EL BROCHE DEL REY #1 +18 Y 21

Capítulo 25. Café amargo

Félix Valdemar

Al tener que ver la escena entré Emma y Damián, sentía caer por un precipicio del cual no tenía fin, solo tenia el inicio pero no el final.

Cuando estaba sentado con Emma en el auto mi madre me llamó, cosa rara que me llamase, aún sabiendo que no deseo verla.

--¿Quien es ese?-- pregunté enojado. Viendo a Emma y a damián.

Maldito seas Damián, tú puedes hablar con ella y yo no. No me mira de la forma en que ella te mira, ni escucha, y ni sonríe de la misma manera en que lo hace contigo.

Te aborrezco Damián.

--Se llama Damián

--Se ve que esta enamorado de ella--hablé más para mí que para ella.

--Celos Potter--por más que lo niegue una y mil veces sí.

--No te enojes tanto que se te puede reventar la bilis--lo que se me revienta es el corazón, me levanto de la silla casi como si necesitará escapar, huir, salir corriendo de este lugar.-- donde vas? --pregunta la rubia

Desearía poder ser como mi hermano, abrirme por completo con las personas, contarles mis miedos, mis felicidad.
Pero no puedo.

--Lejos. No quiero ver como la desviste con la mirada.

--Hey! No seas así. Sabes que ella lo mira como amigo

--Daniela durmieron juntos!--casi grite del enojó y por desgracia de celos.

--Pero no paso nada

--Tú como sabes eso?--me enojó más de lo normal--tu estabas abajo y ellos arriban en la habitación.--le recuerdo

--Sí, pero no pasó nada entre ellos.

--Los vi besarse en el bar y ahora duermen juntos...

A mi mente vienen todos los recuerdos. El beso de ellos dos en el bar. A veces desearía jamás ver esa escena.

Pero era como si ellos supiesen donde estaba .para que besarse enfrente de mí.

Saqué mi celular ya que llevaba tiempo vibrando por las llamadas y mensajes. De la mujer que se hace llamar mi madre.

--Halo-respondí enojado al principio, no quería que Daniela mirase que la llamada me cae como susto así que fingí mi mejor cara y sonrisa --Estoy aquí. Te miro abajo en el estacionamiento--le ordenó, me alejo de daniela y de los otros dos.

--Hijo--habla al otro lado de la línea su voz se escucha triste

--No intentes persuadirme --advierto llegando a la salida del centro comercial. Solo digo esas palabras y corto la llamada.

Nadie se encuentra en el estacionamiento. Miró a todos lados y no hay ni una sola alma.

Paso mis manos por mi rostro.

--¡MALDICIÓN!!--Grite de enojó, dejando salir el nudo en mi garganta. --MALDITO SEAS!!-vuelvo a gritar.

Los gritos que dejo salir no es por mí madre, es por una mujer y es nada más y nada menos que "Emma Ashford." Dejo salir unos que otros gritos haciendo que mis cuerdas vocales se desacuerden. Dejando salir gritos más roncos que mi voz normal.

--¿Que pasa Hijo?--siento las manos de ella en mi espalda. Al sentir su tacto me levanto, Sin sentir en que momento mis rodillas están en el suelo, me levanto al sentir que ella me quiere rodear con sus brazos.