Niklas
Sonrío al ver a la rubia frente a mí; ese vestido resalta sus curvas mucho más que su uniforme de mesera.
—¿Por qué me observas tanto? —pregunta ella.
—Porque te ves preciosa. ¿Te arreglas así siempre o estás tratando de seducirme? —le abro la puerta del asiento del copiloto.
—Un poco de ambas. Cuando no estoy entre el trabajo y la universidad, me puedo permitir arreglarme. Hoy sí fue un poco por ti —rueda los ojos—. En mi opinión, "seducir" es un poco exagerado. Lamento decepcionarte si no es lo que querías oír.
Alterno mi mirada entre el camino y ella.
—Es una lástima. Si te vieras así siempre, sería mejor. Por un momento pensé en comprar un departamento en tu edificio si decías que siempre te veías así —bromeo, y ella entrecierra los ojos.
—¿Ahora quién quiere seducir a quién?
—Touché.
Recuerdo un lugar cerca de la playa que suele tener mucha variedad en la comida. Será una buena opción, ya que no tengo idea de qué le gusta a Alessandra.
Hablamos de cosas triviales durante el camino, para evitar llamar la atención nos dirigimos a la parte interna del restaurante.
—Cuéntame de ti —le pido después de que nos traen la comida. Para mi sorpresa, tiene los mismos gustos en comida que yo; pensamos en las mismas opciones antes de elegir.
—Tengo veintidós, estudio ingeniería en computación y...
—Detente, eso me lo puedes contar luego. Lo que quiero saber es lo que te representa, no lo que dirías en una entrevista de trabajo.
—Dame un ejemplo.
—Yo, en tres cosas: 1. Autos, 2. Cachorros, y 3. El mar de noche. Ahora tú.
Lo piensa un poco.
—¿Tienen que ser solo cosas físicas?
—No lo pienses tanto. Y sí, puede ser cualquier cosa que te represente según tú.
—Bien, 1. Independencia, 2. Fresas, y 3. Burbujas.
—¿Burbujas?
—Sí, como los envases con jabón que los niños usan para jugar.
—Eso es lindo. ¿Cuál es el trasfondo?
—Yo explico lo mío si tú explicas lo tuyo.
—Los autos porque de pequeño acompañaba a mi padre a ver carreras, los cachorros porque me recuerdan a mi hermana menor, y el mar de noche porque, ¿por qué no? Es bonito y siempre me ha gustado sin un motivo especial.
—Son buenos argumentos. La independencia porque es una de las cosas de las que me puedo sentir orgullosa a mi edad, las fresas porque es mi fruta favorita, y las burbujas porque, ¿por qué no? —responde, repitiendo lo último que dije.
—Ahora sí puedes decir lo demás, ya sé lo más importante.
—¿Seguro que quieres que siga con mi entrevista de trabajo? —levanta una ceja con sarcasmo.
—Disculpa, por favor, sigue donde te quedaste. Tienes mi atención.
—Vivo desde hace un año con mi amiga Camille.
—¿O sea que tu independencia lleva un año?
—No, cuando dejé de vivir con mis padres, estuve con mi pareja de aquel momento y después con Camille.
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Dulce Oscuridad
RomanceEn las vibrantes calles de Malibú, Alessandra se ve atrapada en un peligroso juego de seducción entre dos hombres poderosos y competitivos. Mientras Henrik, un magnate tecnológico obsesivo, y Niklas, un encantador diseñador de moda, compiten por su...