*AUREL*
Este año me cambié de escuela de teatro, ya que, en la anterior, la gente no me transmitía confianza y siempre me pasaba las clases solo, y con actitud tímida, en cambio, cuento con una personalidad extrovertida, aunque calmada.
...
Estoy en la puerta del teatro, donde recibiré formación durante el próximo curso. Siento un inmenso nerviosismo, una sensación de presión en el pecho, y demasiado miedo por que me ocurra una situación idéntica a la del año pasado.
De repente, me abre la puerta una mujer, con el pelo de una extensa longitud, de tono azabache.
-Buenas tardes, por tus características deduzco que debes de ser Aurel Grau, el nuevo alumno relegado de la escuela Smith.-me conoce demasiado bien teniendo en cuenta que solo sabe de mí por una descipción física, a través de un correo electrónico, con el objetivo de inscribirme a su escuela.-
-El mismo, buenas tardes.
-Por cierto, mi nombre es Carla, y seré tu maestra de teatro este nuevo curso.-Parece maja, ojalá mis compañeros también lo sean.-
-Encantado Carla.
-Puedes pasar a la clase, yo voy a recepción a esperar a los alumnos que se retrasen.
-Perfecto.-Estoy pasando bastante vergüenza, no me gusta ser el chico nuevo al entrar a un lugar.-
Al pasar, me he retirado a una esquina del aula, y me he dado cuenta que soy el que más cerca de la puerta está, porque de repente, alguien ha llamado a la puerta, nadie se ha acercado a abrirla y no me paran de mirar esperando a que yo lo haga-cosa que me incomoda bastante.-Al final he decidido levantarme e ir a abrir la puerta.-¿No quería ser yo mismo? ¿Entonces por qué mi comportamiento de todo este rato ha sido exactamente el mismo que en la escuela Smith? El miedo está pudiendo conmigo y eso no lo voy a permitir más.-Detrás de esa vieja puerta de madera me he encontrado a dos chicas, y una de ellas, me ha llamado especialmente la atención, parece muy amable y amigable, además, tiene unos ojos verdosos y grandes, los cuales destacan en su cara, y hacen que cada vez que la miro me cautive aún más que la anterior. Y su media melena de color castaño claro no se queda para nada atrás.
-Emmm...hola.-Me saludó la chica cautivadora, la cual, por algún motivo que en este momento no se me viene a la cabeza, se me hace bastante conocida.-
Me he quedado pensando en quién puede ser, y sin permitirme responder, la otra chica ha comenzado a hablar, al parecer arrastrando un sentimiento de rabia.
-¿Qué haces tú abriéndonos?¿Dónde está Carla?-Su tono de voz me hace percibir que su primera impresión hacia mí no ha sido demasiado buena.
-No tengo ni idea de quiénes sois, pero pasad, Carla estaba esperando a los que faltaban para dar inicio a la clase.-Les dije, pero en verdad creo que sí las conozco, me parece que fuimos compañeros en el instituto, solo que, mi situación allí no fue nada similar a una buena experiencia, los adolescentes a esa edad pueden llegar a ser muy crueles y hacer que sus palabras hieran, y aún más cuando la persona que recibe sus palabras pasa por una situación complicada en su vida, la cual suele ser causa de burla. Y por este motivo, no me fijé en ellas, de hecho no me sabía ni sus nombres.
Pasaron y la clase siguió su transcurso con normalidad, conocí a un chico que me cayó muy bien, su nombre es Irai, me dio su número de teléfono y llevamos toda la tarde, después de la clase, hablando sobre nuestra vida, aparte, Alek, mi mejor amigo de toda la vida, se ha apuntado al mismo teatro que yo, y yo pensaba que no iba a conocer a nadie, ¡me lo lleva ocultando todo este tiempo! Supongo que está aquí para no dejarme solo, ya que, me prometió que nunca volvería a ocurrir lo del año pasado, por cierto, también le gusta el teatro, no va a pasarse una tarde a la semana allí solamente por estar conmigo.
Jane,-la chica cautivadora- y Vera,-su amiga- han estado un poco bordes conmigo, pero bueno, al menos no me transmiten sensación de incomodidad, y eso es lo importante, porque no se puede caer bien a todo el mundo.
...
Estaba viendo un programa de televisión que me encanta, y de repente, me ha vibrado el móvil, acabo de ver que me ha llegado un mensaje de un número de teléfono desconocido, no comprendo quién puede ser,ya que, no le dí mi número a nadie más que a Irai.
He abierto la notificación y he encontrado lo siguiente:
-Hola Aurel, soy Vera, yo y Jane, mi mejor amiga, fuimos tus compañeras durante un año en el instituto, y ahora, al parecer, hemos vuelto a encontrarnos en teatro. Venía a decirte que a Jane le hubiera encantado conocerte y ser tu amiga, solo que ahora está pasando por un mal momento y teatro es su forma de escape. Hoy en clase me he dado cuenta de que eres una gran persona, y quería advertirte por si Jane se comporta de manera algo borde contigo. También me gustaría disculparme por el recibimiento erróneo que te he dado, al verte allí me he asustado por Jane. Espero que lo comprendas y no recibas una mala impresión nuestra. Gracias por leer este mensaje. Tu número de teléfono me lo pasó Irai, estate tranquilo. Nos vemos.
Me ha impresionado bastante lo que me ha dicho Vera, ya que, esperaba que fuera otro tipo de persona. No me quiero interponer en la vida de Jane, pero me gustaría poder ayudarla en lo que le está sucediendo, porque aunque ahora parezca borde, pienso que si se le transmite confianza debe de ser una chica encantadora. Pienso descubrir que es lo que está causando que se comporte así.
No sé por qué Vera se preocupa por Jane por mi culpa, en esa parte estoy perdido completamente. Además, tampoco entiendo por qué Irai le dio mi número de teléfono.
...
Estoy en la puerta de la casa de Irai.-Sé donde vive porque me lo dijo ayer, cuando hablamos de quedar un día de estos.-No entiendo por qué le ha dado a Vera mi número de teléfono, cuando se supone que es mi amigo.-
Llamé a la puerta, en el transcurso de unos segundos se escuchó un golpe, y seguidamente Irai abrió.
-¿Qué haces por aquí? Hoy no habíamos quedado.-Me dijo, con expresión confundida.
-Lo primero, buenos días. Lo segundo, ¿por qué le diste a Vera mi número de teléfono?-le respondí, enfadado por la situación tan extraña, a la que sin buscarla, me había metido.
-Tranquilo por favor, es cierto que yo le dí tu número de teléfono pero no fue por nada malo, y mucho menos buscando que te enfadases. Pensaba que simplemente querría hablarte para conocerte, Vera es amiga mía y dudo mucho que tenga alguna mala intención al escribirte.
-¿Conocías a Vera? No es que tenga una mala intención, es que me ha dicho cosas que me han dejado confundido y me da miedo que sea algún tipo de broma, y mucho más que tú tengas algo que ver.
-Vera es mi amiga desde que entré a esa escuela de teatro hace dos años, desde que teníamos 16 años, créeme, la conozco suficientemente bien. No tengo ni idea de lo que te habrá dicho, pero puedo prometerte que yo no tengo nada que ver en eso. Si quieres, puedes enseñarme el mensaje, y si conozco detalles de lo que ponga, te lo explico.
En cuanto he encontrado el mensaje, se lo he enseñado a Irai.
-Jane lo está pasando mal por un motivo que ni yo ni nadie, a excepción de ella, somos quién para explicarlo. Además no quiero equivocarme en nada de lo que pueda decir de ese tema. Pero en lo que te ha dicho Vera, yo no veo nada raro, solo quiere llevarse bien contigo. Solo te pido por favor, que no presiones a Jane para que te lo cuente, está todo muy reciente, lo único que necesita es apoyo emocional.
-No lo haré, no te preocupes, y gracias por explicármelo, me quedo más tranquilo. Perdón por haberme enfadado, no he tenido buenas experiencias con ese tipo de cosas, no quiero recibir más mensajes con amenazas de cualquiera.
-Lo siento, no lo sabía, sabes que puedes contar con mi ayuda para cualquier cosa.
-Muchas gracias de verdad.
Y de repente, Irai se cayó al suelo, sufrió un desmayo. Me asusté muchísimo, empecé a gritar pidiendo ayuda, comprobé que respiraba, y como así era, llamé a la ambulancia.
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Unidos en la eternidad
RomanceJane se topa con el chico misterioso que tuvo de compañero de clase hace dos años en el instituto. ¿Habrá algo más que un reencuentro?