Dulce Oscuridad

Capitulo 4: ¡Leclerc y Winslow!

Alessandra

—¡Quédate con Niklas!—dice Camille mientras come unos Doritos.

—¿Cómo se te ocurre? ¡Obviamente Ally debe elegir a Henrik!—agrega Tom y extiende la mano para tratar de robarle un Dorito.

—No voy a elegir.

Los dos se voltean a verme, dejando caer la bolsa a un lado para concentrarse en mí.

—¿Entonces?—dicen al mismo tiempo.

—No voy a elegir porque ellos no están interesados de esa forma en mí, ya se los dije, solo he hablado con cada uno en una sola ocasión y son millonarios.

—¿Desde cuándo que sean millonarios es un problema?

—Cam, ellos pertenecen a una clase social diferente y, para colmo, ambos están en sus treintas. Yo soy una universitaria que trabaja de mesera en las noches.

—De Leclerc se sabe que es mujeriego.

—Tom tiene razón, lo vi con mis propios ojos.

—En cambio, el señor Winslow es un caballero.

—Tom, no empieces.

—Por lo menos llámalo para agradecerle por salvarte de Roxanne. Todavía veo en mi mente la expresión de sorpresa cuando vio la nota con su firma.

—No soy team Henrik, pero debo admitir que eso fue gracioso—Camille vuelve a comer sus Doritos y otra vez Tom le intenta quitar.

—Para empezar, no deberían suponer cuál es mejor si no los conocemos.

—Si llamas a Henrik, lo puedes conocer mejor—Tom jala mucho la bolsa y se rompe, dejando un desastre de Doritos en mi cama.

—Parecen unos niños—tomo un par de Doritos y voy a buscar mis cosas para irme a la universidad, dejando a esos dos limpiar lo que hicieron y discutiendo por agarrar de la cama.

             જ⁀➴ ・┆✦ʚ♡ɞ✦ ┆・જ⁀➴

Mientras camino por el bullicioso campus de la UCLA, disfruto del aire fresco de la mañana. De repente, veo a mi amiga Laura.

—¡Ally!—exclama Laura, alcanzándome con una sonrisa—. ¿Cómo te fue anoche en el Atlas Nexus?

—Interesante, por decir lo menos—respondo con una sonrisa divertida—. Derramé whisky sobre un cliente y resultó ser Henrik Winslow.

—¿Henrik Winslow? ¿El CEO de Winslow Systems?—Laura abre los ojos con sorpresa—. ¿Qué pasó?

—Fue muy amable. De hecho, hasta me pidió que bailara con él—río al recordar la situación.

—¡Me haces querer pedir trabajo en el Atlas!—Laura se ríe también—. ¿Y Niklas Leclerc? ¿Lo viste de nuevo?

—Sí, también estuvo allí, pero no hablamos esta vez—me encojo de hombros.

—¿Crees que le caiste bien a Henrik? ¿Y si tienes una oportunidad de hacer una pasantía en Winslow Systems?—Laura pregunta con entusiasmo—. Eso sería increíble.

—Lo sé, pero no quiero adelantarme. Apenas nos conocimos—digo.

—Bueno, como sea, me tienes que contar todo con detalles después. ¿Lista para la clase de hoy?—pregunta Laura mientras nos acercamos al edificio de ingeniería.

—Siempre lista—respondo, sonriendo mientras entramos juntas al aula.

Debo evitar pensar mucho en esos hombres, solo podría llegar a ilusionarme en vano, especialmente con Henrik Winslow. Durante mucho tiempo he admirado su trabajo y lo he usado como ejemplo para motivarme en los momentos en que siento que la carrera es muy complicada para mí. ¿Se me hace atractivo? Muchísimo. ¿Tengo oportunidad con él? Claro que no. Me haría bien recordar esto siempre.