Im Stuck in a Crazy Drama

22.

Para Cha jae eon, la petición de Shin Sera no era mas que una tarea molesta que habría sido más eficiente ignorar.

"Esta bien"

Sin embargo, para su propia sorpresa, aceptó la solicitud de Sera con demasiada facilidad, por una curiosidad tácita de ver cómo había cambiado.

- De acuerdo. Nos vemos ese día.

En el pasado, Sera habría intentado continuar con la llamada de alguna manera, pero tan pronto como logró su objetivo, colgó. Soltó una carcajada e inmediatamente llamó a el director Ko.

- Si, director general

"Pospón mis planes de el viernes por la noche"

- ¿Tienes alguna reunión?

"Voy a asistir a la fiesta de la Galería Haewon con mi prometida. Si es difícil posponer la agenda, no me importa cancelarla por completo"

- .....

El director Ko, que suele ser muy astuto y bueno leyendo los verdaderos sentimientos de Cha jae eon, guardó silencio por un momento.

- La velada del viernes es una noche de hombres de negocios, así que es difícil posponerla. ¿Debería avisarles que no asistirá?

¿Hubo algún evento externo ese día?

Cha jae eon chasqueó la lengua pero no cambió de opinión. No entendía por qué estaba dispuesto a cumplir la petición de Shin Sera saltándose el evento programado.

****

Si, este era el sentimiento.

Al entrar a la sala, Sera caminó con confianza, sintiendo las miradas en ella. Entre las personas que se sorprendieron al ver a Jae eon escoltándola, también hubo un grupo de personas que se habían aliado con Lee seonkyung para convertirla en el hazmerreír de todos. Sera se emocionó al sentir la mirada de envidia y celos.

¿Qué se siente cuando te faltan al respeto de esa manera?

Dejando a un lado los resentimientos personales, Cha jae eon era un marido que todos podían envidiar. Sera sintió una sensación de placer hundirse en su interior e intentó el atrevido acto de cruzar los brazos alrededor de él.

"¿Qué haces?"

"¿Qué crees que estoy haciendo?"

"......"

Cha jae eon entrecerró las cejas como si estuviera disgustado, pero no se apartó de ella, como si fuera consciente de las miradas. Por supuesto, ella tampoco quería tocarlo. Pero el deseo de lucirse venció a la resistencia. En ese momento, él era solo un trofeo que la hacía brillar.

"¿Por qué sonríes tan desagradablemente?"

Cha jae eon, que no pudo soportar el constante movimiento de Sera desde que entraron en la sala, reveló su malestar. Aunque se sentía mal al ver las caras sonrientes de la gente, era una persona con una habilidad excepcional para esparcir cenizas sobre el bueno humor.

"Como me has tratado tan mal, me he enterado de muchas cosas que no debería haber escuchado. Es la semilla que sembraste"

Sera apretó con fuerza el brazo de Cha jae eon.