⚓️Cerrando tratos||capítulo cuatro

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Corría de aquí para allá. «No uses vestido». ¿Qué rayos le sucedía? Ahora me diría cómo vestirme. Si no hubiera estado tan ocupada mirando cómo hundía su rostro entre mis piernas, de seguro hubiera dicho algo, objetado: —¿Por qué rayos no puedo usar vestido?— bufé, sumamente frustrada.
Ya eran las nueve de la mañana; era malo, muy terrible, seguramente llegaría tarde. —Taehyung odia la impuntualidad— estaba jodida, muy jodida.

El celular comenzó a sonar. Tratando de ignorar y terminar de maquillar mi rostro, escuché nuevamente cómo otras seis llamadas más entraban. Debía contestar.

«Hola»
«Son las putas nueve»
«Lo sé, Taehyung, no me quites más tiempo entonces.»

Colgué la llamada para no perder más tiempo discutiendo, tomé mi bolso y salí de prisa. Con suerte, encontré un taxi, el cual tardó solo veinte minutos en llevarme al "Sweet Night". Me bajé sin esperar el cambio y entré a la oficina de Tae sin tocar. Debí tocar.

—¡Por Dios! —exclamé escandalizada al verlo follándose a la joven mesera Jiso. Me giré en mi lugar para no seguir mirándolos.

—Lo que me faltaba, llegas tarde y me interrumpes —dijo molesto. Yo solo agaché mi rostro.

—¡Lo siento! —dije sincera y avergonzada—. Saldré, vuelvo después.

Caminé para salir del lugar, pero sentí un fuerte tirón en mi brazo que me hizo detenerme.

—Ella se va, tú te quedas. Tienes que saber a dónde vamos y a qué vas.

Dijo aquello con un tono molesto y después se fue de nuevo a su escritorio. La mujer estaba terminando de vestirse con una clara mueca de molestia en el rostro. Pude ver cómo levantó del suelo un condón usado para tirarlo al cesto de basura.

—Terminemos esto después —la escuché decir y luego caminó hasta la salida, no sin antes darme una aterradora mirada.

Yo, en mi lugar, tomé un montón de papeles, incluso en blanco. Fingía acomodar y ordenar, cualquier cosa que fuera con tal de que no hubiera ningún comentario sobre lo sucedido. Estaba tan avergonzada.

—No seas dramática. Ya me has visto desnudo antes y también me has visto follando, y contigo.

Escuché cómo se rió y fue hacia mí.

—Es terrible para ella, debiste poner seguro a la puerta.

—Jieun, ella es una puta, no es una niña de su casa a la cual le quité la virtud. A ella le encanta sentir mi verga dentro.

Abrí los ojos al escucharlo y negué con la cabeza.

—De nada te sirve tener tanto dinero, vestir tan elegante, pero ser tan vulgar y prepotente.

—¡Disculpe usted, mi fina dama! —Se inclinó—. A ella le encanta que le haga el amor con mi aparato reproductor masculino —fingió la voz—. ¿Así?

—¡Aishh! Me molesta mucho.

Escuché cómo reía a carcajadas y después me miró a los ojos.

—Jieun, no estés celosa. Tú eres mi consentida.

Me levanté de golpe y lo miré con desprecio. ¿Cómo era posible? Él creía que yo estaba celosa; no era verdad.

—¿Celosa yo? ¿Por qué debería? Estás cada vez más loco. Y dime de una buena vez: ¿qué rayos debo hacer? Casi muero de estrés por no encontrar un pantalón en mi clóset.

—Oh, es verdad. Verás, iremos a cerrar un trato con el señor Benjamín, pero es un tipo muy... es algo irrespetuoso. No quiero tener problemas con él porque te toque.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓: 𝖫𝗈𝗏𝖾 𝗐𝗂𝗇𝗌 𝖺𝗅𝗅 || KimTHV X Ji-Eun IUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora