Unidos en la eternidad

CAPÍTULO 10

*AURA*

Tanto ella como él disfrutaban de un momento muy reconfortante, un abrazo entre sus almas que hace que sus corazones se sientan completamente apaciguados.

Jane esa noche se dio cuenta de una cosa, al día siguiente tenía que confrontar a sus padres, porque tarde o temprano llegaría a sus oídos la información de su estancia actual. Tenía miedo, no sabía cuál iba a ser la reacción de sus padres y ni siquiera si después de eso iba a seguir manteniendo contacto con ellos.

Lo único que sabía con certeza era que al día siguiente buscaría otro lugar donde vivir, buscaría un verdadero hogar, lo que la casa de sus padres no fue para ella.

A la mañana siguiente Jane tenía en la cabeza otra cuestión: ¿Qué pasará con Aurel a partir de ahora?

*JANE*

- Buenos días enana,-me dice Aurel nada más despertarse-¿cómo has dormido?

- ¿Enana? Anoche no parecías pensar lo mismo.

-Sí, lo pensaba, nada más llamar a la puerta dejaste ver a la enana que llevas muy dentro.-me parece tan mono que piense eso de mí en un momento como ese...- Bueno, ¿ cómo has dormido enana?

- Mejor que nunca terremoto.

En ese preciso momento escuchamos el sonido de la puerta, al parecer Aurel no se había percatado de que su familia llegaría durante esta mañana.

- Enana ponte esto,- me dice Aurel dándome una camiseta suya del merchandising de la gira de 11 razones de Aitana que me queda como un vestido- ¿quieres un pantalón también?-Aurel me mira de arriba a abajo y empieza a reírse-No, ya veo que no hace ni pizca de falta.

Cuando los dos llevamos algo de ropa puesta salimos con intención de desayunar, pero al salir por la puerta nos encontramos a Dayra.

- Buenos días parejita, justo estaba a punto de llamar a la puerta,-dice Dayra con una bandeja llena de un delicioso desayuno para varias personas en la mano-he hecho el desayuno, os apetece desayunar en el salón conmigo o preferís que os lo deje en el cuarto?

Aurel está extrañado por ver como actúa su hermana, pero a mí me parece súper simpática y amable.

- ¿Dayra? ¿están nuestros padres?- pregunta Aurel pasando la mirada entre Dayra y el pasillo por si ve a alguien.

- No, no están, pero haced lo que os apetezca.

Dayra tenía intención de irse pero no dejo que lo haga dando un paso y agarrándola del brazo.

- Desayunamos contigo.-Dayra me mira agradecida como respuesta-

...

El desayuno fue bastante bien, aunque casi no hablamos no parecía haber incomodidad en el ambiente. Pero el cambio de actitud de Aurel desde que vio a su hermana me hizo percatarme de que no todo iba tan bien como pensaba.

Tan pronto como terminamos de desayunar Aurel me dice de ir a su cuarto y nos dirigimos hacia allá dejando a Dayra poniéndose su programa favorito en la televisión.

- Aurel,-digo en cuanto llegamos y él reacciona extrañado- quiero ir a casa para dejarles claro a mis padres que no pienso volver.

- Muy bien, pues cuando te sientas preparada me dices y te llevo a casa.

En cuanto pronunció esa última palabra me senté en su cama y mi cara se puso pálida, no era capaz de decir nada.

- Eii, ¿pasa algo enana?

- No... no...

- Bueno...

-Le corto a mitad de la frase- No es mi casa.

La cara de Aurel cambia radicalmente de preocupación a arrepentimiento y viene directo a darme un abrazo de esos que me curan las heridas pero que no escuecen.

- Lo siento de verdad, debería de haber sido más cuidadoso con mis palabras, entiendo que te haya molestado.

- No te disculpes, te entiendo, además nunca te he contado como son las cosas detalladamente allí.

- Gracias enana.

Me pongo los vaqueros que llevaba ayer para irme preparando para irnos.

- ¿Me prestas una sudadera terremoto? No quiero ponerme mi abrigo, no me gustan los abrigos.

- Esas cosas ni se preguntan, cógelo directamente del armario, por supuesto que puedes.

Abro el armario y empiezo a mirar la gran variedad de sudaderas que tiene.

- ¿Cuál puedo coger?

- Todo lo que ves ahí es tuyo, escoge la que más te guste.

Todo lo que dice hace que mi cara vaya cogiendo un color como de teja de casa de pueblo y se vaya intensificando más rápido de lo que me gustaría.

Finalmente escogí una sudadera negra que tenía un título que se tendría que situar en mi pecho pero se encuentra en mi abdomen, dice "La terminal", no sé qué será.

...

Estamos en el coche, Aurel ha entrado y no ha puesto música, me parece extraño de él.

- ¿Cómo que te colaste en el instituto ?-mierda, la he cagado. Pensaba que no le iba a dar importancia y que se le olvidaría.

- Emmm... estaba buscando tus registros, en 4ESO parecías un chico tan misterioso que me preocupaba que te hubiera pasado algo... malo, si, algo así.

- ¿Qué descubriste?- Le veo afectado pero por su tono de voz no parece cabreado -

- Tu situación de esos momentos, pero en cuanto vi que todo se solucionó al finalizar ese curso dejé de buscar y me fui.

- ¿O sea que empezaste a hablar conmigo porque te di pena verdad?

- No es así Aurel, intenté empezar una amistad contigo porque siempre me has parecido una persona que tiene una esencia muy especial, y sabía que conectaríamos de forma muy especial.

...

*AUREL*

No sé cómo sentirme en cuanto a lo que acaba de confesarme Jane, pero he decidido dejar de lado mis sentimientos y centrarme en que este es un momento difícil para Jane.

La he dejado en la puerta de casa de sus padres, la he deseado suerte y después de un suave beso ha salido del vehículo dirección a una puerta con aspecto algo antiguo de una casa pequeñita.

He puesto la canción "Superhéroes" y he dejado que pasara el tiempo, sin pensar en nada de lo que ha pasado, quiero darla la oportunidad de expresarse cuando de verdad sienta que puede hacerlo.

...

Han pasado unos treinta minutos y al fin veo movimiento en la puerta, y sí, es Jane con mi sudadera, al verla salir siento una sensación reconfortante, pero en cuanto se acerca y veo ue tiene todo el cuerpo golpeado corro en su busca.

- ¡Jane! ¿Qué ha pasado?