El arte de amar y perder. ©

Capítulo nueve

*Diego.
–– Al parecer ella si siente algo por él por la forma en la que ha estado toda la fiesta, tu viste como ella vino llorando contándonos lo que vio en el baño.
––Tienes razón pero, no entiendo adonde quieres llegar.
Me responde Samuel mientras sostiene un vaso con tequila casi vacío mientras yo dirijo mi mirada a donde está mi niña bonita junto a sus amigas.
––¿Que no es obvio Samuel? Tú sabes que yo no quise rechazarla.
––Sí sí, pero no comprendo todavía creo que el alcohol me pone muy pendejo.
––Pendejo ya eres no culpes al licor, y a lo que me refiero es que Axel me pidió algo y no lo cumplió.
––Creo saber a lo que te refieres, ahora que Axel está con ella. ¿Tú quieres intentar algo?
––Así es, y yo si la voy a ganar de la buena manera voy a ser muy paciente no importa lo que pase. Pero prometo que yo haré de todo para hacerla feliz.
––Ay mi hermano, ¿ya te atrapó verdad?
––Qué te puedo decir Sam. tengo ganas de conocerla, saber sus miedos sus sueños, conocer sus ilusiones.
––Pues así es el amor, uno quiere dar todo por la persona sin siquiera ser nada.
––¿Y tú qué sabes de eso si eres un wilo? Por no decirlo de una manera más fuerte.
––¿Que son esas palabras de hace 1000 años Diego? No se podías haber dicho promiscuo. Suena un poco más moderno, y cállate que te importa.
––Ahora me cuentas, tú si quieres siempre andar de chismoso en mis cosas aparte somos mejores amigos. ¿Quién te gusta Samuel?
––Mira ahí viene tu bonita.
––No me quieras distraer...
––Hola. La escucho decir con una carita cansada.
––¿Estás bien bonita? Le pregunto acercándome más a ella.
––Sólo tengo frío. Responde frotándose los brazos con sus manos.
––Es cierto, está bajando la temperatura. Ven.
Se acerca dudosa mientras yo me quito mi chamarra y le ayudo a colocársela. Ella no pone resistencia y en cuanto yo subo el cierre ella suspira.
––¿Estás mejor? Le pregunto y ella asiente como respuesta.
––Está súper calientita, y tu perfume es un aroma muy rico.
Yo suelto una leve risa mientras ella sonríe.
––Devuélvemela cuando quieras. Lo importante es que ahorita te mantengas abrigada.
––¿Y si ya no te la quiero devolver? No, me refiero a que... ¿Tú con qué te vas a abrigar?
––Si te la quieres quedar a mí no me afecta, y yo tengo otra en el carro. Le digo sonriendo.
––Mañana te la devuelvo. Cuando vayamos al colegio... ¡Joder! Mañana hay colegio y nosotras todavía acá.
la veo darse la vuelta con prisa y avanzar hacia sus amigas y yo la sigo.
*Maricela.
Seguimos disfrutando de la fiesta hasta que recuerdo que mañana hay colegio y ya es demasiado noche, me acerco a Andrea y celeste que platican alegremente mientras dirijo mi mirada a otro lado viendo a Leonel junto a Samuel jugando ping-pong.
––¿Desde cuando está eso ahí?
––Desde siempre bonita, pero todavía no te dabas cuenta.
Diego hace que salte por el susto al escucharlo justamente atrás de mí.
––Perdón bonita, no quería asustarte. Me dice poniendo su mano en mi hombro.
––No te preocupes mi corazón está acostumbrado a estas cosas. Le respondo dándome media vuelta para mirarlo.
––Chicas ya es hora de irnos mañana hay colegio y ya es tarde.
––¿Pero estas consciente de que nos van a regañar por haber tomado? Comenta Andrea.
––Pueden quedarse en mi casa. Yo no tendría problema dice celeste.
Yo asiento mientras agradezco a celeste y observo a Diego acercarse a Leonel y Samuel.
Pedimos permiso para quedarnos en la casa de Celeste para que nuestras madres no nos regañen por haber tomado licor, la única que está un poco más sobria es Andrea y ella es la que se encarga de pedir el permiso, al obtenerlo nos acercamos a los chicos agradeciéndole a Diego por la invitación para irnos con Celeste a su casa.
––Chicos ya nos vamos, muchísimas gracias por habernos invitado Diego la pasamos increíble. Dice Andrea mientras nos tiene del brazo a celeste y a mí.
––¿Ya se van princesita bronceada? Pregunta Leonel.
––Lamentablemente si mañana tenemos colegio y ya es como la una de la mañana.
––Yo les llevo sólo déjenme ganarle a Samuel y nos vamos.
––Si va a ir Sonia no gracias, mejor nos vamos caminando o en un Uber.
––Tranquila celeste, ella que se vaya por su cuenta sólo deme un momento y nos vamos en mi carro.
––Mientras, ¿te gustaría bailar por última vez conmigo? Me pregunta Diego extendiendo su mano.
Andrea rápidamente me suelta y rápidamente capto la señal, tomo la mano de Diego siguiéndolo de nuevo para bailar.
Me vuelve agarrar con suavidad mientras bailamos yo sonrío y él entre abre sus labios haciéndome recordar el roce que hubo tiempo atrás.
––¿Sabes? Me gustaría conocerte más.
––¿PorQué? Digo, no es que yo tenga algún problema pero...
––Para quitarte la mala impresión que tuviste de mí después de qué pasó lo que ya sabemos.
––Diego eso ya pasó. Te lo dije perfectamente en la carta sólo fue por un momento pero sé que no eres mala persona.
––Lo sé, pero aún así quiero borrar lo mínimo que quede de eso. Quiero enseñarte lo que soy, demostrarte que puedo ser buen amigo.
Sonrío mientras damos una vuelta para seguir bailando.
––OK, estoy dispuesta a empezar hacer amigos. Por fin voy a conocer a la atractivo y no popular capitán del equipo.
––Y yo por fin voy a conocer a la niña bonita de las notas. Responde con una dulce sonrisa.
Terminamos de bailar y nos acercamos a los chicos que ya han terminado de jugar, yo me despido de Diego que deja un beso en mi mejilla y después Samuel se acerca para darme un apretón de manos como despedida.
––Ven preciosa, vamos a esperar a Andrea y Leonel a fuera. Adiós Diego gracias por la invitación.
Miro extrañara a celeste que se dirige a la puerta para salir sin siquiera mirar a Samuel. Yo sonrío avergonzada para después seguirla.
*Narradora.
Axel está muy molesto y triste por lo qué pasó. No puede creer que haya terminado todo así con él, pero sabe que no hay nada más qué hacer... Solo se queda observándola mientras la ve despedirse de los chicos y salir con Celeste.
Se siente completamente solo e inseguro en ese momento... Pero intenta ignorar sus sentimientos para poder estar tranquilo.
En la casa de Celeste mientras se preparan para dormir, Maricela les cuenta todo lo qué pasó con Axel horas atrás.
Recibe unos cuantos regaños de Andrea mientras Celeste la abraza en modo de apoyo.
––Les juro chicas que ya no soporto. Les dice entre lágrimas. ––Nunca pensé que terminaría así. Hace una pausa.
– –Sintiendo algo por mi enemigo.
Celeste le acaricia el pelo y se acerca más a ella para abrazarla. Siente pena por su situación pero sabe que no hay nada qué hacer, lo único que puede hacer es estar ahí con ella mientras la apoya en todo.
Andrea también intenta consolarla con sus palabras y dice.
––No puedes odiarlo por siempre, no seas tan dura contigo misma... Tal vez él aún pueda cambiar..."
––Andrea, por Dios, recuerda que está con la bruja de Sonia. Le recuerda Celeste.
––Ya da igual. Les dice. ––Mejor me voy a olvidar de él y voy a empezar a hacer mi vida. Al final de cuentas, el ya empezó a ser la suya.
Andrea suspira y dice: ––Tienes razón, pero aún así... No lo puedes odiar tanto. A lo mejor en algún momento él pueda volver a cambiar...
Celeste se queda callada por un momento pensando sobre la situación con Axel y dice.
––Creo que tienes razón... Pero eso no significa que te vas a olvidar de el tan fácil, ¿verdad?
Maricela suspira mientras se acomoda en la cama.
––Ojalá fuera de fácil, Cele. Le responde con una sonrisa triste.
Andrea le acaricia el rostro y dice: ––Lo sé... Pero si es difícil, también puede ser muy bonito... Y tal vez lo que realmente necesites es una oportunidad para volver a hablar con él.
Celeste no puede evitar sonreír un poco al escuchar eso. Siente que podría pasar algo interesante entre los dos.
––¿Y cómo? Si ahora es novio de esa bruja, les pregunta.
Andrea piensa por un momento y responde: ––Puede que lo mejor sea no intentar nada con él, al menos de momento... Pero tal vez pueda cambiar. Solo necesitas darle tiempo.
Celeste asiente y se queda callada pensando en eso. Quiere decir algo pero todavía no sabe si es buena idea.
––¿Qué estás pensando cielo? Le pregunta a Celeste al verla tan pensativa. ––Vamos, di lo que tengas que decir.
Celeste se ruboriza un poco al escuchar sus palabras y por fin responde: ––Creo que deberíamos intentar algo con él... Aunque solo sea para ver si realmente ha cambiado por ti.
Andrea también sonríe cuando escucha eso. Siente que es una buena idea.
––¿Y qué planes?
Celeste piensa por un momento fijando su mirada en Maricela.
––Podríamos hacer una fiesta para todos, así podríamos hablar con él y ver si realmente ha cambiado... Podrías invitarlo tú también a la fiesta. Así podrías estar más cerca de el."
Andrea asiente de acuerdo.
––Suena muy bonito todo pero, ¿cómo le haremos para que Sonia se le despegue?
Maricela se queda pensándolo.
––¿Y si usamos de excusa el siguiente partido que habrá el viernes? Estoy segura que lo ganaremos. Y si eso pasa, podemos usar esa excusa para hacer una fiesta en mi casa y ahí tal vez intentar acercarme a él. Pero sí, Andrea tiene razón Sonia no se le va a despegar.
Celeste y Andrea se miran con una sonrisa, ambas están de acuerdo con la idea. Sienten que es un plan perfecto para intentar volver a hablar con Axel aunque el único problema es que queda es Sonia.
Axel por su parte no puede dejar de pensar en lo que ella dijo. ¿Realmente va a hacer lo de ignorarlo al verlo?
Sabe perfectamente que es su culpa y se lo merece por no haber hablado las cosas y tomar decisiones tan apresuradamente. Ahora lo único que le queda es enfrentar la situación en la que se ha involucrado.
El toma su celular viendo que son las tres de la mañana. Se mete a WhatsApp buscando el Chat de Rolando.
-Hey, lo siento por la hora pero me gustaría tener alguien con quien hablar. No ahorita obviamente en la mañana en la escuela, fuiste el primero que se me vino a la mente ya que no tengo más amigos.
Envía el mensaje dejando el celular de nuevo al lado de su almohada. Pone su mano en su cuello haciendo una mueca de asco al recordar lo que pasó con Sonia en el baño tiempo atrás.
Su celular vibra y el rápidamente lo revisa viendo la respuesta de Rolando.
-Me alegra que vayamos progresando para que ya me consideres tu amigo, y claro sin problema hablamos en el recreo. Pero una duda, ¿mañana, o más tarde?
-No te emociones tanto, y mañana o más tarde es igual.
-No, no es igual pero bueno. Ahí nos vemos y hablamos después del entrenamiento.
-OK, gracias.
Pone la alarma y vuelve a dejar el celular tapándose con una sábana mientras sonríe al recordar los labios de astrológica.
En la casa de celeste después de tanta plática y planeación...
Se quedan profundamente dormidas y al siguiente día Maricela es la primera en despertar al estar apunto de caerse de la cama.
Estira los brazos para después hacer una mueca de dolor. ––Maldita resaca. Dice para sí misma mientras camina con cuidado para buscar el baño.
Cuando entra al baño lo primero que hace es lavarse la cara para después pasar los dedos por su desarreglado cabello. Tocan la puerta y al escuchar la voz de Celeste del otro lado ella se relaja.
––Bebé puedes darte un baño tranquila yo te presto ropa, y no te preocupes por Andrea ella trae un cambio extra en su mochila.
––Te lo voy a agradecer demasiado, no tardaré tanto.
20 minutos después ella sale con una toalla de baño enredada en su cuerpo. Entra al cuarto de celeste donde Andrea ya está esperando para meterse a bañar. Celeste le señala la ropa en la cama y ella también tiene sus cosas en brazos.
–Muchísimas gracias, ¿y tú no te vas a bañar?
––No agradezcas preciosa, y lo haré en el baño de mis padres así que cámbiate tranquila y ahí en el ropero hay todo lo necesario.
Celeste sale del cuarto quedándose Maricela y se quita la toalla para empezarse a cambiar. Se pone unos Pans azules con una blusa de manga larga negra. Se desenreda el cabello cuidadosamente para después colocarse encima la chamarra de Diego.
Minutos después cuando ya están arregladas bajan a desayunar algo. Están totalmente solas en casa pues los padres de Celeste se fueron muy temprano a trabajar.
Se comen rápidamente un poco de fruta para después agarrar sus mochilas. Se van al colegio y mientras Celeste se apresura para ir al baño, Andy se va a buscar a Leonel.
*Maricela.
Yo voy a los pasillos de los casilleros. Cuando empiezo a ver a lo lejos a una pareja que se están besando muy apasionadamente. De primero no presto atención pero mientras más me acerco me doy cuenta que es Sonia. Pienso que es con Axel pero resulta ser otro chico. Me sorprendo y mi instinto me hace sacar mi celular y tomar una foto sin que ellos se den cuenta.
Reviso bien la foto confirmando que se ve claramente, vuelvo a guardar mi celular y sigo mi camino sin hacer ruido.
Yo sigo shockeada sin saber qué hacer. Voy a mi casillero sacando mis libros. Después en el pasillo me encuentro con Celeste y ella me nota preocupada.
––¿Qué tienes mi preciosa?, me pregunta Mirándome fijamente.
En susurros le cuento todo y le enseño la foto. Ella hace una cara de sorpresa. Después nos encontramos a Leonel y Andy muy sonrientes, pero no les comentamos nada por el momento.
Celeste me escucha con atención mientras me ve mostrar la foto. Ella también está muy sorprendida y enojada al mismo tiempo, pero intenta no mostrarlo.
––No puedo creer que Axel haya sido capaz de hacer algo así de estúpido. Por haberte cambiado por ella mira ahora lo que le va a pasar.
Leonel y Andy se acercan a las dos, ambos parecen curiosos por lo que estamos hablando.
– No sé qué hacer con la foto. Le confieso en susurros a Celeste.
––¿De qué tanto hablan?, pregunta Andy curiosa.
––Cuéntenos no nos excluyan. Dice Leonel.
Yo me quedo pensando y después de unos momentos les cuento todo en susurros enseñándole las fotos, mientras ellos quedan con la misma cara de sorpresa.
Celeste, Leonel y Andy se quedan en silencio por un momento mientras piensan qué hacer. Finalmente Celeste dice.
––Axel no es el mismo... No creo que pueda estar con Sonia de nuevo Y perdonarle esto, sería muy tonto.
Leonel asiente.
––Esto significa que todavía tenemos una oportunidad para que hablen pero tendremos que ser muy cautelosos.
––Gracias por su ayuda chicos. Les digo mientras sonrío.
––Sobre todo a ti Nel, sabiendo que te cae mal Axel, pero no sé cómo hacerlo, la verdad todavía no me siento lo suficientemente capaz de acercarme a él, sin que me duela el recordar que es novio de esa bruja.
Leonel me acaricia el pelo y me sonríe.
––No te preocupes, estamos aquí para apoyarte. Sabes que podemos ayudarte a acercarte a él si quieres... Solo tienes que decirlo.
Celeste asiente de acuerdo con Leonel y agrega: ––Sí, lo más importante es ser respetuosos con él. No tenemos por qué presionarlo ni decirle nada raro.
––¿Qué se siente tener a una bruja como hermanastra? Le pregunta Andy a Leonel.
Él se ríe.
––Uf, es insoportable. Todos nos reímos ante su respuesta y expresión de horror.
Celeste y Leonel se ríen con más fuerza captando la atención y mirada fija de Andrea. Sonríen de forma maliciosa y Celeste dice: ––Bueno, en realidad es bastante divertido burlarse de ella. No tiene idea de lo que le espera..."
Andy asiente con una sonrisa malévola en su rostro y yo paso mi mirada en cada uno confundida.
––¿Qué planean? Pregunto Curiosa.
Celeste Andy y Leonel se miran con una sonrisa maliciosa mientras piensan en algo. Finalmente Celeste es quien responde.
––Por ahora nada, pero ya veremos qué hacemos. Lo más importante es mantener la paciencia...
––Tienen mentes muy maliciosas. Me asustan. Les digo mientras sonrío. Después cada uno se va a clases.
En la hora del descanso me acerco a la mesa donde está Diego con algunos de sus amigos para entregarle su chamarra. Mientras me acerco puedo escuchar la conversación de Samuel.
––Pues lo siento mucho chicos pero no cabemos todos en un mismo lugar así que sólo nos vamos Diego y yo porque adonde va el voy yo. Ay Dios, a veces me salen rimas sin yo pensarlo.
Yo trato de aguantar la risa así que con Centro mi mente en pensar adonde se van a ir.
––Versos sin esfuerzo bro, pero que mal capitán nos vas a abandonar por una chica.
––Tampoco es como que me voy a salir del equipo también, sólo ya no voy a estar tanto tiempo en esta mesa.
Escucho a Diego decir quedándome aun más confundida.
––Tranquilo Ángel, no te preocupes tanto. aunque ya sé que nos vas a extrañar.
Samuel le dice con burla al chico que me dio el beso ayer. Yo decido dejar de estar de chismosa y me acerco por completo aclarándome la garganta.
––Hola chicos. ¿Cómo están? Les pregunto mientras sus miradas se fijan en mi con interés.
––Todo perfectamente bien. ¿Tú cómo vas? Me responde uno de los chicos.
––Con algo de dolor de cabeza pero bien gracias. Sólo vine a entregarle algo a Diego.
––Con la cruda que te has de cargar quien no.
––Cállate Samuel déjala en paz. ¿Quieres pastillas, bonita?
––No muchas gracias, Leonel ya fue a conseguir. Y Samuel, no tomé tanto. Pero si duele.
––Bueno chicos, ya regreso.
Diego se levanta haciéndome una señal para que lo siga y yo me despido de los chicos.
––¿Necesitas algo bonita?
Me pregunta Diego dulcemente cuando salimos de la cafetería.
––Vine a entregarte tu chamarra. Muchas gracias por haberme la prestado. Le digo mientras empiezo a bajar el cierre para quitármela.
––No, no. El me detiene sosteniéndome suavemente la mano. – –Quédatela todavía hace mucho frío.
––Pero es tuya.
––No, ahora te pertenece. Es mi primer regalo como amigos.
––Pensé que tu primer regalo como mi amigo era la pulsera.
––Y yo pensé que jamás me volverías a escribir algo.
Me sonrojo de inmediato al recordar las notas que le llegué a escribir. Y me quedo sin saber qué decir.
––He, entonces. ¿Entonces me la quedo?
––Sí, aparte a ti te queda muy bonita.
––¿De qué hablas? Me queda Super grande.
––Pero te proporciona calor. Eso es lo que importa.
––Muchísimas gracias Diego, te prometo que la cuidaré muchísimo.
––No te preocupes bonita, que si le pasa algo tengo más chamarras para regalarte.
🌟
Holiii
¿Cómo están? Yo estoy súper feliz por algo que me pasó el domingo... Y porque esta historia ya cumplió un mes, festejemos.
Por cierto tranquis ya van a descubrir lo que dice la carta y más cosas.
Votos y creen que Axel es un tonto por todo lo que está haciendo.
Otra cosa para decirles, estoy haciendo editaciones en los capítulos anteriores para mejorarlos y agregando unas cuantas palabras más. Por si quieren volverlos a leer y si no, no se preocupen.
Quien vote le regalo un paquete de oreos.
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