El Departamento de Policía de Miami sus secuaces y su equipo de élite ARMA intentan derribar a Armando Aretas, jefe de un cartel de la droga. Armando es un asesino de sangre fría con una naturaleza viciosa y contaminante. Él está comprometido con el...
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A la mañana siguiente desperté con una resaca horrible, nunca pero nunca vuelvo a beber asi en mi vida.
A duras penas logro levantarme de la cama para ir a la cocina, espero que mamá esté cocinando algo delicioso por qué en verdad muero de hambre.
Una vez que llego a la cocina el delicioso olor a café recién echo y huevos con tocino llega a mi nariz disfruto por un momento el delicioso olor.
Veo a papá y al pequeño Marcus que están sentados en la mesa desayunando, mamá aun se encuentra en la cocina terminando de hacer el desayuno.
Tomo asiento a un lado de papá el cuál le estaba dando el desayuno al pequeño Marcus.
—estuvo buena la noche, ¿no?—habla papá en forma de burla.
—Ahh si, ni que me lo digas—agrego sarcásticamente para después recostar mi cabeza en la mesa cerrando los ojos por un momento.
Mamá llega a la mesa con otro plato de huevos con tocino junto con una taza de café dejándolo a un lado mio.
Mamá me acaricia la cabeza y deja un pequeño beso en esta para después hablar.
—despierta mia, o se enfriará el desayuno—a regañadientes obedezco a mamá y levanto de la cabeza de la mesa para después comenzar a desayunar.
Cuándo todos terminamos nuestro desayuno recojo la mesa para después ir a lavar los platos sucios.
Una vez que termino empiezo a caminar en direccion a mi habitación pero el ruido de un auto estacionándose afuera interrumpe mi acción.
Observó por la ventana y veo al tío Mike bajando de su auto, mierda me olvidé por completo que lo acompañaría en busca de un hombre que le daría información sobre las balas.
Cuando el tío Mike entra a la casa me inspeccióna de arriba a abajo después se quita sus lentes y habla.
—Mia, ¿por qué carajos sigues en pijama?—pregunta Mike con molestia.
—olvide por completo que hoy iríamos a buscar a tu informante—explique con una pequeña mueca y rascándome la cabeza.
El tío Mike suelta un suspiro cansado para después volver hablar.
—esta bien, solo ve a cambiarte rápido—me ordena.
Rápidamente subo a mi habitación a cambiarme.
[...]
El tío Mike y yo nos encontramos llegando a una carnicería en dónde veríamos a un hombre llamado Manny.
Bajamos del auto y empezamos a caminar en direccion de la entrada de la carnicería, pero antes de entrar el tio Mike me entrega un arma.
