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Su determinación de cambiar el destino de Shin Sera en la obra original y su determinación de no perder los estribos en ninguna situación se fueron al caño en ese momento.

Sera partió por la mitad la tarjeta de presentación que el hombre le tendió, la arrugó con una mano y la arrojó con fuerza. Un trozo de papel arrugado golpeó la mejilla del hombre y cayó a el suelo.

En el momento en que la mirada del hombre se posó en Sera, ella golpeó la puerta del conductor con todas sus fuerzas. El duro tacón de su zapato dejó una abolladura en medio de la brillante e implacable puerta.

"Joder, ahora qué..."

Los ojos del hombre que había estado indiferente todo el tiempo, se abrieron como platos. Sera buscó en su bolso, sacó una tarjeta de presentación, dobló el papel rígido formando un circulo entre el pulgar y el indice y se lo arrojó directamente a la cara.

"Los costes de la factura los puedes reclamar aquí"

"......"

"Si quieres reclamar una indemnización por daño mental, también lo puedes hacer aquí"

Cuando Sera repitió exactamente las mismas palabras del hombre, se sintió un poco aliviada. Miró con desdén a el hombre que abrió la boca con estupor como si estuviera en shock.

Tras unos instantes de esa mirada, el hombre curvó inesperadamente las comisuras de su boca y sonrió satisfecho. Los ojos de Sera temblaron de incredulidad antes esa reacción inusual.

En esta situación....¿te estás riendo?

Sólo entonces Sera se dio cuenta de lo que había hecho. En un mundo donde no puedes tener cuidado aunque seas cien veces más precavido, se atrevía a provocar a un loco que mostraba abiertamente su locura. Esto habría sido impensable en el pasado, pero ¿realmente se había asimilado como Shin Sera?

Pase lo que pase, huyamos primero.

Sera le dio la espalda y comenzó a caminar rápidamente, como alarmada. Había sido un día salvaje, con su primer encuentro con Cha jae-eon arruinado y casi atropellada por el coche de un loco.

"....lo que es un paseo normal por el parque para mi"

Agachandose detrás de un edificio, Sera suspiró pesadamente y llamó a su chófer. El sol primaveral, que hacía un momento le había parecido agradable, ya no podía consolarla.




****




"Vicepresidenta, tiene una visita"

La secretaria llamó a la puerta de su oficina y anunció con cautela la llegada del invitado. Sera levantó la cabeza con una expresión de desconcierto.

"¿Tenía una cita programada hoy?"

"No. Vino sin programar una cita previa, pero dijo que le gustaría verla y hablar por un momento. ¿Debería decirle que se marche?"

La secretaria se movió inquieta. Parecía como si temiera haber provocado el mal genio de Sera.

Sera llevaba más de dos semanas en el trabajo, pero en ese tiempo no había recibido ni un solo informe ni había asistido a ninguna reunión. La razón era sencilla. Estaba siendo acosada.

Al principio la trataron como si fuera invisible, al estar avergonzada por este trato, se ofreció como voluntaria para realizar diversas tareas. Aunque no estaba segura de poder desempeñar adecuadamente sus deberes, su personalidad no le permitía quedarse de brazos cruzados.

Im Stuck in a Crazy DramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora