Capítulo 7

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Cuando los dos hermanos entran por la puerta principal de la mansión, el ambiente tenso les eriza la piel. Los guardias que solían encontrarse en la puerta de entrada ahora parecían haberse multiplicado y los murmullos de sus hermanos en la sala solo hicieron que su preocupación aumentara con cada paso que daban.

—¿Que mierda ha pasado aquí? -Hyunjin pregunta, entrando en la enorme sala que apenas era alumbrada por tenues luces cálidas.-

En el sofá se encontraba Seungmin, con una bolsa de hielo contra la parte trasera de su cabeza. A su lado se encontraban Chan y Jeongin, quienes miraban preocupados al pelinegro.

Sin embargo, Changbin se encuentra en mitad de la sala, pareciendo entre molesto y confuso, moviéndose de un lado a otro con inquietud.

Finalmente todas las miradas caen en los recién llegados, y una mueca aparece en los labios de Minho.

—Alguien ha entrado en la casa hace unas horas, cuando estábamos fuera. -Changbin no tarda en explicar, mirando aliviado a Minho, como si su presencia le hubiera quitado un peso de encima.-

Las palabras son altas y claras, pero por algún motivo, Hyunjin las escucha un tanto lejanas, como un murmullo a lo lejos. Como el susurro del viento en mitad de una noche nublosa, fría e inquietante.

—¿Qué? -Minho es quien reacciona, su mandíbula apretándose con fuerza.-

Si Hyunjin no lo conociera lo suficientemente, si no fuera su hermano, aquel acto pasaría por alto. Pero lo conocía, y sabía que aquello no era buena señal. Minho molestó no era agradable para nadie, por lo que se aleja levemente.

Tan solo un poco, por si acaso.

—Ha sido un robo. -Chan aclara.-

La mente de Hyunjin lo procesa, sin embargo le cuesta creerlo. Los robos no eran algo que desconocía, sin embargo, desde que se habían mudado allí, se habían preocupado en reforzar todo tipo de seguridad. Aquello era importante, donde estaban era importante, no podía joderlo. No podían cometer errores.

No cuando estaban solos, sus padres contaban con que pudieran cuidarse solos, hacer las cosas bien.

Un robo, sin embargo, era todo lo contrario.

—Es imposible, tenemos guardias en todas las puertas -Hyunjin finalmente habla, frunciendo levemente el ceño.- ¿Habéis mirado las cámaras?

Jeongin asiente levemente.

—Las a destrozado.

Genial. Estaban jodidos.

—¿Se han llevado algo importante? -Minho termina preguntado en un suspiro.-

Hay un silencio en la sala donde los demás bajan las miradas, y aunque solo tardan unos segundos en responder, para Minho y Hyunjin parece pasar una eternidad.

—Una de las armas. -Changbin termina respondiendo, haciendo que la rabia que lentamente había comenzado a crecer en Hyunjin aumentara.-

—Joder... -Minho suspira, pasando con fuerza sus manos anilladas por sus cabellos morados.-

El pelirrojo aprieta la mandíbula con rabia, intentando calmar la ira que le invade. Pero es entonces, que su mirada cae en Seungmin, su mirada baja mientras Chan aguantaba la bolsa de hielo cerca de la herida.

La pesadilla del diablo - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora