xx.

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PERSONA DE CONFORT
play tuyo by mora.



El reloj dio las 12 de la noche, y mientras las calles tranquilas del barrio donde recidían los Pham se silenciaban, en la casa de la familia Pham las luces aún seguían encendidas. Los medicamentos parecieron haber hecho un buen efecto sobre Hanni, ya que en ese momento se encontraba riendo fuertemente, mientras Minho contaba lo que él mismo catalogaba como "chistes pésimos", pero que a la chica le hacían demasiada gracia.

—Otro, otro.—pidió Pham mientras se secaba las lágrimas.

—No, ya es tarde y andas de escándalosa.—dijo Minho mientras le sonreía.

Hanni hizo un pequeño puchero antes de acercarse al pelinegro, dejando sus rostros a pocos centímetros de distancia.

—Por favor.

—No.—respondió Minho para luego darle un corto beso en los labios.—¿No tienes sueño, corazón?

Hanni negó con la cabeza antes de sentarse a horcajadas sobre el regazo de Minho y besarlo. El chico correspondió al beso sin más, colocando sus manos sobre las piernas desnudas, gracias al short que llevaba puesto, de Hanni. Aunque Minho era quien tendía a controlar la situación en los besos, en aquel momento Hanni se sentía, a percepción de Minho, bastante agresiva.

La chica mordió el labio del pelinegro con ligera fuerza antes de separarse, sonriendo. Minho estaba en shock, podía sentir su corazón intentando salir de su pecho. Tragó saliva, provocando una risita por parte de Hanni.

—¿Te rompí?—preguntó con burla, acariciando la mejilla de Minho.

—¿Ya no te sientes enferma?

Hanni negó repetidas veces con la cabeza, antes de ocultar su cabeza en el cuello de Minho. El pelinegro esbozó una pequeña sonrisa antes de sacar como pudo su teléfono del bolsillo de su chaqueta. Con cuidado abrió la cámara, y tomó varias fotos de Hanni escondida en su cuello.

—Hanni.—murmuró el chico antes de besar la cabeza de la chica.—¿Puedo subirte a mis historias de instagram?

Y eso fue como accionar un interruptor en la chica. Hanni salió del cuello de Minho con emoción, por poco golpeando al chico en la boca, y empezó a asentir repetidas veces.

—¡Claro! ¡Estaba esperando a que lo pidieras!—dijo antes de abrazar al chico con fuerza.

Minho rio un poco, y entró a instagram sin más. Mientras subía la historia, Hanni besaba su mejilla repetidas veces. El chico se sonrojó un poco, y en cuanto terminó de subir la historia, lanzó su teléfono al sofá para luego mirar a Hanni.

—¿Y esa sonrisita?—preguntó Minho con suavidad, acariciando las piernas de Hanni.

—Normal.—murmuró antes de besar al chico.

El beso, a diferencia del anterior, fue más tierno. Los labios de ambos se movieron suavemente, mientras Minho acariciaba las piernas de Hanni y Hanni apretaba las mejillas de Minho. Hanni se separó con suavidad, sonriendo de forma tranquila y linda.

—¿Sabes que estoy muy feliz?—soltó de repente.

—¿Por?

—Por ti. Nunca había estado tan feliz de haberme enfermado.

Minho soltó una risita, besando la nariz de Hanni.

—Yo también estoy feliz de tenerte aquí, corazón.—Minho murmuró.

Y es que raras veces tendía él a ser tan cariñoso. Sí, con Miyeon lo era, pero nunca había tratado a alguien como una niña pequeña. Y hacerlo con Pham no le desagradó en lo absoluto.

—Me haces sentir cómodo.—admitió Minho antes mover sus manos hasta la cintura de Pham.

—Y tú a mi.—murmuró Hanni antes de besarlo nuevamente.

Duraron un rato besándose, disfrutando del calor del otro. Hasta que la vibración en el teléfono de Minho los hizo separarse. El chico soltó un suspiro antes de estirarse hasta el teléfono. Era una alarma que él programó para las 12:30 de la madrugada. Eso le recordaba que debía irse a dormir, ya que generalmente estaba cansado para los entrenamientos.

—Deberíamos dormir.—dijo Minho apagando la alarma.

—Pero quiero pasar tiempo contigo.—murmuró Pham haciendo un puchero.

Minho besó su mejilla.

—Pero es tarde, y debes estar descansada. Estás enferma, corazón.—murmuró Minho.

Hanni hizo un pequeño puchero antes de acostarse en el cuello de Minho.

—Entonces dormiré aquí.

—Bueno, si eso quieres.—dijo Minho sin más.

—¡¿Puedo?!—Hanni salió del cuello de Minho, y el chico asintió con la cabeza.—¡Gracias!

La chica regresó allí, acómodandose mientras intentaba dormir. Minho rio un poco, acariciando la cintura de Hanni para ayudarla a dormir. El pelinegro se acomodó, apoyando su cabeza contra la de Hanni, sintiéndose inusualmente relajado. 

Y sin notarlo, ambos cayeron en un profundo sueño, y sus respiraciones tranquilas iban como una sola. Al igual que los látidos de su corazón. Y todo porque ambos se durmieron pensando en el otro.

THE BOY IS MINE.―hanni pham.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora