HenrikLas letras del nombre "Leclerc Couture" brillan en la fachada, que observo en cuanto bajo de mi auto.
Entro al edificio acompañado de mis escoltas, quienes se quedan en la entrada.La recepcionista me dirige una sonrisa nerviosa antes de señalar el camino. Mi presencia siempre ha tenido ese efecto en la gente, y no puedo decir que me desagrade. Llegar a la sala de reuniones es un trámite, y al abrir la puerta, encuentro a Niklas ya instalado, revisando sus documentos.
—Henrik—dice Niklas, levantando la vista. Su tono es cortés, pero sé que está tan emocionado de verme como yo a él.
—Niklas—respondo con un ligero asentimiento, sin molestarme en sonreír. Tomo asiento al otro lado de la mesa, sin quitarme el abrigo. No tenemos tiempo que perder.
Niklas empieza la reunión mostrando unas proyecciones en la pantalla. Sigo sus explicaciones, pero mi mente ya está evaluando los puntos débiles de su propuesta.
—Según nuestros análisis, unir nuestras fuerzas nos permitiría capturar un 15% más del mercado en los próximos cinco años—dice, su voz llena de confianza.
—Interesante—respondo, mi tono deliberadamente neutral.—Pero tu propuesta no considera los costos de integración. Nuestras culturas empresariales son diferentes, y eso podría generar fricciones.
Niklas frunce el ceño. No le gusta que lo contradigan, y mucho menos en su propio terreno.
—Hemos considerado esos factores, Henrik. Pero los beneficios superan los costos.
—Eso está por verse-replico.— Necesitamos un plan detallado para la integración. No podemos permitirnos errores en una operación de esta magnitud.
La tensión en la sala es palpable. Niklas y yo siempre hemos tenido enfoques distintos, y hoy no es la excepción. Sin embargo, ambos sabemos que este acuerdo es crucial.
—Propongo que nuestros equipos trabajen juntos en un plan de integración —digo, inclinándome ligeramente hacia él.—Deberían reunirse semanalmente para asegurar que todos estén alineados.
Niklas asiente con reticencia.— De acuerdo. Pero necesito garantías de que tu equipo estará comprometido con el proceso.
—Tendrán mi respaldo completo— afirmo, mirándolo directamente a los ojos.-Pero espero lo mismo de tu parte.
Nos quedamos en silencio por un momento, evaluándonos mutuamente. Finalmente, Niklas extiende la mano.
—Trato hecho—dice.
—Trato hecho—respondo, estrechando su mano con firmeza.— mis abogados citarán a los tuyos para discutir los términos legales.
Salgo de la sala con la sensación de haber ganado una pequeña batalla, pero consciente de que la guerra está lejos de terminar. Niklas y yo no somos amigos, y probablemente nunca lo seremos. Pero por ahora, nuestras empresas avanzarán juntas, y eso es lo único que importa.
Mientras camino por los pasillos en dirección al ascensor noto que las mujeres de este lugar no pueden evitar mirarme. Si hago contacto visual con algunas, se sonrojan, y otras en cambio parecen intimidarse. Esto sucede normalmente cada vez que tengo una reunión en esta empresa. En cambio, mis empleadas suelen ser más discretas. Leclerc debería elegir un personal que no se intimide tan rápido.
Al regresar a recepción, paso por al lado de la secretaria de Niklas, a quien recuerdo por no saber hablar en voz baja. Parece querer comunicarle a todo el primer piso que enviarán unas flores al Atlas Nexus, pero no me detengo a escuchar más, a diferencia de algunos empleados que están cerca para saber lo que la secretaria le dicta a un joven que anota las especificaciones de su jefe.
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Dulce Oscuridad
Lãng mạnEn las vibrantes calles de Malibú, Alessandra se ve atrapada en un peligroso juego de seducción entre dos hombres poderosos y competitivos. Mientras Henrik, un magnate tecnológico obsesivo, y Niklas, un encantador diseñador de moda, compiten por su...