Después de que Sergio le contara aquella novedad que surgió en año nuevo a Carlos, Carlos decidió que lo correcto sería contárselo a Fernando. Los tres sabían que dentro de la pista su amistad era buena, fuera de ella era privada pero existía esa confianza para contarse ese tipo de cosas. Carlos disfrutaba tener esa cercanía con ambos, aunque pocas veces hablaba de Fernando, lo consideraba un buen tipo y fue bajo su nombre que había llevado a Sergio a España
Al día siguiente Carlos invitó a Alonso a su casa, durante el desayuno los tres se sentaron a comer con una sonrisa. Sainz estaba tan nervioso que apenas y podía comer y Checo no estaba seguro de en qué momento mencionar su relación con Verstappen. Los dos confiaban en el hombre sentado frente a ellos, pero había cierto miedo de recibir una mirada desagradable, un comentario que pudiera lastimar a Sergio o un rechazo
–¿Y con que engaño te trajo Sainz a España? –Alonso podía ser un poco despistado, pero podía sentir que el ambiente que los rodeaba era diferente al de otras ocasiones
Sainz pocas veces lo invitaba a su casa en España y si estaba tan callado era porque quería un favor o tenía una noticia no tan buena
–Dijo que estabas muriendo –respondió Sergio, Carlos y Fernando se rieron
–Era un resfriado –dijo, Carlos levantó las manos
–Con tu edad pudiste morir –dijo, Alonso rió
–El próximo año cumples treinta, Sainz. –lo señaló con su tenedor. Sergio sonrió. El plato del mexicano estaba casi intacto, no sabía cómo decirle a su otro amigo lo que le confesó a Carlos la noche anterior –Te ves pésimo, Checo, lo que sea que vayas a decir creo que es el momento
Sergio dejó de presionar sus manos bajo la mesa y miró a Fernando. La mirada de su amigo era tranquila, había cierta comprensión y amor en ella. Cuando lo veía sabía que podía contarle lo que fuera, lo quería tanto como a Sebastián, confiaba en él como confiaba en Hamilton y era especial para él como lo era Carlos. Realmente quería decirle pero cuando vas a confesar que te gusta otro hombre no es fácil, mucho menos si ese tipo era Verstappen
–Nos queremos hacer un tatuaje en las nalgas contigo –la respuesta de Carlos le quitó presión sobre los hombros a Sergio. Fernando dejó de ver a Checo para reírse de aquello
–¿Izquierda o derecha? –preguntó
Fernando prefería seguirle el juego a Carlos y esperar a que Sergio estuviera listo para hablar
–Me gusta la izquierda –dijo Sainz
–¿Y que nos vamos a tatuar? –preguntó
–El trato es que nos tatuaremos el nombre del primero que llegue al podio está temporada –dijo, Fernando se rió
–Sergio tiene ventaja y yo tengo un auto que algún día tendré que bajarme para empujar –bromeó, Carlos se rió. El ambiente era cálido, cómodo y agradable, por lo que entre risas y después de beber jugo, Sergio lo dijo
–Estoy saliendo con Max
Carlos trató de mantener una sonrisa en el rostro, Checo levantó el rostro para enfrentar aquello y Fernando no tenía una expresión fácil de leer para ninguno de los dos. Hubo un silencio más largo de lo que les hubiera gustado
Carlos estaba pensando en cambiar de tema, Sergio quería irse y Alonso estaba procesando tantas cosas. Los tres estaban atravesando diferentes pensamientos y emociones, pero sabían que si alguno no hacía algo pronto, eso se volvería el peor día del año de los tres
Después de cinco minutos en silencio la conclusión a la que llegó Fernando fue reírse. Carlos cerró los ojos con una sonrisa en el rostro y Checo miró de Carlos a Fernando varias veces