La fuckgirl está ¿enamorada? || Chaesoo

Se enteró

—¿De qué hablas? —cuestionó Jennie confundida.

Jisoo sin emitir alguna palabra solo le extendió su teléfono a su amiga. Jennie lo cogió y vio la razón por la cuál ella estaba así.

Fotos de Rosé con varias chicas en citas y capturas de conversiones que al parecer son de Rosé con diferentes chicas.

La pelicastaña sin dudarlo abrazó a su amiga, la cual empezó a derramar más lágrimas y soltar sollozos.

—Vamos a un lugar más privado... —susurró la coreana guiando a su amiga a la biblioteca. Jisoo en el camino no levantó la cabeza y tampoco dejó de llorar.

—¿Sabes quién te envío eso? —preguntó Jennie ayudando a Jisoo a sentarse.

La pelinegra negó.

—Jisoo... ¿Crees que Rosé solo está fingiendo para acostarse contigo? —cuestionó viendo a su amiga jugar con sus dedos.

—Ayer estábamos en mi casa... Estábamos jugando con los peluches que ella ganó en el arcade... Nos empezamos a dar besos —Jisoo trataba de calmarse para contarle a su amiga las cosas—. Entonces... Los besos subieron de nivel y casi lo hacemos... Pero yo la alejé y le dije que no estaba lista... Parecía enojada cuando le dije eso —terminó de hablar y limpio sus lágrimas.

—¿Crees qué sí sea una fuckgirl? Es que es difícil de creer siempre que te ve se le iluminan los ojos y sonríe como una tonta, además te trata súper bien —comentó la mayor.

—Ella nunca me contó nada sobre su universidad, ni me presento a sus amigos, siempre que le preguntaba algo de su vida en la universidad me decía "Soy alguien equis, solo tengo dos amigos" —hizo unas comillas con sus dedos.

—Debes de hablar con ella... Tal vez se enamoró de ti —Jennie cogió la mano de Jisoo con delicadeza.

—Una fuckgirl ¿enamorada? No lo creo, ese tipo de persona solo buscan algo y es hacer el amor solo por diversión.

—Se llamaba sexo, no hacer el amor —soltó una risita.

—Yo le digo hacer el amor.

—Está bien... Pero insisto, deberías hablar con ella sobre esto.

—Tal vez... Pero no hoy, estoy muy triste y dolida por esas tontas fotos —miró su teléfono con desprecio

—¿Amas a Rosé? —cuestionó Jennie.

—Sí. Pero si ella no me ama a mí, yo tampoco la amo —habló.

—Jisoo, a veces no sé si hablas enserio o estas bromeando —Jennie rió bajito.

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Como todos los días Rosé estaba afuera del instituto esperando a su novia. Los alumnos empezaron a salir por el gran portón blanco, entonces Rosé se puso más atenta para sorprender a su novia.

Dos minutos y por fin vio a Jisoo, sin dudarlo siquiera un segundo fue corriendo hasta ella para abrazarla por detrás.

—¡Conejita, te extrañé mucho! —dijo emocionada y con una sonrisa. Jisoo no giró ni sonrió, solo se quedó quieto.

—Déjame —dijo seria tratando de zafarse del abrazo de Rosé. La rubia muy confundida la soltó pero cogió a Jisoo de los hombros para que la girara a ver. Jisoo tenía la cabeza gacha, así que no podía ver su rostro.

—¿Sucedió algo? ¿Por qué estás así? —interrogó.

—Pasa que eres una mentirosa —empujó a Rosé lejos de ella.

—¿Qué? No soy una mentirosa —habló.

—Sí lo eres —levantó su cabeza para ver el rostro de Rosé.

—Conejita...

—¡No me llames así! Ya no... —los ojos de Jisoo se llenaron de lágrimas.

—Soo, ¿estás enojada? ¿Por qué me dices mentirosa? Dime.

—¿Quieres saber porqué? Bueno, resulta que mi novia es una fuckgirl en su universidad, que ha salido con muchas chicas solo para acostarse con ellas y que posiblemente esté haciendo lo mismo conmigo —respondió con un tono enojado y dándole su teléfono para que viera lo que le habían mandado.

—¿Quién te envió esto? —preguntó.

—¿No lo vas a negar? Entonces, ¿es cierto?

—Lo primero sí... Pero lo último no. Yo estoy enamorada de ti, me gustas y jamás te haría daño —Rosé otra vez intentó coger la mano de Jisoo pero esta se alejó un poco.

—¿Por qué no me dijiste que eres una fuckgirl? Prometimos decirnos las cosas —soltó un sollozo.

—Si te lo decía nunca me ibas hacer caso...

—Me lo hubieras dicho esa vez que estábamos en tu casa o no sé, pero si tú y yo estábamos en un relación y me decías yo te aceptaría y no me alejaría de ti.

—Soo... Déjame decirte cómo fueron las cosas —abrazó a la menor con fuerza, sintió como la pelinegra intentaba separarse pero no la dejó.

—Necesitamos tiempo, Rosé —por fin se pudo liberar de la rubia, vio como la mayor ya estaba llorando y negaba con su cabeza.

—No me dejes, por favor... No me dejes, te amo mucho Jisoo —suplicó limpiando sus lágrimas.

—Rosé, necesito tiempo para pensar —sin más, Jisoo se fue de ahí. Rosé se quedó parada viendo cómo Jisoo se iba.

—La perdí... —empezó a caminar hacia su casa.

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—Jennie, creo que le dije cosas muy feas. Me siento tan mal —empezó a morderse las uñas.

—No entendí, estás o no enojada con ella —miró a su amiga.

—Solo poquito, realmente verla llorar fue lo peor... Se veía tan indefensa y tenía muchas ganas de abrazarla —dijo.

—Pues tan indefensa no es, o sea. ¿no viste sus piernas? Te tengo envidia por tener una novia así —comentó Jennie.

—Rosé solo me deja a mí tocar sus músculos, no a nadie más —se puso a la defensiva.

—Oye cálmate... No te entiendo Jisoo, primero le dices cosas, la dejas ahí llorando y le dices que necesitan tiempo... Y ahora dices todo esto.

—Estoy profundamente enamorado de ella y si sigo pensando en eso, voy a llorar y no quiero llorar.

—Llorar te va a sentir bien de alguna forma u otra.

—Es que de solo pensar que tal vez solo se comportó lindo conmigo para hacer el amor... Me pone triste —se acostó en su cama.

Jennie lo observó y se puso arriba de ella.

—¡Hey! ¡Estás pesada! —gritó.

—Cállate, solo quiero que te sientas mejor —abrazó a su amiga.

—¿Crees que este enamorada de mí? —preguntó triste.

—Soo... La chica cada vez que te ve se le iluminan los ojos, te compra todo lo que quieres, te acompaña hasta la puerta de la escuela, se sonroja si le das un beso en la mejilla, siempre tiene sus ojos puestos en ti y siempre sonríe como una idiota cuando te ve.

—¿Y si solo fingió?

—No lo sé, pero a mí parecer ella en realidad te ama y mucho... Al final tú eres la única que va a decidir si le das otra oportunidad o no, así que piénsalo muy bien.

—Voy a ir a la casa de mi prima... Ella suele dar buenos consejos, le contaré todo lo que pasó.

Jennie se levantó y ayudó a Jisoo a levantarse de la cama.

—Me tengo que ir, cualquier cosa me envías un mensaje.

—Está bien, Jenjen —sonrió.