Max estaba despertando con un fuerte dolor de cabeza, se sentía mareado, sediento, cansado e incómodo. Le dolían un poco las piernas por la posición en la que había dormido y estaba un poco confundido ya que no recordaba que su habitación se viera así. Cuando trató de sentarse en el sillón, se encontró con la mirada juzgadora de Piastri
¿Oscar?
Max froto sus ojos para asegurarse de que estaba viendo correctamente, para su sorpresa, Piastri si estaba sentado en el pequeño comedor de la habitación
–¿Cómo entraste a mi habitación? ¿Esa es tu pijama? ¿Dormiste aquí? –las preguntas salieron de Verstappen tan rápido como su forma de conducir. Oscar se cuestionó a sí mismo si Max era consiente de lo que había hecho anoche con Sergio o estaba tan ebrio que no recordaba nada
–Respondiendo a tus preguntas, no es tu habitación, si es mi pijama y si –respondió. Max estaba confundido, si esa no era su habitación, ¿era la de Oscar? ¿Cómo terminó en el hotel de Oscar y con Oscar?. Max y Piastri tenían muchas preguntas que querían hacerse, pero no pudieron hacerlo por la presencia del verdadero dueño de la habitación
–Buenos días, ¿dormiste bien? –Sergio se dirigió a Oscar, el niño asintió con una sonrisa. Cuando Sergio apareció en el campo de visión de Max, los dos intercambiaron una mirada –, buenos días –la voz de Checo cambió con Max, no fue amable como con Oscar, parecía estar enojado. Max estaba tan confundido que tardó unos segundos en darse cuenta de algo
Es la habitación de Sergio
–¡¿Oscar y tú, durmieron juntos?! –Max se levantó del sillón con el rostro totalmente rojo, sintiendo un ligero mareo pero ignorando todo malestar. Parecía que la sorpresa de verlos en la misma habitación, imaginar a Sergio en la misma cama con otro, simplemente le desagradó tanto que olvidó la resaca –¡¿Qué te sucede Sergio?! ¡Tiene veintidós años! ¡¿Qué mierda pasa por tu cabeza, Oscar?! –en silencio Oscar confirmó que sus sospechas eran ciertas. Max sentía algo por Sergio, pero Sergio no parecía sentir lo mismo o al menos era menos expresivo
–¡Vienes a mi habitación de madrugada a interrumpir mi sueño, totalmente ebrio ¿Y crees que puedes cuestionar quien duerme conmigo?! –Sergio levantó la voz, Max parecía indignado
–¡¿Así que si dormiste con él?! ¡¿Qué mierda pasa contigo Sergio?! –Max dio un par de pasos hacia su compañero. Quería pegarle. Quería tomar su cuerpo y presionarlo bajo el suyo. Quería encerrarlo en la habitación y por un momento…
–¡¿Qué mierda pasa contigo, Max?! ¿Crees que puedes hablarme así solo porque somos –Max no escucho nada después de contigo, sus ojos pronto notaron una marca roja que estaba en el cuello de Sergio
La marca en el cuello de Sergio solo se la podía haber hecho una persona; su pareja. La idea de que alguien hubiera tocado a Sergio, succionado su piel y lo hubiera marcado como si fuera suyo, encendió un fósforo dentro del cuerpo de Max, el cuál en ese momento era como un garrafón de gasolina
Todo parecía muy claro. Oscar pasó la noche con Sergio, Sergio tenía una marca en el cuello y no quería pensar más en ello
–¡Eres un –Max no terminó de hablar, tomó a Sergio de los brazos y lo sujetó con fuerza –, ¡¿Te acostaste con alguien?! ¡¿Con quién?! ¡¿Con quién mierda duermes, Sergio?! ¡¿Es una mujer o un hombre?! ¡Responde! –Oscar se asustó cuando notó a Max tan violento, iba a intervenir cuando Sergio empujó a Max lejos de él. Cómo el cuerpo de Verstappen estaba tan débil por la noche anterior, fue fácil deshacerse de él
–¡¿De que mierda estás hablando?! ¡¿Crees que me acosté con Piastri?! ¡¿Eso es lo que estás insinuando maldito imbécil?! –todo en Max se sintió tan caliente cuando por un segundo imaginó aquella situación