CAPÍTULO 16

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Al llegar a la casa de verano estaban todos en el comedor, como si esperaran alguna notícia. Cuando entré en el comedor todos se levantaron y corrí directamente para abrazar a Ansu, correspondió al abrazo y me acarició mi pelo, mi cuerpo sacó todo lo que había retenido en casa de los canarios. Estuve unos minutos aferrado a la camisa de Ansu y mojando su cuello con lágrimas. Cuando conseguí calmarme, me separé y miré a cada uno de ellos con preocupación, merecían saberlo, me senté en un sillón y los demás se sentaron en el sofá.

Respiré hondo y expliqué todo lo que me había dicho Fer, al terminar Ferrán se levantó y subió a su habitación, cerró la puerta de la habitación con un portazo. Vi a Ansu que se levantaba para seguirle, pero le frené.

- Voy yo, quédate aquí- subí las escaleras para hablar con él, aparte de yo, era el más cercano a Pedri. Llegué a su puerta y llamé, al instante el valenciano me abrió-Ferrán...- antes de que pudiera decir algo me cogió del cuello de la camisa y me entró en la habitación, cerró la puerta y me abrazó mientras lloraba.

- ¿Por qué a él?- soltaba hipidos- era una persona que transmite luz a todos y ahora...- acaricié su pelo y lloré con él- no se lo merece, un ser tan lleno de vida- tenía razón, Pedri era una persona que te mejoraba los días y muy pocas veces estaba enfadado. Estuvimos unos minutos abrazados hasta que el mayor de los dos se separó- ¿te ha dicho algo?- negué con la cabeza.

- No ha querido hablar conmigo, su hermano me ha dicho que se siente culpable y sucio- el valenciano agachó la cabeza- tenemos que darle espacio, en estos momentos solo quiere estar rodeado de su familia- subió la cabeza y asintió- cuando esté más tranquilo ya nos llamará.

Bajamos con los demás, hoy iba a ser nuestro último día aquí en Canarias, no esperábamos que pasará esto, al llegar estaban todos rotos.

- Chicos- todos se giraron en mi dirección- recoged las cosas que mañana nos vamos, hablaremos con Pedri a la vuelta y cuando esté mejor- todos asintieron y subieron para hacer la maleta. En unos minutos subí yo también en la habitación donde estábamos el canario y yo.

La habitación olía a él, rompí a llorar. Me sentía culpable, si no hubiera dejado irse solo esto no habría pasado, lo peor de todo es que Pedri no quería que estuviera con él porque estaba sucio y merecía a alguien mejor según él. Recogí mis cosas en mi maleta, después de cinco minutos lo tenía todo adentro. Miré las cosas de Pedri y decidí guardarlas en su maleta y llevarlo por lo menos a su casa con las llaves de la casa. Es increíble que hace unos días, hablaba con Pedri sobre mudarnos aquí y ahora no pueda ni verme. Me dormí en la cama donde hemos pasado momentos únicos que solo quería hacerlos con él.

La mañana siguiente me levanté solo, sin el canario a mi lado y me sentí vacío. Me tomé una ducha, cogí las dos maletas y bajé con los demás, a ellos los envié con los taxis directamente al aeropuerto, el mío lo dirigí a casa del matrimonio González-López.

En todo el viaje estuve llorando, quería estar cerca del canario en estos momentos, pero sé que él necesita espacio para poder sanar. Se equivoca si piensa que no voy a querer estar con él. Al llegar a su casa, pagué al conductor y me sequé las lágrimas que tenía en la mejilla. Llamé al timbre y abrió Fer.

- Hola, he traído la maleta de Pedri con todo dentro- dejé la maleta en la entrada, prometí no llorar, pero al ver la cara de su hermano no pude evitar. Fer se acercó y me abrazó.

- Dale tiempo Gavi, poco a poco volverá a ser el mismo- asentí y me separé secándome las lágrimas de los ojos- gracias por todo.

- Cuídalo mucho Fer, hazle saber que estás de su lado- me sonrío débilmente y asintió- le voy a esperar, no voy a amar a nadie igual que lo hago con Pedri- Fer rompió a llorar y me tocó a mí abrazarle. Después de unos minutos, Fer se tranquilizó y se separó, iba a hablar pero otra persona se anticipó.

Verdades ocultasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora