Orgullo.

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Los Bennet y Bingley se sentaron para cenar, habían tenido un día largo después de la fiesta, así que por fin tenían un momento de paz para tener una conversación acerca de lo ocurrido.

-¿Y qué opinan de las familias de la región? - Dijo Henry.

-Pues todas muy agradables, y además muchos jóvenes apuestos debo decir ¿no crees Eliza? - dijo Bethany.

-Si, claro, y sobre todo con muchos modales y elegancia. - dijo sarcásticamente Eliza.

-Vamos tienes que admitir que al menos los Darcy son muy agradables y debo confesar que tengo mi favorito ya. - dijo Bethany.

-No me digas, déjame adivinar, ¿acaso el joven John Darcy ha cautivado tu atención? - dijo Eliza sarcásticamente de nuevo.

-Pues de hecho si Eliza, me encantó mucho platicar con él y llegar a conocerle, cuento el tiempo para poder volver a verle he de confesar. - dijo Bethany.

Así era ella, confiada y enamoradiza, ya se le pasaría como en otras ocasiones, ya encontraría a alguien más con quien reemplazar ese joven, aunque a Eliza le sorprendió el tiempo que pasó con él ayer, que fue casi toda la noche, pero confiaba que no era más que un capricho fugaz como los demás. Eliza no se lo había dicho a Bethany, pero uno de sus anhelos era que Robert y ella llegarán a conocerse mejor y tal vez con suerte encontrar el amor el uno en el otro.

-Pues seguramente les volvamos a ver, todo el mundo quiere estar en compañía de ustedes y nos sobran invitaciones a todos lados. - Dijo Eliza.

-Pues a mí me ha parecido que hay jóvencitas con gran potencial para ser una buena esposa. - Dijo James.

-Si, concuerdo, pero creo que no hay alguien que me interese, esta vez yo paso, tal vez cuando volvamos a Pemberly pueda encontrar a la persona indicada. - Dijo Henry, esto lo dijo para que Eliza solo se concentrará en James y no en ambos.

A Eliza esto le extraño ya que no había encontrado ni belleza ni clase en casi nadie de las Señoritas disponibles, al contrario, la mayoría se les insinuaban descaradamente a los caballeros, no podía resistir la idea de ver a Henry o a James con alguna de esas muchachas. ¿Como podría proteger a su amigo de tales arpías? Aún que se sentía aliviada de que Henry no buscara esposa en este lugar aún le quedaba cuidar de su amigo James.

-Pues si alguna joven te interesa, házmelo saber y con gusto te daré mi opinión. - Le dijo Eliza a James.

James le agradeció tal gesto y siguieron cenando tranquilamente. Al parecer los planes de Henry y James estaban funcionando ya que Eliza no hacía otra cosa que pensar en James y como salvarlo de un matrimonio que solo le pudiera traer desgracias ¿Qué solución podría haber para que no se aprovecharán de él? ¿Como podría ayudarle para que una mujer extraña no lo perjudicara? A Eliza se le cruzo por un instante una idea, la cual no sabía si estaba dispuesta a realizar así que desecho al instante, aunque en el fondo lo sabía, James ya había conseguido esposa.

Más Orgullo que PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora