8 Cena para dos 🔥🔥🔥

1.1K 107 89
                                    

Sean aspiró el suave aroma de la albahaca sobre la salsa para las albóndigas que había preparado. Estaba desnudo, por supuesto, su amante solo le permitió colocarse encima su camisa blanca la cual cubría un centímetro más debajo de su culito perfecto. Escuchó los pasos por el pasillo y sonrió. Jasper había despertado para la cena. Sean se humedeció los labios y dejó que el hombre con el que había pasado las mejores tres horas de su vida hablara primero. Sean percibió que el arrebol se instaló en sus mejillas. Algo bastante cómico considerando a todo lo que Jasper lo había sometido.

—Me gusta cómo huele.

Sean se enfocó en el hombre afirmado en el extremo opuesto de la isla de la cocina, sus ojos negros y seductores recorrían su cuerpo apenas cubierto y que contaba todo lo vivido ese día. A Sean le temblaron las piernas, un poco más, si era eso posible, ya que apenas se pudo levantar de la cama. Jasper se dio cuenta de que sus dedos habían quedado grabados en los muslos tonificados.

—La bechamel está lista—añadió Sean—. Tuvimos suerte, aun quedaba un poco de leche.

—Es bueno guardar un poco de leche para ocasiones especiales.

Sean se mordió el labio inferior y aguantó la risa ¿Jasper hizo una broma de connotaciones sexuales?

—Es mi preferida—agregó mientras bañaba las albóndigas con la preparación.

—¿La leche?

—La bechamel

—Claro. —Ambos rieron. Jasper rodeó la isla y llegó hasta donde estaba su joven amante—. Tengo tanta hambre que te comería a ti—musitó y le dio una mordidita en la mejilla.

—Creo que eso ya lo hiciste. Varias veces de hecho—aseguró. Jasper le dio una nalgada, y Sean dio un salto—. Estás loco. Ve y prepara la mesa, la cena está lista.

—Hoy... es mi cumpleaños, ¿sabes?

—¿En serio? —Sean lo abrazó con intensidad—. Felicidades, no lo sabía, de lo contrario habría hecho algo especial.

—Ya lo hiciste—replicó Jasper—. Es mi primer cumpleaños en el que puedo sonreír después de la muerte de mi esposa y mi hijo.

Sean bajó la cabeza, jugó con los bordes de la bata de raso oscura de Jasper.

—Perdóname por haber entrado a tu habitación. Mi curiosidad me jugó una mala pasada—confesó—, de pronto encontré todas esas cosas lindas y...

—¿Te gusta la ropa interior femenina?

Sean se enfocó en Jasper, asintió con timidez.

—Es mi debilidad, siempre quise saber cómo se sentía lucirlas. Mi novio me compraba algunas prendas a veces, a escondidas de mi padre.

Jasper controló la marea de nervios que lo invadió.

—¿Tu novio fue quien te dejó?

—No, él fue asesinado—Su voz se cortó al final de la oración—. Lo mataron frente a mí. Se rieron entretanto lo hacían gritar. Practicaron tiro con él.

Un punto de inflexión. Jasper negó y abrazó a su amante, por fin estaba logrando su cometido. Sean comenzaba a confiar en él.

—Nos odiaban, Jasper—dijo acurrucado en su pecho—odiaban que nos amáramos, que fuéramos hombre, que no fuéramos dignos. Mi padre es un monstruo.

—Lo lamento.

—A veces me pregunto si de verdad existe la justicia. Cada vez que recuerdo la manera en que murió Randy estoy seguro de que no—cuestionó el joven con dureza. La opresión se instaló en la garganta de Jasper ¿Él era tan diferente a esos hijos de puta? —Dios, te estoy arruinando el día—. Sean se separó de él unos centímetros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Especial LGBTQ Día del orgullo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora