𝐒𝐓𝐈𝐋𝐋 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔; Kidd Voodoo

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[xiomara]

estábamos arreglando las maletas para irnos a viña, si, a viña. nos íbamos por dos razones: el david tenía que hacer un show y nosotros queríamos ir hace rato.

tenía ropa, zapatillas, maquillaje y cosas para arreglarme el pelo en una maleta a diferencia de David que ya llevaba dos maletas entre ropa y zapatillas.

— hijo,— entró la tía maca a la pieza.— llevas más cosas que la xio y una maleta más.

— mamá yo tengo que llevar ropa para todo, soy un ser muy perfeccionista.— lo último lo dice en chiste.

— claro po' — soltó una carcajada.— yo con la nachi vamos a salir.

— vayan con cuidado, tía — la apunte entre cerrando mis ojos y ella asintió.— nos avisan cualquier cosa.

nos despedimos y continuamos con lo nuestro. pusimos música en la tele a todo volumen aprovechando que no había nadie en la casa, solo estábamos los dos.

— tengo demasiada hambre.— me queje tirandome para atrás, cayendo en la cama.

— pidamos pizza y después sigo arreglando la maleta,— se acercó a mi el david.— por ti puedo procastinar.

— me parece una muy buena idea, además solo te falta echar calcetines.— lo ví con una sonrisa y el soltó una carcajada nasal.

pedimos una pizza familiar con jugo de durazno porque el de naranja no nos gusta a ninguno de los dos. mientras guardabamos las pocas cosas que le faltaban y cerramos la maleta.

— ¡somos secos mi amor! — exclamó con una sonrisa.— el duo perfecto.

dice mientras se acercaba a mi chocando nuestras palmas al aire, me tomo de la cintura y me dió un beso en mis labios.

(...)

— me duele la guatita,— me quejó tocando mi estómago con mis manos.— no doy más.

— xiomara te dije que te iba a doler la guata pero la porfiada no hace na' caso.— me reta sentándose a mi lado.

estábamos en la pieza comiendonos la pizza, el estaba en la silla de su escritorio y yo en su cama sentada. me tire para atrás quedando con mi vista en el techo.

— voy a morirme.— volví a quejarme.

— somos dos.— responde david acostándose en mi pecho.— mañana hay que levantarse temprano, más tardar a las seis y media de pie.

— todo por y para que estemos juntitos siempre,— sonreí y el depósito un beso en mis labios.— no me da a más mi estómago.

— amor yo te dije que comieras hasta donde tú pudieras no más.— dice masajeando mi estómago con sus manos calentitas.