Diez [Yoonmin]

6

Un día tu vida pasará ante tus ojos. Asegúrate de que merezca la pena mirar.

Yoongi había estado esperando alguna noticia de Jimin, pero éste no daba señales de vida, ya habían pasado cerca de tres días y comenzaba a preocuparse. El día que Jimin se enteró de la enfermedad de su padre, tomó las pocas pertenecías que había llevado consigo a la casa de Yoongi y subiendo al auto, se dirigió a donde tenían a su padre.

Yoongi le había enviado un par de mensajes, ya que no quería ser imprudente llamándolo, pero Jimin solo contestó a uno, y la preocupación ya lo estaba matando. Quería estar con él, y mostrarle su apoyo incondicional pero no sabía cómo.

Asistió como todos los viernes al grupo de los optimistas, donde se llevó la sorpresa de que, al grupo, se había integrado otro muchacho llamado Kim Taehyung. Que coincidió con la celebración del cumpleaños de Min Ji, por su puesto Seun Ho estuvo al pendiente de todos los preparativos. Ya que apenas la semana anterior se habían vuelto novios.

Yoongi estaba algo distante y triste, así que no quiso asistir a la celebración que continuaría después en un lugar para bailar, Taehyung que, aunque era nuevo, lo notó y acercándose le preguntó si podía ayudarlo en algo.

— ¿Eres, Yoongi verdad? — dijo Taehyung sentándose a su lado.

— Si — dijo simplemente Yoongi.

— ¿Oye te encuentras bien? No quiero ser imprudente ni nada, pero te noto algo triste y distraído.

— No me hagas caso, es solo que... no importa... oye... ¿Y qué te está pareciendo el grupo?

— ¡Ohhh!... Cambio de tema, bien... no insistiré... pues la verdad ya me imaginaba algo por el estilo, yo no suelo dar brincos de alegría por la vida, pero es bueno encontrar a otras personas con quien compartir la tristeza.

— Si, la verdad es muy reconfortante, y por cierto ¿A qué te dedicas?

— Estudio fotografía, realmente me apasiona poder tener un lente entre mis mano y plasmar todo lo que veo.

— Oh vaya, de cierta manera tenemos algo en común, yo soy pintor.

— ¿Enserio? Que genial.

Aunque la conversación duró unos minutos más, a Taehyung le agrado platicar con Yoongi brevemente. Yoongi se despidió de todos y tomando el metro regresó a casa, donde en las escaleras de la entrada se encontraba Jimin con la cabeza hacia abajo.

— ¿Jimin? — dijo al reconocerlo.

— ¡Yoonie! — gritó Jimin al verlo y corrió a su encuentro para abrazarlo fuertemente.

Yoongi correspondió a su abrazo en un total silencio, agradecido por volverlo a ver, hasta que él mismo lo rompió.

— ¿Sabes cuánto extrañe que me dijeras a sí? ¿Y lo preocupado que estaba por ti?

— Perdóname, es que al ver a mi papá tan decaído yo... — lágrimas se acumularon en sus ojos.

— No llores ¿Sí? Todo va a estar bien, ven vamos adentro.

Entraron juntos tomados de las manos y se acomodaron en la sala de la casa.

— Oye, por cierto, ¿Creí que no te gustaba que te dijera Yoonie? — dijo Jimin recostado su cabeza en el hombro de Yoongi.

— No me gusta, pero ya me tienes tan acostumbrado, que todo este tiempo de no verte me hizo extrañarlo.

Jimin levantó su rostro y le dio un tierno beso en los labios.