THE BOY IS MINE.―hanni pham.

iii.

LLUVIA TORRENCIAL
play fetish by selena g.

La lluvia torrencial ha afectado el circuito eléctrico de muchas zonas de la ciudad. Hanni leyó las noticias en su teléfono, ligeramente frustrada por no poder irse a casa. La lluvia la había cogido desprevenida mientras se encontraba en el salón de danza practicando algunas cosas antes de irse a casa. En aquel momento se encontraba sentado en el frío suelo del salón, totalmente a oscuras por la falta de corriente eléctrica.

No sabía si era la única en la escuela, y sinceramente no quería descubrirlo, no a oscuras. 

Un trueno sonó a la distancia, lo que asustó ligeramente a la chica Pham, haciendo que suelte su teléfono por la impresión. Suspiró antes de recogerlo, le quedaba poca bateria y eso la tenía nerviosa. No tenía la señal suficiente como para llamar a alguien para que fuese a recogerla, por lo que se encontraba allí estancada hasta que la lluvia cesase. 

Estuvo a punto de apagar su teléfono para ahorrar bateria cuando escuchó pasos provinientes del pasillo. Se le pusieron los pelos de punta mientras se ponía de pie y encendía la lámpara de su teléfono, apuntando hacia la puerta. 

—¿Hola?—preguntó con algo de miedo. No sabía qué le preocupaba más, obtener respuesta, ya que podría ser algún tipo de loco. O no hacerlo, ya que quería decir que estaba escuchando cosas.

La puerta del salón se abrió lentamente, asustando aún más a la chica. Asustada, tomó su termo con agua y lo lanzó hacia allí, cerrando los ojos y gritando del miedo.

—Auch.—Pham abrió los ojos para encontrarse con Minho, sobando su cabeza con dolor.—Bonita manera de recibirme, Hanni.

—¡Lo siento!—la chica se acercó al pelinegro para revisarlo.—¿Te duele mucho? ¡Es que pensé que podrías ser un tipo de loco!

—¿Un loco en la escuela?—Minho rio un poco.—No suena realista.

Hanni compartió la risa, dándose cuenta de lo poco realista que sonaba su hipótesis. Minho apagó la lámpara de su teléfono, sentándose en el suelo del salón de danza. Hanni imitó su acción, sentándose frente a él. Dejándolos a ambos en completa oscuridad.

—¿Qué haces aquí a estas horas?—preguntó Pham con curiosidad.—No es habitual en ti.

—Ah, hoy tenía que irme caminando porque Yoongi está en fisioterapia.—explicó Minho sin más.—Esperé a que llegaran por Miyeon y pues...la lluvia me atrapó. ¿Qué hay de ti?

—Estaba practicando algo.—Y Hanni agradeció que estuvieran a oscuras, ya que no quería que el pelinegro viese el sonrojo en sus mejillas.

—Había olvidado por completo que bailabas.—Minho confesó.—Aunque nunca te he visto hacerlo.

Hanni sonrió con malicia, sonrisa que pasó desapercibida por el chico, que se encontraba absorto mirando el oscuro techo de la sala de danza.

—Nunca lo haces porque siempre te vas con Miyeon en los actos de la escuela a Dios sabe dónde a hacer Dios sabe qué.

Minho sintió que su rostro se calentaba. Miró a Hanni, apenas pudiendo distinguir un poco su rostro, su sonrisa y sus ojos.