Quizá una chica así no se deba desperdiciar sólo para torturarla.
Aun así, debe castigará de alguna manera, sus padres lo intentaron estafar, pero, por alguna razón, sentía que la chica desconocía lo de sus padres y él.
-¿Jefe? ¿Entonces que haremos?- Preguntó Bang Chan.
Vio como la chica volvió a hacerle ojos suplicantes.
-Llévala a mi habitación. Voy enseguida. -entonces entre dos hombres sujetar o a la menor quien chillaba más. Se trataba de jalar para irse.
-¡No! ¡No, p-porfavor! -Chillaba Lee.
Aun así, nadie hizo caso y la llevaron entre tres guardias hacia otro piso más arriba.
La llevaron a una habitación bastante grande, para cuando se dio cuenta, la dejaron sola. Parecía muy fina y muy cara junto a todas las cosas que ahí había.
En eso se abre la puerta y entra el mismo hombre, Changbin. Pero está vez, Felix siente más desconfianza, así que se hace hacia atrás.
Esté lleva un cigarro que cala cada cierto tiempo. Lleva también un par de papeles en la mano que va leyendo a la vez que la analiza.
-Así que... ¿Lee Felix?-la fémina lo ve sorprendida, ¿Cómo sabe su nombre?-Responde, te llamas Lee Felix, tienes 18 años, estudias en la *********. Tus padres son Lee ***** y Lee *****. Oh y a los 8 años te detectaron autismo, y a los 10 tartamudez neurogénica, y a los 12 miopía ¿Cierto o falso?
-Y-yo... ¿C-cómo lo sabe...? -Preguntó con más miedo.
Changbin sonrió y le dio una última calada al cigarro antes de tirarlo en e piso y aplastarlo. Dejo los papeles en una mesita de noche al lado de la cama. Se acercó a ella, pero esta solo se hacía más a atras.
-Aquí tu no haces las preguntas, linda. Yo las hago. Y me gusta que me respondan bien, no con otra pregunta. ¿Entendido? -por fin la acorraló cuando chocó con la gran puerta de vidrio del balcón.
Lee bastante asustada, asintió freneticamente.
-Bien, me gusta así... -Sonrió. -Dime, ¿tú sabías de la deuda que tenían conmigo?
-N-no sé de que deuda habla, señor... M-mis padres tenían muchas d-deudas. -respondió apenas. Sintiendo unas inmensas ganas de volver a llorar por el miedo.
-Bien... Quizá no te hablaron de una deuda que tenían con la mafia... ¿Talvez? -Feliz negó.
-¿Me mientes, Lee Felix? ¿O me estas diciendo la verdad?-Acercó su boca a su oído. -No me gusta la gente mentirosa.
Lee se estremeció y no respondió por el miedo. Comenzó a llorar.
No le estaba mintiendo. Podía jurarlo. Pero estaba tan asustada de él que no pudo responder.
Changbin no sospechaba que estuviese mintiendo, pero quería jugar un poco con ella.
La tomó de las caderas y la tiró a la cama que justo estaba al lado de ellos. Se subío encima de ella sin aplastarla.
-¿Por que no respondes, bonita? ¿Me estas mintiendo mmg?
Comenzó a pasar sus manos por su cuerpo. Sus manos subieron de su cadera a cintura, en la que se sorprendió un poco al notar lo pequeña que era ésta. Subió más a sus teta medianamente grandes.
Felix no sabía que estaba haciendo el hombre. ¿Por que la tocaba?
-Te dije que me gustab las respuestas, linda. Última oportunidad. Dime, ¿me mentiste o me dijiste la verdad? -sus manos bajaron hasta el borde de la camisa. Metió sus manos bajo la misma notó lo suave que era su piel. La acarició de nuevo y volvío a subir sus manos hasta sus tetas. Lo único que impidió su toque fue su sujetador.
-Créeme que tendrás una recompensa muy satisfactoria si respondes cariño.
Felix pensaba que diablo trataba de hacer con su cuerpo aquel hombre por qué no le estaba disgustado
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