13

1 3 0
                                    

El destino no es cuestión de casualidad, sino cuestión de elección. No es algo a lo que se deba esperar, sino algo a conseguir.



En cuanto Yoongi regresó a la sala y se percató de que Jimin estaba hablando con su primo, se alegró de ver que estaba haciendo lo que él mismo le había aconsejado, y se enorgulleció de que quisiera arreglar las cosas y evitar más conflictos con su primo.

— Ven, Yoonie — comentó Jimin al notar la presencia de Yoongi.

— ¿Yoonie? — preguntó Jungkook — ¡Dios! Jimin, veo que no has cambiado esa manía de ponerle apodos cursis a la gente.

— ¡Oye! — reprochó Jimin haciéndole un puchero a Jungkook, mientras un avergonzado Yoongi se sentaba junto a él.

— Está bien, de todos modos, es inútil discutir con ese rostro — dijo Jungkook refiriéndose al puchero que todavía le hacía Jimin.

Y sin más comenzaron a reírse, realmente parecía como si entre esos dos hubieran hecho borrón y cuenta nueva. Yoongi se alegró al verlo, por qué a pesar de todo se estaban llevando bien.

— Oye, Kook, todavía no nos has dicho ¿por cuánto tiempo te vas a quedar? — preguntó la madre de Jimin integrándose a la plática.

— Pues todavía no lo sé tía, aún tengo ciertos asuntos que atender.

— Déjame adivinar, ¿De trabajo?

— Pues algo hay de eso — respondió Jungkook esquivando la pregunta.

— A ver Jungkook, explícate, a mi más bien me suena a otra cosa — contratacó Jimin.

— ¿Qué dices? — señaló Jungkook comenzando a ponerse nervioso.

— Si... — dijo con ironía Jimin — te has puesto nervioso por la pregunta de mi mamá, yo más bien creo que son los asuntos del corazón o me equivoco.

— Ah...— dijo sin saber que decir y comenzando a pasarse la mano por el cuello.

— ¡Lo sabía!, tú siempre sueles delatarte solo, porque cada que estas nervioso, te comienzas a tocar el cuello sin darte cuenta — comentó Jimin señalándolo.

— Yo... no... está bien — dijo resignado al darse cuenta que si lo había hecho.

— ¿Y cuándo pensabas decírnoslo? — objetó la mamá de Jimin.

Jungkook acorralado por el comentario de Jimin no tuvo más remedio que contar que efectivamente, estaba saliendo con alguien y que, de hecho, ese alguien, le había insistido en que regresaran a Corea. Ya que su novio también era coreano, pero por asares del destino se habían conocido en Japón, cuando Jungkook firmó un importante contrato de negocios con la empresa de su actual novio.

— Pues me alegro mucho hijo, ya era hora que sentaras cabeza — dijo el padre de Jimin que siempre lo había trato como si fuera otro hijo suyo.

— Gracias tío, la verdad es que él me hace muy feliz.

— Pues entonces debiste traerlo contigo hoy ¿no crees? — lo regaño su tía.

— Lo sé tía, pero él también quería ir a visitar a su familia y aprovechar el viaje para hacer otras cosas — comentó nuevamente poniéndose nervioso Jungkook otra vez.

Jimin y Yoongi que escuchaban la conversación, no perdieron detalle de lo que Jungkook decía, y Jimin al notarlo nuevamente nervioso le preguntó.

— ¿Y cuándo nos lo vas a presentar?, digo... en algún momento lo tenemos que conocer y dar nuestra aprobación.

Diez [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora