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Aunque no le gustaba mucho el presidente Shin, lo respetaba como hombres de negocios. Hizo lo mejor que pudo porque sintió que merecía su aprobación. Sin embargo, parecía que su apego solo estaba permitido hacia Lee rowon, y no importaba cuánto lo intentara Sera, ese hecho no parecía que iba a cambiar en el futuro.

"...padre"

El presidente Shin hizo una pausa ante ese titulo que nunca había escuchado en los últimos años.

"Para ti, no soy más que una amenaza para Lee rowon, algo que te preocupa que pueda hacerle daño, pero yo soy tu hija, y aun así.....¿no puedes encontrar ningún valor en mí?"

La expresión del presidente Shin se endureció ligeramente. Después de permanecer en silencio por un momento, dejó escapar un profundo suspiro.

"Sí, eres mi hija. La única hija que me ha decepcionado"

"......"

"No actúes como una niña, y recuerda mis palabras. De ahora en adelante, mantendrás una distancia razonable con Lee rowon"

El rostro de Sera se puso blanco ante la insultante advertencia. Ella apretó el puño con fuerza y preguntó con voz ligeramente temblorosa.

"¿Y si....no quiero?"

"¿Quieres decir que vas a jugar con fuego en la víspera de tu matrimonio?"

Sera se quedó sin palabras ante la mirada despiadada.

"El que te reconozca que seas mi hija sólo llega hasta donde no ejerzas ninguna amenaza sobre Seongwon, así que deja de ser codiciosa y empieza a cuidar bien de lo que se te ha dado, si no quieres perderlo"

Con los labios fruncidos, Sera miró al presidente Shin y salió de la oficina sin despedirse.

Si las acusaciones estuvieran justificadas, las habría aceptado. Sin embargo, desde el principio, nunca tuvo ambiciones que pudieran dañar a Lee rowon, y nuca cometió un error que preocupara al presidente.

La única recompensa por trabajar duro era una advertencia para que se mantuviera alejada de Lee rowon.

Como era de esperar, no había lugar para Sera dentro de Seongwon, y sus esfuerzos hasta el momento no fueron mas que una lucha inútil.

'Y, Lee rowon...'

Hasta ahora, el presidente Shin nunca había reconocido directamente que había seleccionado a Lee rowon como su próximo sucesor. Hoy fue la primera vez que se le reveló sus verdaderos sentimientos.

No había forma de que Lee rowon y ella no lo hubieran discutido de antemano. Los trabajos entre bastidores para convertirlo en su sucesor también debían estar en pleno apogeo.

'¿Y aún así, como puedes comportarte de esa manera frente a mí....'

Ojalá hubiera escuchado siquiera una palabra de Lee rowon.

Aunque nunca había codiciado el puesto de sucesor en primer lugar, sintió una inevitable sensación de traición por parte del hombre que actuó con tanta devoción como si fuera a hacer cualquier cosa por ella, pero mantuvo oculto lo que realmente le importaba. También le hería el orgullo ser tratada como un parasito insignificante por alguien como él.

De todas formas, no había necesidad de sentirse herida ya que cada uno estaba por su cuenta. Simplemente ya había recuperado su sentido de la realidad, que había olvidado al dejarse llevar por esos sentimientos amorosos insignificantes.

Como dijo el presidente Shin, no era momento de jugar con fuego.

Los sentimientos que compartía con Lee rowon no valían el riesgo de que el presidente la pasara por alto. Si una emoción amenaza su supervivencia segura, era correcto desecharla.

Im Stuck in a Crazy DramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora