❝𝗡𝗼, 𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗲𝗻𝘇𝗮 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗰𝗮𝗽𝗲.❞
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𝐉𝐊┊Sim Jake es un joven universitario que siente no tener control en su vida debido a las decisiones que toman por él. Cuando descubre que su padre lo comprom...
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Cuando temes ser lastimado sueles cometer errores con la excusa de protegerte y sueles decir mentiras con el objetivo de que no puedan descifrar lo que realmente quieres decir. Inventas cosas y evades personas. Era bien sabido que muchos en el mundo lo hacían, yo lo hacía. La cuestión era que yo no temía ser lastimado, ya lo estaba y, por lo tanto, no había razón para lastimar a alguien más; sin embargo, lo hacía. Yo lastimaba a alguien.
De pequeño, las personas a mi alrededor, sobre todo mis padres, solían repetirme que cada error era un indicio de un avance y que, sin importar las consecuencias de estos, siempre habría algo bueno que obtener de ellos. Yo solía creer en eso, creía que cada vez que me equivocaba en algo estaba aprendiendo algo nuevo, que podría hacerlo mejor la siguiente vez, que tendría oportunidad de remediarlo, pero luego crecí y me di cuenta de que no todo era cierto. Los errores no siempre daban algo bueno, no siempre te hacían mejor y no siempre tenías oportunidad de cambiarlos. A veces, simplemente, se quedaban como lo que eran, errores.
No me había dado cuenta de cuÁntos errores estaba cometiendo hasta el momento en que descubrí que Yumin estaba casada y que no toda su vida era como ella en un inicio me había contado. Fue doloroso saberlo, sentí que me habían traicionado; pero fue mucho peor cuando supe que así se sentiría Jihyun si llegaba a descubrir lo nuestro. Entonces la culpa llegó. Una increíble culpa invadió todo mi cuerpo y me hizo pensar en la terrible persona que estaba siendo, en lo mucho que la estaba dañando.
Si algo he entendido es que, parte de los errores que cometemos son las mentiras que decimos y parte de las mentiras que decimos es el miedo irracional que sentimos cuando cometemos algo que sabemos que no es del todo correcto, cuando sabemos que vamos a herir a alguien.
No me sentía orgulloso de lo que hacía, mucho menos cuando había estado conociendo a Jihyun en los últimos meses.
Cuatro meses era el tiempo que había pasado desde aquella cena, desde que Yumin se disculpó conmigo y me dijo que iba a divorciarse, desde que le confesé mis sentimientos y accedí a seguir con lo nuestro porque era lo que más deseaba en el mundo, estar con ella. Cuatro meses era el tiempo que había pasado, pero, por alguna extraña razón, no se sentía así.
No sentía que el tiempo había pasado, de hecho, el sentimiento era todo lo contrario. Parecía ser que se había estancado, pues no mucho había cambiado entre nosotros. Lo nuestro seguía siendo un secreto, algo de lo que nadie debía enterarse y ella seguía siendo la misma Yumin que me encantaba, pero con la única diferencia de que aquel sentimiento de encanto parecía ser que se estaba desvaneciendo y yo no tenía ni idea de porqué.
Lo nuestro era lo mismo; besos, sexo, pláticas y discusiones. La misma rutina todos los días. No estaba cansado, solo algo abrumado; por ella, por mí, por nosotros dos. Desde que me enteré de la existencia de Christopher descubrí un lado en mí que no sabía que existía, un lado negativo y bastante posesivo. Cada vez que veía a Yumin hablar por teléfono creía que hablaba con él, cada vez que la veía sola sentía la necesidad de seguirla para saber qué haría y, cada vez que estaba con ella quería que solo se centrara en mí. Estaba siendo celoso y posesivo y no me gustaba serlo, pero no podía evitarlo, esas acciones salían de mí con total naturalidad que, a veces, ni yo podía creer que lo hacía.
