeezy y unas cuantas gotas de colonia One Million

Cuando llegamos a la playa, la fiesta ya estaba en marcha. Las luces brillaban y la música resonaba en el aire. Nos adentramos en la multitud, buscando un buen lugar para establecer nuestro grupo.

"Esto es la polla" dijo Fermin, mirando a su alrededor.

"Sí, lo es si" respondí, mientras sacaba mi teléfono para hacer una foto del ambiente. Fue entonces cuando noté la publicación de Keyla en Instagram: una foto de ella y sus amigas en el avión, rumbo a Ibiza.

"¡Chicos, mirar esto!" exclamé, mostrando la foto a mis amigos.

"¡Están aquí!" dijo Pau, sonriendo.

"Tenemos que encontrarlas," dijo Marc, lleno de entusiasmo.

"Sí, pero sin parecer desesperados," añadió Lamine con una risa.

Nos sumergimos en la fiesta, disfrutando de la música y el ambiente, mientras manteníamos los ojos abiertos por si veíamos a Keyla y sus amigas. La noche estaba llena de posibilidades, y la emoción de un posible encuentro lo hacía aún más emocionante.