Diez [Yoonmin]

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Cuando tienes un sueño tienes que agarrarlo y nunca dejarlo ir.

La celebración de cumpleaños de Jimin duró todo el día, con desayuno en la cama preparado por Yoongi, un masaje con final feliz por su puesto, y de regalo obtuvo el cuadro que había terminado de pintar Yoongi el día anterior, con un hermoso paisaje en dónde de fondo, se podía apreciar tenuemente el rostro de Jimin como parte de la composición de todo el cuadro.

— ¡Oh! ¡Dios mío! Es hermoso, Yoonie — le dijo Jimin con lágrimas en los ojos.

— Solo es un pequeño detalle Jimin.

— Pero como dices eso, este es el mejor regalo de cumpleaños que me han dado en la vida.

Jimin lo abrazó y depositó un tierno beso en los labios de Yoongi, que sonriente se lo devolvió.

— Me alegro que te haya gustado.

— Como no me va a gustar si fue hecho por ti. ¡Es el mejor regalo!

Salieron a pasear, pese a que Jimin todavía se sentía algo ansioso, por lo del día anterior junto con la pesadilla, pero se fue relajando a medida que el día avanzaba. Fueron a visitar al papá de Jimin, que ya se encontraba bastante mejor de salud, que de hecho estaba siendo atendido desde su casa, ya que su condición le era favorable para tener todos los cuidados desde la comodidad de su hogar.

También fueron a la reunión de los optimistas, en donde ya les era habitual tener la presencia de Jimin como miembro honorario. Todos lo felicitaron y celebraron con algunos bocadillos que habían preparado para él.

— Que cumplas muchos años más Jimin, y que seas muy feliz, realmente te lo mereces — le dijo Taehyung dándole un abrazo.

— Muchas gracias.

Jimin recibió aparte de las muestras de cariño de todos, uno que otro presente de parte de todos. Pero lo que realmente lo estaba haciendo feliz, fue el hecho de estar compartiendo ese bello momento con Yoongi, que de vez en cuando le lanzaba miradas desde el otro lado de la sala, mientras observaba como Jimin era rodeado por todos los optimistas.

Al salir de la reunión Jimin pensaba que en verdad ese, había sido el mejor cumpleaños que él había tenido en la vida, no solo tenía el aprecio de verdaderos amigos, sino también el amor de la persona más maravillosa, de su Yoonie, como le gustaba llamar a Yoongi. Era cierto que en ocasiones Yoongi era bastante serio con él, pero siempre le daba alguno que otro momento de verdadera alegría. Se completaban de una manera tan perfecta que eran como piezas de rompecabezas que embonaban a la perfección.

— Hoy, ha sido un día maravilloso ¿Sabes? Y todo te lo debo a ti — comentó Jimin tomando la mano de Yoongi.

— No tienes nada que agradecer, sabes que te lo mereces.

— Pero aun así quiero hacerlo...muchas, muchas gracias — le dijo Jimin saltando a lado de Yoongi y dándole besos en la mejilla.

Caminaron según Jimin sin un rumbo fijo, hasta que de la nada Yoongi se paró en la entrada de un enorme edificio.

— ¿Yoongi? ¿Me quieres decir que hacemos en la Samsung Tower Palace? — dijo sin entender.

— ¿Tú qué crees?

— ¡Oh! — dijo Jimin al darse cuenta de lo que se trataba.

Subieron al denominado edificio más alto de la ciudad de Seúl, ya que el más alto del país se encontraba en la ciudad de Incheon. Tomados de las manos llegaron hasta el elevador y con una sonrisa de oreja a oreja subieron hasta el último piso. Jimin estaba feliz no solo por su cumpleaños sino porque estaban cumpliendo al mismo tiempo, otro de los puntos de la lista.